Teo Barrios: el rock fue muy reprimido
23 de mayo de 2016
Décadas de música corren por las venas de Teo Barrios. Desde muy joven sufrió la prohibición de su música preferida, pero se las agenció con antiguos radio receptores de onda corta para escucharla a escondidas. Recordando esto, decidió sin dilaciones, contarnos su historia.
“Comencé sintonizando las emisoras norteamericanas WQAM, WBS, Super XCW y KYW. Era fanático a los programas Baker Street y American Top 40. Juan José de Armas, más conocido como Pepe W, actual director del grupo Flashback, influyó mucho en mí y ambos somos hermanos de causa.
En mi adolescencia canté en una fiesta de quince con el grupo La Guerrilla de San Antonio de los Baños y ese fue mi inicio como vocalista. Todos éramos músicos empíricos, más tocábamos los ritmos anglosajones con tremenda calidad. Era aquella etapa en que el rock fue muy reprimido. Recuerdo una actividad que hicimos en el Círculo de los Artesanos en 1975, aquello lleno y el funcionario de Cultura me bajó del escenario por estar cantando en inglés. Actualmente, ese funcionario vive en los Estados Unidos y yo le sigo cantando a mi pueblo en inglés. No se me olvida que en Santiago de las Vegas había perseguidoras con máquinas de pelar, que cogían a los jóvenes en las calles y los pelaban porque no podían tener el pelo largo.
En la escuela me analizaron muchas veces porque yo no pertenecía, por tener creencias religiosas, a ninguna organización política gubernamental y (por) escuchar este tipo de música. Estuve vetado de participar en numerosas actividades culturales, a pesar de que tenía más condiciones como estudiante que todos esos que me criticaban. No me dejaron estudiar ni periodismo, ni psicología, ni historia. Me calificaron como un penetrado cultural por el diversionismo ideológico y me marginaron. Nunca me rendí y con el tiempo me di cuenta que tenía vocación de músico. Mi profesor de canto fue el fallecido Jorge Conesa, que me vinculó al mundo del canto lírico. Mis compañeros de estudios fueron Tony del Río, Alina Sánchez y toda una generación de talentosísimos artistas. Eso fue por poco tiempo porque enseguida volví al rock & roll.
Por el año 1983 se hizo el primer encuentro de rock en Boyeros y fundamos un grupo que se llamó Los Zombies, para rendirle homenaje a las bandas inglesas de los años 60. Aquello fue legendario, pues tocábamos en el circuito de lo que era Habana campo, en lugares donde nunca se había escuchado el género. En dicho evento se me acercó el jefe de la policía de Santiago de las Vegas y me expresó que no quería música que enalteciera a las masas. Le expliqué que no queríamos que se formara desorden, pero que su trabajo era evitarlo. En conclusión, no pudimos terminar de tocar, pues los agentes del orden público nos lo impidieron a la fuerza. Otros grupos que se destacaron por aquel tiempo fueron Electra y los muchachos de Piedras Negras, que eran de El Rincón.
Hacíamos covers, pero con mucho respeto, a mí no me gustaba fusilar, esos temas, siempre le agrego mi toque personal. Todavía los hago a mi manera, incluso me gusta cantar en inglés como un latino, sin forzar la pronunciación anglosajona. Me interesa que se note que es un cubano haciendo ese tipo de música.
Pertenezco al proyecto de los Tres Tenores del Rock, junto a Guido Rolando, vocalista de Dimensión Vertical, y Virgilio González, de la Vieja Escuela. Todo funciona a la perfección, pues nos queremos mucho y empastamos muy bien. Nos han puesto trabas burocráticas y por eso no hemos trascendido. Las instituciones culturales cubanas no estimulan el desarrollo de la música rock y cuando surgen opciones privadas alternativas, más bien las bloquean y entorpecen su desarrollo natural.
Te cuento que integré por unos meses el grupo Izquierdo Reservado y en una oportunidad organizamos un concierto en el Maxim Rock, aunque solo pudimos tocar 5 canciones, porque como asistió un número limitado de personas, el administrador del teatro lo suspendió, ya que lo recaudado no daba para pagar la electricidad del local.
Al concierto de los Rolling Stones asistieron un estimado de 1.2 millones de personas, así que los que dirigen este país ya saben cuántos estamos interesados en el género y que necesitamos nuestro espacio.
No he podido grabar algo mío porque la producción de la base musical es muy costosa. Me gustaría trabajar con Julio Montoro, Gustavo ‘Disco Temba’ García y Pepito Scull, pues ya lo hemos hecho en el Havana Hard Rock y en Cumanayagua Alternativa con mucho éxito.
Ahora lo único que hago es una peña los últimos domingos del mes, en la Casa de la Amistad del Parque Lenin. Un lugar bien apartado, que no tiene combinaciones de guaguas y por tanto sufre de fatalidad geográfica. Asiste poco público, pero estoy buscando promocionarme en el Paquete Semanal a ver qué resulta”, finalizó Teo, con una sonrisa decidida a lograrlo.
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23 de mayo de 2016
Décadas de música corren por las venas de Teo Barrios. Desde muy joven sufrió la prohibición de su música preferida, pero se las agenció con antiguos radio receptores de onda corta para escucharla a escondidas. Recordando esto, decidió sin dilaciones, contarnos su historia.
“Comencé sintonizando las emisoras norteamericanas WQAM, WBS, Super XCW y KYW. Era fanático a los programas Baker Street y American Top 40. Juan José de Armas, más conocido como Pepe W, actual director del grupo Flashback, influyó mucho en mí y ambos somos hermanos de causa.
En mi adolescencia canté en una fiesta de quince con el grupo La Guerrilla de San Antonio de los Baños y ese fue mi inicio como vocalista. Todos éramos músicos empíricos, más tocábamos los ritmos anglosajones con tremenda calidad. Era aquella etapa en que el rock fue muy reprimido. Recuerdo una actividad que hicimos en el Círculo de los Artesanos en 1975, aquello lleno y el funcionario de Cultura me bajó del escenario por estar cantando en inglés. Actualmente, ese funcionario vive en los Estados Unidos y yo le sigo cantando a mi pueblo en inglés. No se me olvida que en Santiago de las Vegas había perseguidoras con máquinas de pelar, que cogían a los jóvenes en las calles y los pelaban porque no podían tener el pelo largo.
En la escuela me analizaron muchas veces porque yo no pertenecía, por tener creencias religiosas, a ninguna organización política gubernamental y (por) escuchar este tipo de música. Estuve vetado de participar en numerosas actividades culturales, a pesar de que tenía más condiciones como estudiante que todos esos que me criticaban. No me dejaron estudiar ni periodismo, ni psicología, ni historia. Me calificaron como un penetrado cultural por el diversionismo ideológico y me marginaron. Nunca me rendí y con el tiempo me di cuenta que tenía vocación de músico. Mi profesor de canto fue el fallecido Jorge Conesa, que me vinculó al mundo del canto lírico. Mis compañeros de estudios fueron Tony del Río, Alina Sánchez y toda una generación de talentosísimos artistas. Eso fue por poco tiempo porque enseguida volví al rock & roll.
Por el año 1983 se hizo el primer encuentro de rock en Boyeros y fundamos un grupo que se llamó Los Zombies, para rendirle homenaje a las bandas inglesas de los años 60. Aquello fue legendario, pues tocábamos en el circuito de lo que era Habana campo, en lugares donde nunca se había escuchado el género. En dicho evento se me acercó el jefe de la policía de Santiago de las Vegas y me expresó que no quería música que enalteciera a las masas. Le expliqué que no queríamos que se formara desorden, pero que su trabajo era evitarlo. En conclusión, no pudimos terminar de tocar, pues los agentes del orden público nos lo impidieron a la fuerza. Otros grupos que se destacaron por aquel tiempo fueron Electra y los muchachos de Piedras Negras, que eran de El Rincón.
Hacíamos covers, pero con mucho respeto, a mí no me gustaba fusilar, esos temas, siempre le agrego mi toque personal. Todavía los hago a mi manera, incluso me gusta cantar en inglés como un latino, sin forzar la pronunciación anglosajona. Me interesa que se note que es un cubano haciendo ese tipo de música.
Pertenezco al proyecto de los Tres Tenores del Rock, junto a Guido Rolando, vocalista de Dimensión Vertical, y Virgilio González, de la Vieja Escuela. Todo funciona a la perfección, pues nos queremos mucho y empastamos muy bien. Nos han puesto trabas burocráticas y por eso no hemos trascendido. Las instituciones culturales cubanas no estimulan el desarrollo de la música rock y cuando surgen opciones privadas alternativas, más bien las bloquean y entorpecen su desarrollo natural.
Te cuento que integré por unos meses el grupo Izquierdo Reservado y en una oportunidad organizamos un concierto en el Maxim Rock, aunque solo pudimos tocar 5 canciones, porque como asistió un número limitado de personas, el administrador del teatro lo suspendió, ya que lo recaudado no daba para pagar la electricidad del local.
Al concierto de los Rolling Stones asistieron un estimado de 1.2 millones de personas, así que los que dirigen este país ya saben cuántos estamos interesados en el género y que necesitamos nuestro espacio.
No he podido grabar algo mío porque la producción de la base musical es muy costosa. Me gustaría trabajar con Julio Montoro, Gustavo ‘Disco Temba’ García y Pepito Scull, pues ya lo hemos hecho en el Havana Hard Rock y en Cumanayagua Alternativa con mucho éxito.
Ahora lo único que hago es una peña los últimos domingos del mes, en la Casa de la Amistad del Parque Lenin. Un lugar bien apartado, que no tiene combinaciones de guaguas y por tanto sufre de fatalidad geográfica. Asiste poco público, pero estoy buscando promocionarme en el Paquete Semanal a ver qué resulta”, finalizó Teo, con una sonrisa decidida a lograrlo.
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