¿Constituyen los covers una vía de evitar la censura, de ser aceptados con presentaciones públicas y ser remunerados como artistas? (Parte II)



Recordemos que en la primera parte de este artículo hacíamos referencia a los obstáculos impuestos por el Estado cubano y que han provocado que las versiones se conviertan en la preferencia de muchos músicos que dedican su vida al rock and roll como vertiente artística en Cuba, para ser remunerados y aceptados como artistas y por el público aficionado. Así mismo nos referimos a la invisibilidad de dicho género en idioma inglés.

Cuando comenzó el boom del género en la Isla, las primeras muestras fueron los aficionados que no tenían más alternativa que burlar a las autoridades poniendo antenas para poder escuchar de manera clandestina las miles de canciones que tanto les hacían volar. No obstante, solo podían escuchar aquellas canciones que se pasaban en unas pocas emisoras de radio que se lograban captar en la Isla. Después de este período, a finales de los 90 y principios del siglo XXI, vino la época para el Estado cubano de impresionar con una imagen que no se correspondía con lo que estaba sucediendo en la Isla con respecto al rock and roll y mostrársela al resto del mundo. Me refiero a actos como la estatua de John Lennon develada en la esquina 17 y 6 del Vedado y a la creación del centro cultural El Submarino Amarillo y el Maxim Rock. A pesar de que El Submarino Amarillo, que es el sitio que se mantiene abierto en estos momentos, es propicio para mantener vivo el rock and roll, no es del todo revitalizante para el género, ya que por él pasan solo unas pocas agrupaciones que cultivan principalmente el pop-rock de las últimas tres décadas del siglo pasado, y además, es un lugar para los covers, una tendencia que está marcando mucho dentro del rock cubano actual, y que ha desplazado a las pocas bandas cubanas con letras originales en español o inglés.

Hoy más que ayer, existe una mayoría de grupos cubanos tocando temas de otras bandas internacionales que presentando un repertorio propio. Está claro que el rock and roll ha sufrido una degeneración con respecto a los años 80 y 90, cuando el rock cubano vivía su época de auge y muchas bandas como Extraño Corazón, Zeus, entre otras, creaban un rock and roll que nada tenían que ver con las versiones de canciones internacionales que ahora se estilan. Hasta que llegó el momento en que se les pidió que para presentarse en los escasos lugares que existían para el género, debían versionar temas, sobre todo canciones conocidas que ya estaban más que estudiadas por las instituciones culturales del país, para controlar lo que en cuestión de mensaje subliminar llegaba al público cubano. Esto nos lleva a la conclusión de que la mayoría de los versionistas escogen ese camino por una cuestión meramente económica, y en segundo lugar para evitar la censura y la exclusión en los sitios de presentación.

Igualmente pasa con la promoción televisiva, que depende de lo que permitan las mismas. Las condiciones, en la mayoría de los casos, es que para la presentación de la banda en los medios de comunicación masiva deben interpretarse versiones de artistas internacionales, pero no cualquier banda internacional, sino aquella que sea elegida por el gremio de censura de dichos medios, por los argumentos antes expuestos.

Todo lo que hay de trasfondo está relacionado con que no prolifere la fuerza, el calibre, la rebeldía, el espíritu contestatario hacia el resto de los ciudadanos. Es por esto que el Estado a través de las instituciones está completamente enfrascado en que el rock and roll en la Isla no se fabrique con calidad, ni mucho menos que se desarrolle un sello de rock cubano con temas originales capaz de transmitir con sus letras, la cruda realidad que se vive cotidianamente en el archipiélago cubano.

Es muy triste afirmar en la actualidad, que los covers constituyen una vía de evitar la censura, de ser aceptados con presentaciones públicas y ser remunerados como artistas. La censura permanente sobre el rock and roll cubano, que lleva intentando nacer en la Isla hace más de medio siglo, y solo ha tributado a la involución de un género musical. Por las razones antes expuestas y por una cuestión esencialmente política que prima por encima de cualquier otra justificación, el género ha tenido, tiene y tendrá muy pocas posibilidades de desarrollarse como en el resto de Latinoamérica y otros partes del mundo hispano, donde el rock and roll ha avanzado independientemente de que sus raíces sean norteamericanas.

La Agencia Cubana de Rock en Cuba, los medios de comunicación masiva, el Ministerio de Cultura y el Estado deben trabajar en conjunto y comprometerse para que el rock and roll cubano tenga un futuro mejor, y donde además, primen las letras originales en nuestro idioma.

Leer la primera parte de la serie

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