Invaxión tomó Candelaria (Final)



Sin intermedio y cuando ya los relojes señalaban las primeras horas de la madrugada, los muchachos de Invaxión cedieron la escena a sus invitados del pelotón de vanguardia de la Real 70, y El Elokuente mantuvo las expectativas bien altas con temas que se referían a la sensación de los cubanos de vivir bajo constante vigilancia y al temor a ser denunciados y reprimidos por expresar alguna idea divergente, alternativa y crítica que puede ser interpretada como disidencia y oposición.

Luego, los integrantes de Mano Armada se encargaron de subir la parada para ofrecer al público un final por todo lo alto, significando que el rap cubano, quizá más que ningún otro en ningún otro lugar, es ante todo “guerra”. Una batalla por la libertad de expresión, por el derecho a denunciar con su arte los frutos podridos de una sociedad urgida de cambios que intenta silenciar de diferentes maneras al rap y a los raperos, que promueven sobre todo la urgencia de extirpar y sanar y mejorar los males sociales que hacen cada vez más difícil y azarosa la vida de la juventud cubana.

El final del concierto de Invaxión y sus invitados en Candelaria, fue algo verdaderamente emocionante, todos, artistas y público, se fundieron en abrazos acompañados de aplausos, en par de ocasiones los raperos debieron subir al escenario y hacer el compromiso de que en el menor tiempo posible se repetiría el encuentro.  Al menos otra buena nueva se pudo conocer esa madrugada, pues los anfitriones anunciaron una nueva presentación en el cercano poblado de San Cristóbal y que a partir del mes de julio, todos los viernes realizaran una especie de peña en esa cercana localidad, donde los amantes del hip hop podrían acudir a disfrutar de todas las manifestaciones del género.

Como es habitual en estos casos, PMU no dejó escapar la oportunidad de recoger los criterios de algunos de los asistentes al concierto de Invaxión y sus invitados:

“Para muchos de los jóvenes del pueblo fue una sorpresa, porque pensábamos que no volveríamos a escuchar en vivo a Invaxión, y a pesar de que el concierto empezó tarde, esperamos y nos mantuvimos hasta el final para no perdernos la oportunidad”, dijo Vivian Izaguirre.

“Yo sigo a Invaxión desde sus mismos inicios, cuando se llamaban El Fango, es lamentable que no los apoyen aunque cuenten con popularidad aquí en Candelaria y en toda la provincia. Todavía conservo las primeras grabaciones de ellos y no dejo de dárselas a mis amigos y familiares que también hacen lo mismo con los de ellos”, expresó Yuniel de la Caridad Fernández.

“Hace unos años era asiduo a la peña de Invaxión que se llamaba Micrófono Abierto, allí todos nos sentíamos como en nuestra propia casa y pudimos conocer a raperos de todo el país que venían hasta aquí para compartir con ellos y con nosotros. Sin embargo, fue demasiado contestataria para las autoridades y la cerraron de golpe y porrazo, y nadie más se preocupó por eso, creo que hasta les prohibieron cantar en Candelaria y en otros pueblos aledaños. Todos lo sentimos muchos, porque prácticamente clausuraron el único lugar donde la juventud podía reunirse para compartir y sentirse bien. Espero que esta oportunidad de hoy se repita y es una muestra de que en algo las cosas están cambiando y a mí me parece que para mejor”, enfatizó Yoandri Quesada.

“Después que Invaxión fue censurada localmente, tuvieron que ganar un premio Lucas para que les permitieran volver a presentarse en Candelaria, pero luego no pudieron hacerlo más porque les dijeron que no pertenecían a ninguna institución, eso sencillamente es absurdo y nadie lo entendió. De todas formas ellos siguen haciendo el rap que le gusta a la gente escuchar, porque en esas canciones el pueblo se ve reflejado con sus problemas, sus alegrías, sus venturas y desventuras, es por eso que aquí les sigue casi todo el mundo”,  dijo un joven que pidió solo ser identificado como El Chichi.

Pasadas las dos de la madrugada se hizo silencio en el patio de la Casa de la Cultura de Candelaria y PMU también se fundió en un abrazo con los artistas y les agradeció profundamente la experiencia vivida esa noche, por darnos la oportunidad de volver a mostrar a Cuba y al mundo lo que para el rap de la Isla representa Invaxión, que se traduce en los nombres de Yusniel Alonso, William Chávez, Erick Cepero y Reinier Morejón.

Por su parte, ellos nos reiteraron la voluntad de que continuarán luchando porque ese impulso musical no se detenga y llegue a toda persona que lo necesite. Dejaron claro que  todo aquel que se identifique con el movimiento underground, y especialmente con el hip hop, para poder encontrar en él la vía que encauce sus verdades, sus pensamientos y sus días, a pesar de todos los obstáculos y dificultades, pueden contar con la colaboración y la ayuda de Invaxión.

Una frase selló el encuentro: “esta noche tomamos Candelaria, mañana tomaremos Occidente y nos extenderemos por todo el país, la Invaxión rapera no se detendrá”.

Después, el parque de la ciudad acogió en sus bancos a todos los que decidimos esperar las primeras luces del alba entre canciones trasnochadas y algún que otro trago de ron para festejar la reconquista de un espacio que por derecho propio pertenece a los muchachos de Invaxión y que de ahora en adelante no volverán a dejar que se les escape de las manos. Por el bien del hip hop ¡que así sea!

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