Álvaro DJ: una manera de hacer y pensar la música electrónica



A Álvaro Daniel Calzada López, más conocido como Álvaro DJ, le gusta que fluya la energía. El cienfueguero de solo 22 años de edad es reconocido hoy como uno de los DJ que más potencia le imprime a sus puestas en escena. Ha trabajado e intercambiado con músicos como Rolo Rivera, los DJ Orly y Penier, e iniciativas independientes entre las que sobresalen Proyecto X de La Habana, Cienfuegos Party, Viva DJ y K’Bolá. En su haber tiene un disco producido por él y un amigo, que grabaron hace alrededor de dos años. El fonograma se titula First Beat, y fue el primero y único del proyecto What’s House Up. No obstante, confiesa que prefiere la otra faceta del DJ.

Álvaro DJ: Yo tengo una filosofía que es la de David Guetta, uno de los mejores DJ del mundo. Él dice que no cambia la parte de ser DJ a la de ser un productor, él tiene la suerte de que la gente baile con sus canciones y que sus canciones sean un éxito, pero no cambia eso a la faceta de estar en vivo con el público e interactuar. Para mí, eso también es lo más importante, más allá de la producción. Incluso, pienso que puede que tu trabajo no sea tan bueno, pero si tu puesta en escena es buena, tienes un noventa por ciento del lado de acá.

A todos los DJ de Cuba les falta lograr más interacción con el público. El proyecto Alfa ahora mismo, es el que está llevando la música electrónica en Cuba hacia otros niveles, asociado a Sarao Night Club en La Habana, que tiene una tecnología abrumadora. La tecnología más dura, la de punta, está ahí, sin embargo, la proyección de los DJ en vivo… tú puedes tirar una tela delante de él que nadie se entera, lo puedes bajar de ahí y dejar la máquina sola, que nadie se entera.

PMU: ¿Cómo ha sido en tu caso?

Álvaro DJ: Yo empecé como DJ de Club y tuve que enfrentarme a mucho público. Trabajé con Viva DJ, Cienfuegos Party, en el Club Costasur, en Palmira; he puesto música para muchos públicos y con el paso del tiempo me di cuenta de que es el público quien pone la música, no el DJ. Entonces, si yo quería escuchar mi música y ellos la de ellos, teníamos una contradicción, hasta que empecé a unir las dos cosas. Ponía la música que les gustaba y alternaba con la mía, la que yo hacía o que hacían otros DJ, eso es lo que se llama mash up, que quiere decir unión.

También me fui dando cuenta que podía hacer más cosas que un simple play y comencé a indagar. Entonces, conocí a Orly DJ del proyecto Viva, a compartir cosas con Pedrito DJ que creció conmigo en el barrio y me ayudó mucho, y fui aprendiendo. Recuerdo que Pedrito y yo salíamos con las computadoras de mesa en los hombros a poner música en las fiestas.

Ahora estoy estudiando mucho y se me han acercado personas que yo admiro como artistas para felicitarme por mi trabajo, entre ellos está Diana (directora de Collage), que también me da mis clases de solfeo. El DJ tiene que estudiar música.

También tengo proyectado un club de DJ para entre todos aprender de todos. Está LouDneSs DJ, Eduardo que trabaja con Sonido Caribe que es DJ Eddy Clash, DJ Giorgio, todos nos reunimos en mi casa y el objetivo de eso es que tengamos un espacio. Nos sentamos a hacer música y compartimos los mínimos técnicos de cómo trabajar con las máquinas a la hora de presentarse en vivo.

PMU: ¿Practicas la puesta en escena?

Álvaro DJ: Por la madrugada, por el mediodía, a toda hora, en mi casa, en mi locura, estoy siempre practicando, y así pongo un tema y desde que lo poncho, ya yo estoy pensando qué le voy a decir a la gente en un momento determinado.

Yo soy DJ por una cosa, por el efecto feedback, eso tienes que sentirlo. Cuando yo estoy allí arriba y levanto la mano, o hago algo y la gente responde, y hay quinientas personas en ese escenario, eso vira quinientas veces para atrás. Eso es físico, tú lo sientes cuando te da, yo hablo de eso y me erizo. Mientras más veces tú lo haces en una noche, mejor te vas a sentir, y si no veo a un DJ haciéndolo, pienso que está ahí por gusto, no lo está sintiendo, simplemente, o se le va a hacer una úlcera.

PMU: ¿Qué perspectivas le ves a la música electrónica en Cuba?

Álvaro DJ: La música electrónica ahora mismo no se puede negar. Músicos de la talla de Yasek Manzano, jazzista genial, se dio a la tarea de aprender a producir música electrónica y en estos momentos todo lo que toca lo hace con música electrónica. Utiliza elementos percutivos de la música electrónica que le llenan más su trabajo.

La música electrónica ya está en todas partes, en la música de cámara, en las jazz bands, incluso, Joaquín Betancourt ha hecho intentos por incluirla en su trabajo. Por todo eso yo estoy libre de preocupación, en un momento determinado eso va a estallar y mucho más en Cienfuegos, que es una provincia playera, con mucho turismo, con gente light, el reggaetón no puede vivir por siempre.

PMU: Las distancias tecnológicas entre los DJ de Cuba y los extranjeros pueden influir, pero no determinar el trabajo del artista nacional. Tengo una curiosidad, ¿cómo hacen para suplir la ausencia de los discos de vinilo?

Álvaro DJ: Primero, las máquinas de vinilo son las más caras del mundo, pueden costar hasta veinte mil dólares, son un lujo, y segundo, en Cuba no hay tecnología que te permita grabar tus vinilos. El scratch se graba por cuartos en el disco. Por ejemplo, en un cuarto grabas aye, en otro yo, en otro ou y en el otro u, y los marcas, así vas halando por las marcas y en la primera vuelta ya tu sabes cuáles son tus cuatro efectos. Es algo complejo, porque incluso, la velocidad con que gira el disco te cambia el efecto del sonido. Esa es la herramienta más llamativa del DJ, y aunque los efectos se pueden hacer digitalmente, es como tocar violín con una guitarra.

Ahí hay dos cosas, cuando les hablas a las personas de un DJ, todo el mundo piensa en el scratch, pero también es muy triste que venga alguien que no conoce de música electrónica y como ve que no estás scratcheando, te diga: ¡ah!, entonces tú eres un farsante. El scratch es muy complejo, incluso se puede hacer música solo a base de scratch.

Mi música es totalmente house, puede que haga algunas otras cosas, pero lo que de verdad me llena es la IDM (se refiere a un género de música electrónica que es el Intelligent Dance Music). Estoy enfocado en un trabajo que el Laboratorio de Música Electrónica no pueda rechazar, algo que sea innegable, música cubana y música electrónica. No introduciendo un son, sino utilizando la percusión y los tiempos de la música cubana combinados con sonidos electrónicos. Pero es una pelea de león pa’mono, porque parece que en Cuba los DJ nada más pueden ser de La Habana.

La Agencia Cubana de Rock, la Agencia Cubana de Rap y este Laboratorio de Música Electrónica, además de sus restricciones geográficas, comparten otras muchas carencias. No alcanzan ninguna de estas empresas a abrir todas las puertas que la música alternativa y underground y sus realizadores necesitan. ¿Qué sucede entonces con muchachos como Álvaro DJ, esos que aunque “es muy temprano para hablar de un sello, sí se puede hablar ya de una manera de hacer, definitivamente”?

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