Santa Mía de la Talla (por Malcoms Junco Duffay)



“Ningún precio es tan alto que tener el privilegio y la libertad de ser nuestros propios dueños como artistas”.

El sábado 9 de julio tuve el privilegio de ser invitado como artista para cantar, nada más y nada menos que en la deslumbrante y acogedora vivienda del artista, productor y rapero David Escalona, conocido como Davicito o David D’OMNI, junto a su esposa, productora general Ivia D’OMNI.

A pesar de estar ubicado en un rincón intrincado en lo último del municipio Guanabacoa, de Ciudad de La Habana, Santa Mía de la Talla es uno de los pocos espacios que logran felizmente su objetivo, que es brindar la posibilidad de compartir, expresarnos y desarrollarnos como artistas libres e independientes que somos. Porque es real que ningún precio es tan alto que tener el privilegio y la libertad de ser nuestros propios dueños, lejos de los cánones de las inflexibles normas impuestas para tratar de cambiar las perspectivas del arte y de la creatividad en canciones contestatarias y ajustadas a las realidades del pueblo cubano actual, y sin el yugo exigente de algunas instituciones que prácticamente obligan a los artistas a defender sus obras en lugares inapropiados, que no tienen nada qué ver, para fingir y justificar cumplimientos laborales correspondientes, sin importar la inconformidad de los mismos artistas.

¡Pues sí!, en este peculiar lugarcito distinguido, exclusivo, modesto y humilde, nombrado Santa Mía de la Talla, y forjado por la dualidad que, para mi criterio personal, es la pareja más creativa, activista y activa culturalmente dentro de la escena del hip hop undergroud cubano en esta ciudad, nos dimos cita una vez más, la afición, vecinos y una serie de artistas variados y alternativos, que sabemos defender y alimentar de buena fe el trabajo comunitario y esta cultura de resistencia.

Este ejemplo formativo, esta vez dedicado al amor y la amistad como bien se dijo allí, contó además con la ayuda y la producción de Ania Taliba, persona más que necesaria en proyectos como este. La tarde noche fue amenizada por música reggae preparada para la ocasión, casi instrumental, y puesta por el mismo David. Ya entrada la noche comenzó el espectáculo, lo que todos esperábamos, con la presentación de los artistas, donde rompiendo por todo lo alto con un fulminante de lirica orgánica, llegó desde Puerto Rico, Antonio Salvador, poeta fuera de liga, como bien se presentó en esta ocasión.

Seguido, una representación de uno de los exponentes más jóvenes que tiene la escena del hip hop en la Isla, Junior (Leonel Acosta) acompañado por Carlitos CEOV, con un tema cargado de energía llamado “La sombra me da la espalda”, de su primer disco Rugido del alma, que está terminando de grabar y estará próximamente a disposición de todos.

Atrás, llegó el relevante Sandor, de Estudiante Sin Semilla y desde Alamar, con un canto al amor y otra canción dedicada a su hermano de grupo, Carlitos El Melo. Más atrás, siguió el diestro Osmani, conocido por su sobrenombre El Positivo, desde Santo Suárez, en el municipio 10 de Octubre. Debo acotar que ¡muy bien por su parte!, ¡felicidades y excelentes puntos para su trabajo! Después de esto, volvió Antonio Salvador con otras de sus insuperables poesías, “El Trompo”, pero esta vez involucrando y haciendo un trabajo de coro colectivo con el público, donde además ofreció otros temas que apoyaron su onda característica de un rap agresivo a lo old school.

Posteriormente, llegó la diferencia de verdad, un artista nada habitual en un espacio de este tipo, Alexis, del mismo Guanabacoa, con un tema romántico de José José, al que le siguió la clásica canción “Only You” de The Platters. Inmediatamente, me tocó el turno. Interactuando con el público allí, canté “La pipa de la paz”, uno de los temas que da promoción y caracteriza mi última producción fonográfica llamada Realismo sucio y arte pop.

La noche continuó con más descargas con otros artistas como Hormiga Brava, Narkin, Osmani 00, Yasser El Chamaco y Betty, una poeta que estaba en el público y es alumna de Ivia, en el taller de superación personal que está impartiendo de forma gratuita en su propia casa, todos los meses.

La noche no pudo ser más buena, con mucha buena vibra. Así que solo tengo agradecimientos y bendiciones para este hogar y esta pareja estelar, que dentro de sus posibilidades aportan un grano de arena al movimiento y hacen, que nuestro arte se mantenga vivo en Santa Mía de la Talla.

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