Los Puños Arriba, ¿están abajo? (Parte I)



El análisis de este caso requiere harta sobriedad. Aquí está en juego la posibilidad de validar el quehacer de los festivales de la música independiente, específicamente la del hip hop, que más que género musical es una expresión cultural y por tanto revolucionaria, propositiva, que contribuye a la pluralidad. Uno a uno estos festivales han sucumbido ante la hostilidad del medio. La pregunta es: ¿Cayeron los Puños?, como tantos proyectos que no pueden sostenerse a largo plazo por la falta de esfuerzos sostenidos o de espacios institucionalizados de expresión libre. Disponga de mucha atención para cada una de las partes que se mezclaron e intente integrar en un todo su complejidad.

Desde su primera edición, Puños Arriba nació mutilado, por “gente que se cogió pa’ eso”, que impidió que se cerrara el espectáculo de la forma programada., ¿Quiénes eran esta gente? ¿Por qué está tan difícil dar la cara? ¿Por qué siempre que se habla de hip hop parece que se ha mentado un anatema? La corta, pero intensa (de puro dar bocanadas para sobrevivir) vida de Puños Arriba, no puede ser juzgada sin comprender cómo marcó la vida de tantísimas personas y lo mucho que se arriesga para andar. Ya hicimos la primera pregunta importante, pero no conteste todavía. Esta pregunta que parece bien directa se complejiza en varias dimensiones. Acompáñeme en esta arqueología-antropología urbana siguiendo la historia (de la producción) de la última edición de Los Puños Arriba, contada por organizadores, público y analistas (digamos seguidores).

Antes de comenzar, permítaseme ofrecer mis mayores respetos a estos valientes que se han mantenido bajo muchísima presión interna y externa, y no se han roto, desviado o retractado.

¿Qué pasó con la familia de Puños Arriba? Mirando una foto de 2011 en la Cancha 32 de Nuevo Vedado, enseguida se puede notar que más de la mitad han emigrado o se encuentran trabajando en otros países. La familia de Puños Arriba no es ajena a las regularidades de la familia cubana: muchos emigran y son pocos los que encuentran la manera de volver o de construir puentes. Parecería que la circularidad choca una y otra vez con muros. Ante un muro siempre hay que preguntarse: ¿es para que los otros queden afuera o para que yo me quede adentro? Tal vez haya que pensar en las ventanas o simplemente empezar a desmontarlo ladrillo a ladrillo para saber lo que conviene dejar y lo que conviene quitar, porque también precisamos la casa, un lugar donde poner el centro, lo sagrado, a lo que pertenecemos, a donde podemos regresar por identidad y continuar.

¿Qué es una familia? La familia es el lugar donde conocemos por primera vez nuestra singularidad, la alteridad, pero también la pertenencia. La familia es una especie de válvula para conocernos y experimentarnos en seguridad y luego poder ir a la sociedad. Lo bueno con la familia es que siempre se puede regresar, no importa la causa por la que nos fuimos. Sin embargo, la familia cubana goza de poca soberanía. Esta tensión se repite con los raperos, sus familias, sus seguidores, sus producciones: están en condiciones de muchísima desigualdad frente a otros géneros musicales en la competencia por promover su trabajo, aun cuando ellos están dispuestos a llegar a lugares (incluso del corazón) donde los demás artistas no llegan. ¿Quién regula estos valores?

Durante dos años estuvimos esperando la sexta edición… ¿qué pasó? ¿Por qué pocos se enteraron? ¿A quién responsabilizar? Un niño miraría afuera, alguien maduro podría integrar lo externo y lo interno. De alguna manera, todos aportamos, mejor pregunta sería, ¿cómo desde mi espacio puedo hacerlo mejor? Porque ya está difícil soñar, realizar aún más.

Lea las declaraciones que al respecto hicieron tres representantes que supieron tomar distancia de los acontecimientos y en los que aparentemente no hay acuerdo, pero que refieren la misma realidad: la elección del aislamiento y el enojo, en lugar de la unidad y la confianza. No hay que dejar que la deshumanización que crea un poder con su mecanismo persecutorio nos haga disminuir el sentido de responsabilidad de nuestras acciones. La grandeza a la que se llega por haber asumido una responsabilidad, por haber intentado transformar el dolor en amor, sin dividir el corazón, sin sentirnos separados por lo que la exterioridad nos impone, es una estructura antropológica de gran valía para ejercitar. Es hora de dejar de mimetizar, justificados por un supuesto cosmopolitismo que hace ignorar al que está junto a mí y mirar con ansias lo foráneo. Claro que se puede tomar las soluciones de los demás que dan un final positivo a mi tragedia, pero sin dejar de reverenciar la humanidad de mi vecino que sufre o la mía propia que se espanta. Sea una familia.

Intenté ser lo más fiel a las declaraciones con el propósito del realismo, pero también porque los matices muestran una afectividad particular.

PMU: Queríamos felicitarles porque finalmente el evento se realizó, pero parece que el evento tiende a ser edición limitada, cada vez toca a menos personas…

Soandry del Río (organizador desde hace varios años): “Ese punto no depende de nosotros. Me parece que la gente tiene una visión y siente que el evento depende de ellos cuando está todo cuadra’o, los asientos están arreglados, el espectáculo listo, cuando hay que tratar de imponer un premio, pero la gente no siente que el evento es de ellos cuando está en una confrontación directa con el Estado, entonces hay que saber cuáles son las dinámicas fundamentales porque lo más importante es que se haga”.

En la familia hay tensiones, pero la familia permanece cohesionada. La familia se nutre de la sociedad, pero se autodetermina a sí misma. Los miembros de la familia se van, pero regresan una y otra vez.

Espero que haya quedado pensando en la idea de familia, ahora considere qué pasa con esta familia si pierde la memoria, ¿estará condenada a repetir los mismos errores? Hay una sabiduría que es preciso transmitir, custodiar. Esta es tan fuerte que no precisa el poder porque tiene la autoridad de quien estuvo en el momento fundacional. La vieja escuela tiene que servir de inspiración, los jóvenes no pueden darse a la torpeza de perder el consejo de quienes levantaron y les entregaron esta bandera bajo condiciones aún más difíciles. Dividir (excluir) no tiene caso. ¿Cómo funciona esto en Puños Arriba?

Continúe con esta entrevista en su próxima segunda parte, para saber qué soluciones (diferentes de la trágica claudicación) le dio el equipo de Puños Arriba a la situación cada vez más difícil a la que se enfrenta.

Leer la segunda parte

Atrás


Comentarios   Dejar un comentario
abdel asis a.k.a TNK
6 de septiembre, 2016 11:53 am (GMT-5:00)
Siempre he aplaudido el buen trabajo periodístico por tanto este es un excelente reportaje pero sin hablar en voz de nadie ni nada por el estilo, soy de los q opina q aparte de los problemas externos q todos conocemos, los Puños Arriba han tenido problemas en su estructura no se si en organización ero si a la hora de decidir quien o quienes deben ser premiados en un producción discográfica o vídeos clip etc, etc, etc....No digo esto como un artista despechado sino como el artista q vive consciente de su realidad, quien sabe q no es fácil no sé en "La Habana" grabar tan siquiera un tema, por tanto no estoy de acuerdo en el alto grado de exigencia de calidad q se requiere en este evento aunq se q si queremos q salga con calidad las producciones deben estar a la altura pero "asere"eso no es el Cubadisco.