Los Maestros de Ceremonia se reúnen y el rap se expande (David D’OMNI)
12 de septiembre de 2016
Hace unas semanas, durante un evento en El Mejunje, tuve el placer y el honor de conversar con David D’OMNI, uno de los artistas invitados para compartir su interesante proyecto, y al cual me encontré entre audios, luces y la copia de los backgrounds. Hablamos de muchos temas, entre ellos, su nueva propuesta artística, del proyecto OMNI Zona Franca y la censura.
PMU: ¿Desde cuándo estás defendiendo esta propuesta artística?
David D’OMNI: Bueno, he pasado por varias facetas, primero, entré en el grupo OMNI Zona Franca en el año 2000, esto fue un grupo donde se mezclaban todas las artes. Había artistas plásticos, bailarines, folkloristas, músicos, cantantes, escultores, poetas, éramos todos juntos y estábamos más que promoviendo arte decorativo, un arte de vivir en comunidad y ese tipo de cosas. Todo esto se enmarcaba dentro de la Casa de Cultura de Alamar y ahí estaba el proyecto.
O sea, Alamar es un reparto joven dentro del municipio Habana del Este y fue creado para darle vivienda a personas necesitadas, pero con un historial militar o partidista intachable, con convicciones revolucionarias y socialistas. Para tener un apartamento no podías tener familia en el extranjero, ni profesar ninguna religión, etc. Como era un tipo de experimento, trajeron gente de todo el país e hicieron estos edificios que son todos iguales. Esperando que se formara el “hombre nuevo” que decía el Che. Al estar cerca de la costa, las personas comenzaron a crear su propia cultura, identidad y a tener raíces en el lugar. Así los primeros conciertos de rap se dieron en Alamar, y muchas tendencias del arte moderno se dieron por primera vez allí. Claramente, eso empezó a no agradar. Se eliminaron los festivales de rock, los de rap, los performances, etc. Ahora, la política cultural de Alamar es que no suceda nada, no hay donde salir, no hay cines, no hay teatro, en fin, es lo último.
Dentro de todo este mundo de rock, rap, hip hop, yo vengo de la generación del rap donde se oía y se hacía rap de lunes a domingo. Éramos la ciudad del rap, desde mi niñez vengo oyendo eso y fue lo más fuerte que me marcó.
Al comenzar el proyecto OMNI Zona Franca (OZF), pude canalizar el rap que llevaba conmigo, pero en esencia era en conjunto todas las manifestaciones que te mencionaba, trova, teatro, etc.
Por el año 2009, al ser el proyecto tan abierto con tantos creadores y artistas censurados, te hablo, por ejemplo, de Eduardo Luis Pardo, Duany Sánchez y otros, se unieron y crearon su revista, sus tertulias, entre otras cosas. Entonces, llegó Fernando Rojas y dijo que éramos enemigos de la Revolución porque estábamos haciendo eso y eso era colaborar con los enemigos de la Revolución. Llamaron a la policía y dijeron que venían las Damas de Blanco, que era mentira. Llamaron urgente a una Unidad de Respuesta Rápida y al final, nos expulsaron del taller de la galería.
Acto seguido nos dijeron que como grupo estábamos censurados para presentarnos en cualquier espacio y comenzamos a hacer cosas dentro de nuestras casas y de ahí vienen las Casas Templos del Arte. En casas particulares, micrófonos abiertos y hacer arte con libertad, cuando digo arte, digo cultura y todo lo que lleva.
Al separarnos, cada uno se vio en situaciones diferentes. Unos pudieron viajar al extranjero, otros se quedan por acá. Fuera del grupo cada uno no estaba del todo censurado. Se podían hacer cosas por la AHS o en alguna que otra casa de cultura. Aunque todavía me presento solo hoy en un concierto u otra cosa más grande, y es por gusto, no me dejan.
PMU: Has cantado y has expuesto tu música fuera del país, ¿cómo son tratados los que defienden estos géneros en el exterior?
David D’OMNI: No hay comparación. No es que sean apoyados, porque aquí lo que se entiende por apoyo es que instituciones estatales te promuevan y eso es muy diferente fuera del país. Allí cada uno hace lo que quiere crear y nadie te dice qué debes o no hacer, nadie te pone muros. Yo necesito que me dejen en paz y que me dejen crear.
PMU: ¿Te sientes un artista censurado?
David D’OMNI: Sí, allá afuera nunca me sentí así.
PMU: ¿Y aquí?
David D’OMNI: Sí, pero eso es un estado mental para mí. Me censuran algunas personas, pero yo sigo siendo libre. No espero que sucedan las cosas, ni que nadie las haga por mí, hago lo que quiero y lo que siento. Yo, particularmente, llego, pongo mis luces, mis audios y donde deseo hago mis cosas.
En toda la historia de la humanidad, el que verdaderamente es revolucionario, que revoluciona, que cambia, que es innovador, siempre atrajo a muchos detractores. No soy ciego ni aspiro que me traten bien cuando critico las cosas que se están haciendo mal y las cosas malas de las élites de poder, claramente, a ellos no les gusta eso.
Yo aspiro poder hablar y tratar con seres humanos que no me estén hablando cosas que le mandaron a decir, que puedan pensar y dialogar. Me dan lástima esas personas que no pueden decidir por ellas mismas. Mirarle a los ojos a una persona y ver su humanidad, eso es lo que quiero.
PMU: ¿Qué te ha parecido la visita en Santa Clara?
David D’OMNI: Muchas gracias a Omarito y tengo que decirte que me he enamorado de Santa Clara y su gente, que son la que la conforma. No todo lo que quisiera, pero Santa Clara es una ciudad que no se queda callada, que expresa la problemática que está viviendo. No lo digo con hipocresía ni porque esté aquí, porque no soy así y no lo puedo decir de otros lugares, pero es una ciudad en cambio y que la gente no se esconde para expresar sus inconformidades, y eso me gusta. Son gente libertina, que se incomodan en una cola y lo expresan sin reparo, están muy adelante, me gusta.
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12 de septiembre de 2016
Hace unas semanas, durante un evento en El Mejunje, tuve el placer y el honor de conversar con David D’OMNI, uno de los artistas invitados para compartir su interesante proyecto, y al cual me encontré entre audios, luces y la copia de los backgrounds. Hablamos de muchos temas, entre ellos, su nueva propuesta artística, del proyecto OMNI Zona Franca y la censura.
PMU: ¿Desde cuándo estás defendiendo esta propuesta artística?
David D’OMNI: Bueno, he pasado por varias facetas, primero, entré en el grupo OMNI Zona Franca en el año 2000, esto fue un grupo donde se mezclaban todas las artes. Había artistas plásticos, bailarines, folkloristas, músicos, cantantes, escultores, poetas, éramos todos juntos y estábamos más que promoviendo arte decorativo, un arte de vivir en comunidad y ese tipo de cosas. Todo esto se enmarcaba dentro de la Casa de Cultura de Alamar y ahí estaba el proyecto.
O sea, Alamar es un reparto joven dentro del municipio Habana del Este y fue creado para darle vivienda a personas necesitadas, pero con un historial militar o partidista intachable, con convicciones revolucionarias y socialistas. Para tener un apartamento no podías tener familia en el extranjero, ni profesar ninguna religión, etc. Como era un tipo de experimento, trajeron gente de todo el país e hicieron estos edificios que son todos iguales. Esperando que se formara el “hombre nuevo” que decía el Che. Al estar cerca de la costa, las personas comenzaron a crear su propia cultura, identidad y a tener raíces en el lugar. Así los primeros conciertos de rap se dieron en Alamar, y muchas tendencias del arte moderno se dieron por primera vez allí. Claramente, eso empezó a no agradar. Se eliminaron los festivales de rock, los de rap, los performances, etc. Ahora, la política cultural de Alamar es que no suceda nada, no hay donde salir, no hay cines, no hay teatro, en fin, es lo último.
Dentro de todo este mundo de rock, rap, hip hop, yo vengo de la generación del rap donde se oía y se hacía rap de lunes a domingo. Éramos la ciudad del rap, desde mi niñez vengo oyendo eso y fue lo más fuerte que me marcó.
Al comenzar el proyecto OMNI Zona Franca (OZF), pude canalizar el rap que llevaba conmigo, pero en esencia era en conjunto todas las manifestaciones que te mencionaba, trova, teatro, etc.
Por el año 2009, al ser el proyecto tan abierto con tantos creadores y artistas censurados, te hablo, por ejemplo, de Eduardo Luis Pardo, Duany Sánchez y otros, se unieron y crearon su revista, sus tertulias, entre otras cosas. Entonces, llegó Fernando Rojas y dijo que éramos enemigos de la Revolución porque estábamos haciendo eso y eso era colaborar con los enemigos de la Revolución. Llamaron a la policía y dijeron que venían las Damas de Blanco, que era mentira. Llamaron urgente a una Unidad de Respuesta Rápida y al final, nos expulsaron del taller de la galería.
Acto seguido nos dijeron que como grupo estábamos censurados para presentarnos en cualquier espacio y comenzamos a hacer cosas dentro de nuestras casas y de ahí vienen las Casas Templos del Arte. En casas particulares, micrófonos abiertos y hacer arte con libertad, cuando digo arte, digo cultura y todo lo que lleva.
Al separarnos, cada uno se vio en situaciones diferentes. Unos pudieron viajar al extranjero, otros se quedan por acá. Fuera del grupo cada uno no estaba del todo censurado. Se podían hacer cosas por la AHS o en alguna que otra casa de cultura. Aunque todavía me presento solo hoy en un concierto u otra cosa más grande, y es por gusto, no me dejan.
PMU: Has cantado y has expuesto tu música fuera del país, ¿cómo son tratados los que defienden estos géneros en el exterior?
David D’OMNI: No hay comparación. No es que sean apoyados, porque aquí lo que se entiende por apoyo es que instituciones estatales te promuevan y eso es muy diferente fuera del país. Allí cada uno hace lo que quiere crear y nadie te dice qué debes o no hacer, nadie te pone muros. Yo necesito que me dejen en paz y que me dejen crear.
PMU: ¿Te sientes un artista censurado?
David D’OMNI: Sí, allá afuera nunca me sentí así.
PMU: ¿Y aquí?
David D’OMNI: Sí, pero eso es un estado mental para mí. Me censuran algunas personas, pero yo sigo siendo libre. No espero que sucedan las cosas, ni que nadie las haga por mí, hago lo que quiero y lo que siento. Yo, particularmente, llego, pongo mis luces, mis audios y donde deseo hago mis cosas.
En toda la historia de la humanidad, el que verdaderamente es revolucionario, que revoluciona, que cambia, que es innovador, siempre atrajo a muchos detractores. No soy ciego ni aspiro que me traten bien cuando critico las cosas que se están haciendo mal y las cosas malas de las élites de poder, claramente, a ellos no les gusta eso.
Yo aspiro poder hablar y tratar con seres humanos que no me estén hablando cosas que le mandaron a decir, que puedan pensar y dialogar. Me dan lástima esas personas que no pueden decidir por ellas mismas. Mirarle a los ojos a una persona y ver su humanidad, eso es lo que quiero.
PMU: ¿Qué te ha parecido la visita en Santa Clara?
David D’OMNI: Muchas gracias a Omarito y tengo que decirte que me he enamorado de Santa Clara y su gente, que son la que la conforma. No todo lo que quisiera, pero Santa Clara es una ciudad que no se queda callada, que expresa la problemática que está viviendo. No lo digo con hipocresía ni porque esté aquí, porque no soy así y no lo puedo decir de otros lugares, pero es una ciudad en cambio y que la gente no se esconde para expresar sus inconformidades, y eso me gusta. Son gente libertina, que se incomodan en una cola y lo expresan sin reparo, están muy adelante, me gusta.
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