Los Puños Arriba, ¿están abajo? (Parte III)



Continuamos con la tercera parte de esta conversación sostenida con Soandry del Río, sobre los premios Puños Arriba y su última edición.

La idea de familia también incluye la importancia de la reproducción, la esperanza, el futuro. Y aunque veamos los primeros pasos torpes, sabemos del posible robustecimiento. Si ya está trazado el camino y el pasado me ha enseñado, ¿cómo hago el futuro sino adaptándome? Y he aquí la novedad de esta última edición que supo transfigurarse en un nuevo concepto (de espectáculo), bajo nuevas condiciones, sin perder los valores esenciales de autodeterminación y fidelidad a su causa.

PMU: ¿Qué hay del futuro? ¿Habrá Puños Arriba VII?

Soandry: Yo creo que sí va a ver Puños Arriba VII, pese a todos los problemas. De hecho, con esta edición encontramos una manera nueva de hacerlos porque esto es nuevo para nosotros, y eso es lo otro que la gente no sabe: tuvimos que cambiar todo el concepto de salir de un gran escenario, a buscar la manera de hacerlo por cuestión de supervivencia. Estuvimos dos años sin hacerlo por eso mismo, porque estábamos tratando de quedar con el mismo concepto del gran escenario, y es imposible realizarlo en estos momentos de la manera en que lo teníamos antes.

Hasta lo que me han dejado saber, la crítica positiva es mucho más abrumadora que la negativa. Se entregaron 34 discos y es que con 10 discos se puede hacer un evento así con buen material. Y aunque hasta cierto punto no hay estándares de calidad rigurosos, dejamos saber a la gente, mediante la premiación, que lo que estamos buscando es calidad, y entendemos que a veces no tienen dónde grabar, pero hay que esforzarse, porque nosotros premiamos el esfuerzo y la calidad.

Estamos abiertos a que entre, todo lo que quieran mandar, pero el que mande un trabajo que él sabe que no compite, pero lo está haciendo para ver qué pasa, sabe que va a entrar, pero no va a llegar a nada porque somos rigurosos a la hora de dar el premio.

PMU: Incluso, ¿serían rigurosos hasta el punto de no dar premio en una categoría?

Soandry: Es posible, y el día que aparezca el disco que se gane los 14 premios, se va a llevar los 14 premios sin tener contemplaciones ni tratar de repartir. De hecho, la última vez que se hizo, el disco de Maykel Xtremo y la Alianza fue abrumadora la cantidad de premios que se llevó y decidimos que se lo merecía.

Siempre vamos a tratar de quedar bien con la verdad.

No obstante las palabras de Soandry del Río, el público tiene sus opiniones. Aquí, lo que pensó el público in situs

PMU: Dígame de nuevo, ¿por qué salió muy enojado del Festival?

Amaury (parte del público asistente al evento): No soy ni cantante ni soy crítico, pero soy oyente, soy seguidor. El movimiento del rap se aleja de lo que yo soñé, de lo que yo he visto. Hubo eventos que me entristecieron: peleas sin tomar en cuenta que el rap está primero, faltaron artistas como Etián, la mamá de Aldo, Maykel Xtremo, Pablo, José Raúl (la lista continúa)... No me gustó que invitaran cinco personas que son raperos, por cada cuarenta personas que no son raperos. El problema no está en quién pone o quién no pone un disco, sino en que se distribuya la música entre los pocos que escuchamos rap y lo que hace falta es expandirnos. Si tenemos un bafle y un pedacito de celular, con eso empezamos a ponchar, podemos hacer más con menos. Parece como si solo consiguieran financiamiento los que hablan mal de esto, pero el movimiento es más rico, hablamos los problemas que tenemos como personas a diario, el movimiento de hip hop es tan sencillo, que a veces mucho espectáculo puede convertirse en una farsa.

PMU: ¿Por qué crees que cada vez se desconoce más “la vieja escuela”, los fundadores de la cultura, la memoria?

Natalie (joven que apoya críticamente el hip hop): Los jóvenes solo escuchan trap music, perdieron la conexión con “la vieja escuela”. Son individuos que se unen de vez en cuando, no hay continuidad, no hay hermandad, no se comparte. ¿Quién custodia esa memoria? ¿Tendremos que volver a cometer los mismos errores? ¿Empezar de cero? ¿Están encerrados? ¿Cómo es posible salir de ese encerramiento y construir un lugar más abierto? ¿Qué pasa con un festival donde el público no tiene criterio para juzgar, los organizadores no custodian la memoria y, por tanto, la autoridad (en el sentido de origen) y el contexto exterior tampoco ayuda con su incomprensión y poco interés por potenciarlo? Parecen adolescentes que salen de casa por primera vez y no quieren la recomendación del abuelo, porque es de otro siglo y luego, viene el lamento. Hay ciertas nociones que no caducan.

Dos opiniones contundentes a tener en cuenta.

La canción de despedida de La Alianza, de esta edición de Puños Arriba, fue un real homenaje a quienes hicieron, hacen y harán hip hop, un real homenaje al movimiento de hip hop en Cuba (los de adentro y los de afuera, fanes, productores, rappers, spoken word, poetas, “rebelde juventud que forma las nuevas canciones”, “mucha gente buena que está con nosotros más por amigos que por fama”).

Las elecciones deben ser precisas, coherentes con nuestro objetivo. No puede permitirse ignorar a quienes fundaron el género en Cuba bajo todo tipo de dificultades y que sentaron una escuela, solo porque personalmente o económicamente no caben en mi arreglo del festival. Un criterio curatorial debería ser el de transmisión de la memoria, el intercambio de la experiencia con la frescura y fervor (que algunas veces viene acompañada de la torpeza).

Me despido pues, citando el Intro de la canción de La Alianza: “Yo sé de hombres y mujeres que escogieron un camino y, desgraciadamente, hay cosas que suceden, pero este fue el que elegimos. Y, desgraciadamente, hay cosas que nos duelen, pero aun así sobrevivimos, porque los pocos que quedan están de acuerdo en que por esto ¡nos morimos! Hago esto como lo aprendí de los maestros (…) y deja el rap tranquilo, tigre, (…) ¡el rap es libre!”.

Leer la primera parte

Atrás


Comentarios   Dejar un comentario
No hay comentarios en este momento.