10 de octubre de 2016
En una época donde las mujeres cubanas dentro del movimiento underground luchan por visibilizar su trabajo enfrentando diariamente el silencio y la violencia de género, hay un grupo de valientes féminas que han logrado insertarse, mediante un discurso valiente y contestatario, en el difícil circuito del hip hop.
En el pasado dos mil diez, en el marco del Festival Nacional de Hip hop, Pinar Hip Hop 2010, los participantes a la cita plantearon la necesidad de desarrollar este género musical en el sector femenino, ya que el mayor número de exponentes en la isla son del género masculino. En ese contexto, y reafirmando la importancia de diversificar el movimiento, nace un proyecto en la ciudad de Holguín: Menin@, dirigido por la joven rapera de diecisiete años Lilianny Noemy Noris Parra.
Menin@ se alza en la ciudad de los parques como un pilar fundamental dentro del movimiento underground, y para muchos ha llegado a ser un complemento unificador entre generaciones y, además, el catalizador necesario para la fusión de otros géneros musicales. Liliaany, en lo adelante Menin@, posee a su corta edad una lucidez narrativa rozando la agresividad incisiva en la palabra hablada, provocando de este modo un torrente de sentimientos encontrados a todo aquel que la escucha, algo así como un objeto anacrónico que llama la atención en una habitación impoluta. Mujer y joven, posee un modo muy particular de escribir sus textos, y es, para muchos, una vocera de temas solo tocados por los mayores. Por tal motivo, muchos la consideran ya un elemento fundamental dentro del hip hop hecho en Cuba.
Hija del conocido exponente del spoken word, Rafael Noris Gallardo, MC Tr@ke, tiene referentes muy cercanos para su estilo propio. Autora de todas sus letras, Menin@ sorprende en cada presentación que ha tenido a lo largo y ancho de la isla. Aquella niña que fue considerada en su momento la rapera más joven de Cuba, aquella que se inclinara desde los diez años por el rap, hoy se consolida como una exponente fiel de la cultura del hip hop.
Desde el 14 de noviembre de 2010, Menin@ ha perseguido un único objetivo, que se mantiene hasta hoy día: mantener vivo el hip hop hecho por mujeres, representando lo cotidiano mediante su estilo caracterizado por textos fuertes que se encuentran definidos por la propia sociedad.
Para los que tuvieron la oportunidad de ver la primera presentación de Menin@, el 19 de diciembre de 2010, en la Casa del Joven Creador de Holguín, pueden sentir hoy cuánto ha crecido profesionalmente la chica rapera. Abanderada de un talento innegable, se ha ganado el respeto de agrupaciones con una madurez adquirida durante años en su ciudad natal como Advertencia, Las Klidas, D’La Klle, Tolerancia y D’Barrio, entre otras. Se destaca, además, el hecho de haber compartido escenario con agrupaciones y/o proyectos que cultivan todo tipo de arte alternativo como: Doble Filo, Las Positivas, Ondalivre, Los Compinches, La Real y La Reyna, Clase A, Osadía, La Fina, Yaokende, Solda2 Razo, El Skeche y El D’Mente, entre otros importantes exponentes de este género en el país.
Sin dudas, el proyecto creado y dirigido por Menin@ ha sido un proyecto sólido desde sus inicios y hasta hoy día, en cada una de sus presentaciones y producciones, ha contado con el apoyo y la colaboración de numerosos artistas provenientes de diversas manifestaciones del arte. Hoy, cuenta con una producción musical en forma de demo, de la mano de los estudios independientes de la capital 18A16, un regalo no solo para su carrera como rapera, sino para todos los amantes del género y del movimiento underground.
Menin@ aspira a mantenerse y consolidarse en el mundo de la música como grupo de rap; interactuar dentro de una amplia gama de géneros musicales que van desde lo más puro de las raíces de la música cubana; lograr fusionar el hip hop a través de un lenguaje urbano; lograr, además, que sea asimilado por cualquier tipo de público sin tener en cuenta la edad, raza, sexo o religión; transitar por lo clásico incluyendo el funk, el pop y la música electrónica, hasta alcanzar el jazz, el rock, así como los más auténticos sonidos latinos, demostrar de esta manera que son ilimitadas las posibilidades de crear, de crecer profesionalmente y de defender el género para que nunca muera.
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