Conversando con Osmani 00 (Parte I)



PMU pone a disposición del público lector una entrevista con el rapero Osmani 00. La emoción que embarga a este artista al recordar ciertas historias de la “vieja escuela” del rap cubano y su pensamiento respecto a las actuales circunstancias por las que atraviesa el hip hop en nuestro país, son algunas de las dimensiones que expresan que aún existen maestras/os de ceremonia que pugnan por mantener y dignificar esa esencia sociológica que define a este movimiento urbano.

Osmani: Mi nombre civil es Osmani Padrón Giscard y mi nombre artístico es Osmani 00 “El Rasta”. Te voy a explicar una cosa... En realidad, tengo que explicarte varias cosas. La primera vez que me paré en un escenario, tenía 14 años. Trabajé con varios grupos de los años 90: Hermanos de Causa, Cuarta Imagen, Primera Base. Yo, prácticamente, salía de un grupo y entraba en otro. Era una época muy loca y muy linda.

Te voy a decir una cosa: hoy por hoy, en las guaguas y en los almendrones se escucha reguetón, pero en aquella época se escuchaba rap, porque este género tuvo una promoción increíble. Nunca esperamos que fuéramos a lograr cosas de las que luego nosotros mismos nos quedábamos sorprendidos. Nosotros trajimos aquí hasta parientes de 2Pac (el rapero estadounidense) a cantar en el Anfiteatro de Alamar, primera sede del rap en Cuba. Eso es bueno que lo sepan muchas personas. No se trata solamente del hecho que yo viva en Alamar, se trata de la historia, las raíces, los comienzos de este género, el cual estaba muy censurado y se desconocía mucho en este país. Nosotros empezamos a lograr cosas poquito a poco… ¡Nadie se lo esperaba! y creamos un departamento del hip hop, sobre todo en La Habana.

En Oriente ya había su movimiento, pero allí nosotros teníamos nuestro cuartel, como le decíamos. Citando a Rodolfo Rensoli, a Balesy Rivero, que estaban detrás de nosotros, a Yasser Fuentes… no recuerdo bien su nombre, pero todavía está. Entonces, ellos estaban atrás de nosotros conciliando con las instituciones. Nadie estaba institucionalizado, ni nadie era profesional en aquel momento. Todo era algo de espíritu, y te repito, en aquel momento nosotros mismos nos quedamos fríos, nos quedamos sorprendidos por lograr aquello. ¡Y en aquella época, que se estaba viviendo un momento histórico!

PMU: Me planteas que no estaban institucionalizados, pero al propio tiempo lograban una promoción… ¿Cómo se entiende esto?

Osmani: Primero que todo, con los pocos recursos que había… quiero dejar claro una cosa: había tremendo corazón. Tanto de los artistas, como de los organizadores. Y cuando hay corazón, hay todo. Hoy por hoy se ve muy poco el corazón. Entonces, logramos una promoción porque era una época donde se hacían grandes cosas con muy pocos recursos. Pero nosotros con nuestros temas, nuestra proyección artística y hasta con nuestra vestimenta, transmitíamos un mensaje muy importante, que hacía falta en aquel momento. No se trata de decirle a nadie, ni que te mueras ni que te vayas. Se trata de… ¡Coño loco, no hay jabón, pero llévate bien con el vecino de al lado, que tampoco tiene jabón! ¡No tiene por qué ser tu enemigo! Y por ahí para allá, otra tonga de mensajes que defendimos en ese momento.

Cultura nos apoyó, no puedo negar el apoyo de Cultura, porque teníamos aquello como un taller artístico, ni siquiera nada formal. Cultura nos dio el espacio, Rodolfo Rensoli apoyaba desde el punto de vista de pedir prestado. El “prestado” se volvió una palabra de moda en aquel momento. Cultura tenía muy pocos recursos, pero había grupos independientes. Nosotros cantábamos con un background. A veces hacíamos un disco, un solo disco con un background picándolo con casete de cinta.

Yo me emociono cuando hablo de estas cosas, mi hermano, porque yo lo siento. Muchas personas hoy por hoy no conocen esa parte. Nosotros picábamos la cinta y por aquí me suena en un dos por dos y por aquí me suena en un cuatro por cuatro, vamos a cantar con esto. Porque era lo poco que entraba por la FM. Muy pocas personas tenían posibilidad de grabar de la FM. En Alamar teníamos una ventaja, entraban emisoras de otros países, estábamos pegados al mar. Y nos entraban esos backgrounds y en el momento que el cantante no cantaba, que estaba el background solo, lo grabábamos. Y en grabación lo repetíamos. Estoy hablando de cintas, en una doble casetera, pasa para acá esta parte que no tiene voces y empata esta con esta del otro background, de la otra canción del otro tipo, que no tiene voces.

PMU: Era una mezcla de amor y genialidad.

Osmani: ¡Así es! Y así nos la empezamos a arreglar, y Cultura visualizó que estábamos creando un público. Ya no era una peña de rap, se empezó a hacer un festival de rap. No era cosa de cantar en el parqueo de la Casa de la Cultura con 5 raperos y te fuiste para tu casa. ¡Se empezó a hacer un festival de 3 días, desde el punto de vista teórico y práctico! Y aquello llamó mucho la atención de toda la juventud. Impactó muchísimo, quedan personas todavía que recuerdan eso y desean que vuelva esa época. El festival impactó porque no teníamos actividad en el municipio como tal, no había recursos para hacer nada. Pero eso sí lo mantuvimos. Hay que hacer notar algo y es agrandar la labor de Grupo Uno. Los creadores de este grupo gestor pusieron sus uñas, su piel y su sangre, para mantener esto. Hay cosas que en aquel momento eran ilegales. Ahora sí las podemos hacer, pero en aquel momento no se podían ni mentar. Porque el audio y la producción venían por otras vías. Y Grupo Uno, repito, nos apoyó. Esto repercutió desde el punto de vista social. En Alamar, y también puedo citar varios municipios, Guanabacoa, Cerro, San Miguel del Padrón, Centro Habana… cada vez que tú le dabas una patada a una piedra, salía un rapero. O salía alguien con deseos de rapear, o de participar en nuestros festivales de rap, que se hacían con el corazón. De verdad, ahí había una “bomba” que es incomparable con todo lo que se pueda hacer hoy.

PMU: Me interesa abordar el tema de Grupo Uno… ¿Cómo definirlo?

Osmani: Grupo Uno, hablando como hablan los cubanos, empezó primero por un nivel de espiritualidad que se creó entre todos ellos. Grupo Uno no atendía solamente el rap, también se dedicaba a los artistas plásticos que con carbón y tiza hacían sus graffitis, sus cuadros. Entonces, lo que hizo Grupo Uno fue interactuar la plástica (desde el punto de vista grafitero) y el hip hop. Yo pudiera hablarte mucho de Grupo Uno, pero sí hay una cosa que hay que puntualizar: Grupo Uno se buscó muchos conflictos, tanto institucionales como civiles para mantener nuestro proyecto, nuestros festivales, nuestras peñas de rap.

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