No somos la oveja negra de la cultura cubana (Parte II)



La escena underground cubana se mantiene muy activa. Muestra de ello es la preferencia del público por la peña Soul Train, que se realiza los miércoles a las nueve de la noche en la paladar La Flauta Mágica. Este proyecto apuesta por artistas interesantes. Kuban Blues es una de las agrupaciones que recientemente se han sumado al proyecto. Por su gran éxito obtenido, PMU se acercó a conversar con su director Joel Pita Govantes.

Carismático y humilde, Joel nos contó su historia en el muro del malecón habanero. “Mis inicios se remontan al año 1996, cuando cantaba en las peñas de rap que hacían Cuarta Imagen y Los Marginales. Por esa época integré un dúo de rap llamado LG. Después, hice música pop a la onda de los Backstreet Boys.

Los orígenes de Kuban Blues provienen de un grupo anterior al que pertenecimos, que se llamaba A Otro Tiempo. Aquello empezó como un hobby, pues jugábamos con las voces. Pero poco a poco fue tomando seriedad. Dimos clases de baile, actuación, modelaje y de cómo sentarnos a la mesa. Todo eso tiene que ver con la vida del cantante, porque cuando estás encima del escenario, debes tener un dominio total de la interpretación. 

Esta bella idea se frustró porque entraban y salían muchos integrantes, no hubo constancia en el trabajo. Después, nos unimos al proyecto Espacio Latino Records, que tenía su sede en una casa ubicada en la esquina de 23 y B, en el Vedado. Al disolverse la banda por poca promoción, continué con la misma línea y creé mi conjunto actual el 15 de enero del 2009.

Comenzamos como un sexteto y ahora somos un cuarteto. Fue un poco trabajoso porque tuvimos que quitar voces y reestructurar todos los temas de nuestro repertorio.

La formación de Kuban Blues, en estos momentos, la completan Alex Benítez Mesa como barítono, Alejandro Hidalgo Santos como contralto y la muchacha Dayamí Cano Vasconcelos que es mezzo soprano. Tenemos influencia de Boyz II Men, Kool and The Gang, R. Kelly, Sisqo y New Edition, y del patio nos marcaron Bobby Carcasses y Eric Jon. Hacemos R&B, góspel, espiritual y el soul, fusionados con ritmos cubanos, tales como el bolero y el chachachá. Según ha pasado el tiempo, hemos madurado y ya nuestros arreglos musicales son bien complejos. Componemos nuestros temas y agregamos uno que otro cover.

Cantamos en español porque estamos en Cuba y queremos llevar esa música a las nuevas generaciones, de una manera que pueda ser fácilmente entendida por los jóvenes. Lo que sucede en nuestro país es que la música le gusta a mucha gente, pero no se acercan porque no se sienten identificados con las letras, ya que no hablan inglés.  

Es una paradoja interesante el que la música norteamericana estuvo prohibida en nuestro país y ahora tenemos esta peña justo enfrente de la embajada de los Estados Unidos. Muestra clara de que se vislumbran tiempos de cambio.

Al componer hacemos una letra inicial, un poema social quizás y nos dejamos llevar por lo que venga, el ritmo sale solo. No tenemos un esquema predeterminado de composición. Los backgrounds los hacemos con el programa Fruity Loops, en una computadora que tenemos en casa de Alex Benítez, quien es nuestro director musical. Alejandro Hidalgo es el que se encarga de hacer los arreglos vocales. Nuestros temas emblemáticos son “Siénteme”, “Heridas”, “Mi Perdición”, “Olvido Fatal” y “Contigo”. 

Hemos tenido problemas a la hora de grabar, transitamos por disímiles situaciones, cuando ya teníamos un material listo de 6 canciones para sacarlo a la calle, uno de nuestros integrantes anteriores decidió fundar su propio grupo y nos abandonó. Otra cosa negativa en nuestras vidas es que no nos dejan presentarnos en la televisión cubana, porque hay que ir con los temas grabados y doblarlos. Nosotros queremos cantar en vivo porque ese es nuestro fuerte y ya tú ves, no nos comprenden, frenan nuestro desarrollo e impiden que nos demos a conocer ante toda Cuba. Pienso que nos discriminan, principalmente, porque salimos de las calles y no somos ni reggaetoneros ni timberos. Son tantas las situaciones desagradables que ha sufrido la música norteamericana, cuestión de política que es mejor ni hablarlas.

Veo muy bien que ciudadanos norteamericanos visiten nuestro país. Nos conviene, porque es un nuevo personal que consumirá nuestro arte. Además, es una cultura que con sus matices puede enriquecer la nuestra. Es una lástima que en nuestras escuelas no se estudie la historia y cultura norteamericanas. Queremos tener la oportunidad de interactuar libremente con sus músicos.  

Hay que hacer muchísima promoción para que los lugares se te llenen y nuestro estilo no es de grandes teatros, más bien de público interesado y bien selecto. Ninguno de nosotros vivimos de la música, nosotros hacemos otras cositas para ganar el menudito que está perdido. Hidalgo es recién graduado de Estomatología y está haciendo su servicio social, Benítez vive de los trabajitos que hace en su computadora, Dayami es dulcera y yo me dedico al baile y modelaje.

El Soul Train es especial para nosotros porque es independiente y nos permite hacer lo que nos gusta, que es la música proveniente de los Estados Unidos. Nos sentimos llenos de libertad. Nadie nos critica ni censura por el género musical que cultivamos. La idea del proyecto es fenomenal porque hay un público ávido de consumir esta música y la está buscando. Ojalá que se mantenga y tome otra magnitud. Le agradecemos a esos espacios particulares que le están dando verdadera vida al músico independiente. Incitamos al público a que se llegue a La Flauta Mágica, los miércoles en la noche, para que disfruten plenamente de Kuban Blues. También estamos en la peña Onda Retro, que se realiza en la paladar La Nota, los domingos en la tarde.

Nuestras pretensiones son llegar bien lejos, difundir nuestra música y hacernos sentir en la escena underground cubana. Queremos tener una banda de pequeño formato que suene bien. Por ahí hay muchos talentos dispersos, deseosos de que se les dé una oportunidad, aunque para mí la música no es un  trabajo, es divertimento. Estamos muy orgullosos de todo lo que hemos conseguido hasta ahora, pero aún nos falta lo mejor”.

Leer la primera parte de la serie

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