Hip hop para “El Progreso”



Este colaborador tuvo el placer, una vez más, de ser testigo de un hecho transcendental para una comunidad de la oriental provincia de Holguín, esta vez en el barrio El Progreso, bien cerca del viaducto que lleva a un lugar emblemático de la ciudad de los parques: la Loma de la Cruz. Allí tuvo lugar el encuentro de jóvenes artistas de varias provincias del oriente y los habitantes del sitio.

Tengo la intención que esta reseña de lo sucedido el 22 de octubre pasado, fruto del esfuerzo de un equipo de trabajo liderado por Rafael Noris, MC Tr@ke, no quede en la mera relatoría del suceso, así que pido licencia a los lectores para ir más profundo, a la esencia misma de los acontecimientos y sus repercusiones.

Sobre Noris hablé en un artículo anterior, sobre su labor para promocionar el movimiento underground en Holguín, cómo se ha ganado el respeto y la admiración, no solo de la tropa que lo acompaña en cada nueva aventura organizativa, sino de las personas comunes que llegan a conocerlo en cada comunidad donde él y los artistas que reúne, exponen lo más genuino del movimiento underground cubano. Sobre Noris, Yovanoti, DJ Yipsu, Philips Flow Mc, y otros más, podría hablar muchísimo, pero no lo haré porque pretendo centrarme en lo que logra esta tropa, antes, durante y después de cada concierto independiente que llevan a la realidad.

Lo importante es el compromiso de los organizadores en Holguín, el trabajo acertado y constante que están realizando para llevar el más genuino sentimiento underground a las comunidades, saliéndose por completo de las instituciones o espacios oficiales, y tal es el caso de la comunidad El Progreso, un sitio que se vistió de puro rap, la noche del pasado sábado 22 de octubre, y donde un público de todas las edades presenció un espectáculo, para muchos fuera de lo común, para otros esperado, y para la gran mayoría inolvidable.

Casi un mes de “corre corre” para llevar al escenario varios artistas de diferentes provincias, un proceso que se ha convertido en integrador, porque no solo los virtuosos del patio son los principales actores de la promoción del género, sino que forman parte, gracias al empuje de Noris, al pequeño ejército que hacen conocida la historia del underground, accesible a las mayorías.

Alexander Machado Callejas, DJ Chapa X3MO, y Félix Leandro Ramírez Cabrera, El Padrino, llegaron desde Camagüey para unirse a los guantanameros Luis Sánchez Guilbert, El Peregrino Sánchez y Anned Zulueta Reyes, La Clandestina. Ellos, junto a los del patio Phillips Flow Mc y Mc Tr@ke, fueron la atracción de la noche.

Tal y como se describe un tipo de presentación que hacen los DJ, Boiler Room, allí, donde el artista actúa rodeado de los asistentes, sin tarima, sin agentes de seguridad, libre de esquemas o guiones, pasaron de manera coloquial uno a uno, cada cual con su estilo y discurso, sin presiones, disfrutando la calurosa acogida de los presentes.

Llevar cultura a las comunidades es tarea difícil, tal es así, que las instituciones oficiales prefieren organizar eventos solo en los predios de sus sedes, allí donde todo es más fácil y controlado, en eso radica la importancia y el gran valor del trabajo de un proyecto como este. Lo importante es la promoción y, como resultado, más personas conocen y han tenido la posibilidad de presenciar presentaciones de naturaleza underground. Los artistas involucrados también han cambiado de mentalidad, porque conciertos como el celebrado el pasado 21, una vez más refuerza la idea que en la unidad está la fuerza, lo que consolida el proyecto y, por encima de todo, crea vínculos interprovinciales entre los defensores del movimiento underground.

Creo que está de más, describir con mimetismo lo ocurrido aquella noche, la comunidad vitoreó, cantó, tarareó y bailó cada tema interpretado. Cada artista sintió el respeto de los presentes, que no querían que el espectáculo terminara. Quizás, sin saber, estaban dejando una huella indeleble, un grafiti con sus nombres y el cariño de los moradores de El Progreso.

Al finalizar la noche artística, poco más de las 12 de la madrugada, las energías no habían mermado, el ascenso a la Loma de la Cruz, fue algo así como un pacto de amistad, de compromiso. El intercambio de demos, fotos, ideas y experiencias fue, para mí, un punto importante para aquellos muchachos, ya que habían conocido gente nueva haciendo amistades y, sobre todo, afianzado su vínculo no solo con PMU, sino con el movimiento underground cubano.

Eventos de este tipo han hecho de Holguín una plaza fuerte nuevamente, un lugar para tener como referencia. Estoy seguro que seguiremos teniendo noticias de eventos futuros, conciertos que van a seguir llegando al corazón de las comunidades, a los lugares de más difícil acceso, a aquellos a los que las organizaciones culturales oficiales no llegan.

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