Oveja blanca en peligro de extinción, grafitero Tooth Fairy (Parte I)



Artista plástico de formación, el cienfueguero José Antonio Montes Espín, más conocido por todos como Pepe, nos concedió una gratificante entrevista. Es un grafitero que firma como Tooth Fairy, con un particular y sensible punto de vista sobre el mundo y el arte, que nos relató por qué se considera a sí mismo la oveja blanca de su familia y conversamos, además, sobre sus proyectos.

PMU: ¿Desde cuándo formas parte del proyecto K’Bolá?

Pepe: Cuando el proyecto empezó, yo trabajé con ellos esporádicamente. Luego, cuando entré en la galería, me vinculé más y las ideas que yo tenía eran afines a la estética del mismo. Me fui enganchando con la historia del grafiti, cuadró mi temática, que es totalmente antibelicista, a favor de los derechos de la mujer y en contra de la violencia. Fue así como comencé, hace alrededor de 2 años cumplidos en agosto.

PMU: Eres artista plástico de formación. ¿Te inclinaste siempre por el grafiti?

Pepe: Tuve primeramente una línea de trabajos bizantinos, pero los transformaba, le ponía tatuajes a las vírgenes, celulares, cascos de la (ex) Unión Soviética. Después, me incliné hacia el trabajo político, pero siempre hubo un vacío. Soy una persona que viene de una familia totalmente militarizada. Mi abuelo fue combatiente en la Sierra, mi papá, cuando joven, fue de la clandestinidad, fundador del Partido Comunista de Cuba, fundador de las Fuerzas Aéreas Revolucionarias Cubanas, estuvo en Angola, Nicaragua, Etiopía. Mi hermano, de Cuba, es artillero de tanque y especialista en infiltración de armamento enemigo. Mi sobrina, de Estados Unidos, es infante (de la) Marina y yo soy la oveja blanca de la familia.

Yo había hecho grafiti hace 6 o 7 años atrás, paré porque todos los artistas que trabajaban conmigo en Cienfuegos, se fueron del país y solamente quedaba yo y no era muy agradable ir a grafitear solo. Luego de la muerte de mi padre, empecé de nuevo, como una búsqueda de adrenalina para ver si liberaba un poco de tensión. Empecé a utilizar un símbolo muy repetitivo, que es una flor (es mi símbolo), con pingüinos e imágenes de súper héroes. Las personas y amistades comenzaron a preguntar qué era, que estaba volaísimo y me creó un compromiso a seguir haciendo grafiti. Llegó un momento en el que tuve problemas, incluso con la policía, por los grafitis que hacía. Entonces, creé un proyecto donde veo paredes totalmente deterioradas, niños que no tienen pinturas y es allí donde los hago. Siempre tratando que no pertenezcan al Estado, pues una vez que así sea, me ponen límites a la hora de crear y ya no estaría creando para mí, sino para el dueño de la institución. Siempre tuve la tendencia antibelicista, porque desde niño he oído mucho sobre la guerra y me interesó el tema, desde un punto humanista. Me chocó mucho conocer a una persona que trabajó con los niños soldados en Somalia. Me interesó su experiencia y salí a las calles.

PMU: Háblanos sobre el proyecto, idea o exposición que siempre has querido hacer y aun no has logrado.

Pepe: Hasta ahora no me he propuesto hacer nada que no haya logrado. Cuando he tenido la idea de hacer un grafiti en algún lado, sea con permiso o no, siempre lo he hecho. Pero bueno, me gustaría muchísimo hacer una serie de grafitis totalmente en contra de la guerra, solo no he encontrado la pared idónea. Tengo muchas ideas, tanto en letras como en dibujo, de temas antibelicista y temas muy cubanos que no se expanden mucho, como es el tema de la violencia doméstica contra la mujer, el abuso infantil, el abandono infantil, que en Cuba, por mucho que lo quieran tapar, existe. En Cuba, más del 70% de los crímenes violentos están relacionados con una mujer de por medio y muchas veces no salen a la luz por miedo, o porque a las autoridades no les conviene.

PMU: ¿Cómo realizas el proceso de creación, nace de la idea de una imagen, o te documentas al respecto y luego lo llevas al grafiti?

Pepe: Los primeros grafitis fueron oyendo mucho a Escuadrón, hubo muchas canciones que me hicieron hacer varios temas. Luego, como eran grafitis de varias temáticas, decidí hacerlo solamente por líneas de trabajo. Tengo una línea que son 25 trabajos criticando a los súper héroes. Se basa en los 12 miembros fundadores de la Liga de la Justicia, los ridiculizo de tal forma, que pierdan el respeto. Porque para mí, héroe no es la persona que por tener súper poderes destruye una ciudad para salvar el resto de las ciudades, para mí, héroe es quien no llega nunca a la violencia para tratar de resolver un problema. Entonces, creo nuevos héroes a través de los pingüinos, con mensajes en contra de la violencia.

La otra línea que tengo, se llama “Cuando lo bueno caiga del cielo”, es, en cierta forma, trabajar con la maquinaria bélica, el drone, los aviones, helicópteros, a todos les pongo un elemento rosado, porque es un color que me gusta mucho… un lazo rosado, una florecita rosada, y eso da la idea de lo que quisiera. No quiero un drone que pase por mi casa tirando bombas, ni por el barrio, quisiera que pasara tirando corazones.

La otra línea que trabajo mucho, es gracias a las pláticas que he tenido con La Fina y con el proyecto Somos Mucho Más, con el que he trabajado, y es sobre la violencia hacia la mujer. Me he puesto a reflexionar, después de haber conversado con ella que ha ido muchas veces a Cienfuegos, y técnicamente, por una cuestión realista, la mujer tiene que estar en un peldaño mucho más alto que el del hombre. Solamente por traer al mundo vida, hay que respetarla como mujer. La mujer en estos tiempos es un objeto sexual, comercial. Entonces, hago como un pie forzado para que tomen conciencia y empiecen a pensar un poco en lo que está sucediendo y lo que debería cambiar.

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