Actividad alternativa en el Instituto Superior de las Artes: alguien la quiso suspender, no obstante, la actividad se hizo
21 de noviembre de 2016
Las formas en que se planifican las actividades, en algunos y determinados lugares e instituciones educativas en nuestro país, Cuba, a veces son muy cuestionadas y mal vistas innecesariamente, por parte de algunos funcionarios o autoridades, las cuales, claramente, no están capacitados para entender y ejercer el oficio que cumplen, o las tareas designadas por el mismo gobierno, dentro de nuestro patrimonio cultural. Estos titulares con caducados pensamientos instructivos, que a menudo nos tropezamos y se creen superiores por sus cargos y las posibilidades de desempeño en equis labores oficiales, y que, para colmo, son objetos de manipulación y obstrucción de la cultura cubana y de todos los que quieren aportar su grano de arena a ella. Estas personas incomprensibles, que lo único que saben hacer en sus vidas es ayudar a la construcción de barreras de “peros” absurdos y, además, son los primeros en dar el paso al frente para facilitar un NO rotundo, cuando se trata de la aprobación y aceptación de eventos culturales y actividades artísticas, tienen pensamientos erróneos y comenten acciones burócratas, y están, cada día, más en desacuerdo y atentando ciegamente en contra del arte y de los artistas cubanos.
Así fue lo sucedido, en este caso, en el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana, en hora de la mañana del día miércoles 9 de noviembre, del presente año, cuando se dio por suspendida, para los estudiantes y profesores de música, danza, musicología y otras esferas dentro del mundo del arte, los preparativos para la actividad planificada en horario nocturno, en la facultad de teatro, de dicha instalación. Quedó totalmente prohibida, por uno de sus trabajadores, sin justificación alguna. No obstante, todos estos actos incoherentes y obstáculos impuestos, se convierten en polvo o nada, cuando realmente se tiene la necesidad, el deseo y el coraje de hacer las cosas bien. Entonces, la movilización de todos los que pretendían realizar de buena fe esta actividad, hizo posible que se pudiera dar, feliz y tranquilamente, en la parte de atrás del patio de la facultad de artes plásticas.
En el horario de las nueve de la noche, de ese día, la función empezó como era de esperarse: la DJ Rafaela Molina (estudiante de la facultad de danza contemporánea, procedente de Uruguay y una de las principales programadoras del evento), conjuntamente con Carlos Varen (conocido cariñosamente como Charlie, graduado de artes plásticas en la especialidad de pintura y que también es diseñador audiovisual y fotógrafo) y su novia Amanda Socorro (fotógrafa y estudiante de la FAMCA-Facultad de Medios de Comunicación Audiovisual), prepararon el set, la ambientación e iluminación del lugar. Ocurrentemente, confeccionaron lámparas artesanales compuestas de pomos de agua de cinco litros, rellenados con arena y una vela encendida en el centro. También, pusieron 3 o 4 luces pequeñas, para apoyar la luminosidad del área, la cual mitad bajo techo y mitad al aire libre. Conjuntamente a un audio pequeño, pero bien distribuido para la ocasión, el lugar se veía acorde a lo que se quería. Todo con bajos recursos, pero muy agradable.
Inició la actividad el DJ Del Valle, artista visual que vive en el municipio capitalino de Marianao, con un variado lenguaje musical, desde la electrónica, el hip hop, trova, house y dance, hasta la música alternativa y actual en Cuba y el extranjero. Acto seguido, Rafaela (que habíamos visto ya como bailarina contemporánea en el Festival Puños Arriba) se estrenaba como DJ, rematando con una carga de remixes y remezclas, producida por ella, dentro de varias tendencias musicales como el techno y el swing.
Los primeros artistas invitados de la noche fueron Ángelo, desde la Republica de Angola, que acompañó con la guitarra a Isaac Cuba, violinista, quien también tuvo el honor de participar en el Festival Puños Arriba junto a Rafaela Molina. Ambos estudiantes de la especialidad de música, interpretaron, interactuando con el público, una versión de la famosa canción “We Are the World”. Los más de 150 personas, allí presentes, cantaron a coro toda la canción. Igualmente, también presentaron otros temas que están trabajando de conjunto y de su propia autoría.
Para cerrar esta ronda artística, se presentó la introvertida rapera Keren Kmanwey, que cantó temas como el “99”, “Flores rojas”, “Gardenias”, “Me lo he estado pensando” y “Vamos hacernos un selfie”. Estos dos últimos temas, fueron junto al rapero y productor Malcoms Justicia.
Ya casi en la media noche, entraron de nuevo los DJ Rafaela y Del Valle, pero esta vez, para rematar, trabajaron simultáneamente con DJ Max, de Alemania, que del mismo modo que los demás, estudia escultura y artes visuales en el ISA.
El evento duró hasta bien entrada la madrugada y transcurrió de manera serena, tranquila y pacíficamente. Todos los presentes gozaron de la actuación de los artistas invitados y, al unísono, todos estuvieron de acuerdo de la necesidad de hacer actividades netamente culturales dentro de la institución.
De esta forma, afirmo mi conclusión breve, añadiendo, positivamente, que los alumnos y profesores, y muchas otras personas cercanas a dicha institución, reclaman un espacio para actividades culturales alternativas dentro del ISA, donde se vean reflejados sus estudiantes y maestros como cultores de esta sociedad.
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21 de noviembre de 2016
Las formas en que se planifican las actividades, en algunos y determinados lugares e instituciones educativas en nuestro país, Cuba, a veces son muy cuestionadas y mal vistas innecesariamente, por parte de algunos funcionarios o autoridades, las cuales, claramente, no están capacitados para entender y ejercer el oficio que cumplen, o las tareas designadas por el mismo gobierno, dentro de nuestro patrimonio cultural. Estos titulares con caducados pensamientos instructivos, que a menudo nos tropezamos y se creen superiores por sus cargos y las posibilidades de desempeño en equis labores oficiales, y que, para colmo, son objetos de manipulación y obstrucción de la cultura cubana y de todos los que quieren aportar su grano de arena a ella. Estas personas incomprensibles, que lo único que saben hacer en sus vidas es ayudar a la construcción de barreras de “peros” absurdos y, además, son los primeros en dar el paso al frente para facilitar un NO rotundo, cuando se trata de la aprobación y aceptación de eventos culturales y actividades artísticas, tienen pensamientos erróneos y comenten acciones burócratas, y están, cada día, más en desacuerdo y atentando ciegamente en contra del arte y de los artistas cubanos.
Así fue lo sucedido, en este caso, en el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana, en hora de la mañana del día miércoles 9 de noviembre, del presente año, cuando se dio por suspendida, para los estudiantes y profesores de música, danza, musicología y otras esferas dentro del mundo del arte, los preparativos para la actividad planificada en horario nocturno, en la facultad de teatro, de dicha instalación. Quedó totalmente prohibida, por uno de sus trabajadores, sin justificación alguna. No obstante, todos estos actos incoherentes y obstáculos impuestos, se convierten en polvo o nada, cuando realmente se tiene la necesidad, el deseo y el coraje de hacer las cosas bien. Entonces, la movilización de todos los que pretendían realizar de buena fe esta actividad, hizo posible que se pudiera dar, feliz y tranquilamente, en la parte de atrás del patio de la facultad de artes plásticas.
En el horario de las nueve de la noche, de ese día, la función empezó como era de esperarse: la DJ Rafaela Molina (estudiante de la facultad de danza contemporánea, procedente de Uruguay y una de las principales programadoras del evento), conjuntamente con Carlos Varen (conocido cariñosamente como Charlie, graduado de artes plásticas en la especialidad de pintura y que también es diseñador audiovisual y fotógrafo) y su novia Amanda Socorro (fotógrafa y estudiante de la FAMCA-Facultad de Medios de Comunicación Audiovisual), prepararon el set, la ambientación e iluminación del lugar. Ocurrentemente, confeccionaron lámparas artesanales compuestas de pomos de agua de cinco litros, rellenados con arena y una vela encendida en el centro. También, pusieron 3 o 4 luces pequeñas, para apoyar la luminosidad del área, la cual mitad bajo techo y mitad al aire libre. Conjuntamente a un audio pequeño, pero bien distribuido para la ocasión, el lugar se veía acorde a lo que se quería. Todo con bajos recursos, pero muy agradable.
Inició la actividad el DJ Del Valle, artista visual que vive en el municipio capitalino de Marianao, con un variado lenguaje musical, desde la electrónica, el hip hop, trova, house y dance, hasta la música alternativa y actual en Cuba y el extranjero. Acto seguido, Rafaela (que habíamos visto ya como bailarina contemporánea en el Festival Puños Arriba) se estrenaba como DJ, rematando con una carga de remixes y remezclas, producida por ella, dentro de varias tendencias musicales como el techno y el swing.
Los primeros artistas invitados de la noche fueron Ángelo, desde la Republica de Angola, que acompañó con la guitarra a Isaac Cuba, violinista, quien también tuvo el honor de participar en el Festival Puños Arriba junto a Rafaela Molina. Ambos estudiantes de la especialidad de música, interpretaron, interactuando con el público, una versión de la famosa canción “We Are the World”. Los más de 150 personas, allí presentes, cantaron a coro toda la canción. Igualmente, también presentaron otros temas que están trabajando de conjunto y de su propia autoría.
Para cerrar esta ronda artística, se presentó la introvertida rapera Keren Kmanwey, que cantó temas como el “99”, “Flores rojas”, “Gardenias”, “Me lo he estado pensando” y “Vamos hacernos un selfie”. Estos dos últimos temas, fueron junto al rapero y productor Malcoms Justicia.
Ya casi en la media noche, entraron de nuevo los DJ Rafaela y Del Valle, pero esta vez, para rematar, trabajaron simultáneamente con DJ Max, de Alemania, que del mismo modo que los demás, estudia escultura y artes visuales en el ISA.
El evento duró hasta bien entrada la madrugada y transcurrió de manera serena, tranquila y pacíficamente. Todos los presentes gozaron de la actuación de los artistas invitados y, al unísono, todos estuvieron de acuerdo de la necesidad de hacer actividades netamente culturales dentro de la institución.
De esta forma, afirmo mi conclusión breve, añadiendo, positivamente, que los alumnos y profesores, y muchas otras personas cercanas a dicha institución, reclaman un espacio para actividades culturales alternativas dentro del ISA, donde se vean reflejados sus estudiantes y maestros como cultores de esta sociedad.
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