Vamos a hacer un concierto… ¿así de fácil?



La falta de espacios y oportunidades para los músicos independientes es algo común. Tras darle vueltas en la cabeza al resultado de varios conciertos en los que he sido parte del equipo organizativo, decidí escribir este artículo dirigido en especial a los músicos, que en su mayoría, son quienes organizan este tipo de eventos. No soy especialista en el tema, pero sí he tenido que documentarme para hacer uno que otro trabajo y al final, algo se acaba aprendiendo.

Cuando decimos concierto debemos estar conscientes de la producción musical y artística que llevará detrás. No pasa nada por querer tocar en vivo, al fin y al cabo eres músico, pero en realidad, ¿tienes en cuenta los pros y los contras cuando tienes la oportunidad de hacerlo?

Si se quiere dejar un buen sabor de boca y hasta repetir en algún otro momento, tienes que hacer un buen trabajo, incluso desde el mismo momento que tengas la idea. Como organizador debes tener en cuenta una serie de puntos, pero solo expondré los que para mí no puedes pasar por alto.

1. Elige un buen equipo de trabajo

Hacer un concierto no es algo de 3 días, debes hacer gestiones, la lista de invitados, revisar lo que van a cantar… y tú solo no puedes hacerlo, así que necesitas un equipo que te apoye en las tareas. Busca gente en la que confíes y define la labor de cada uno, esto hará el trabajo más fácil. Eso sí, no pretendas que alguien haga algo importante para lo que no está preparado. No hay nada peor que un improvisado en una actividad que requiere conocimiento y experiencia. Pongamos un ejemplo: si tienes un representante y por algún motivo está disponible, no le des la responsabilidad de diseñar el guión del espectáculo. Esta tarea es de un director artístico o productor musical. OJO, en la industria de la música, productor ejecutivo y productor musical no es lo mismo. El primero es el responsable financiero del proyecto, mientras el último es quien se ocupa de todo lo que tiene que ver con la música.

2. Sé un buen líder

Si trabajas en equipo, debes hacerlo a tiempo completo. Si necesitas hacer cambios, ten en cuenta la opinión de los demás, o por lo menos comunícaselo a tiempo. Puedes perder credibilidad como líder si haces cambios a última hora, sin que el resto del equipo lo sepa. Tampoco es buena idea decir cada 5 minutos que eres el director o el jefe, eso todos lo saben de antemano y puedes llegar a contrariar a tu equipo. No te olvides de controlar las tareas con medida; no es bueno preguntar a cada segundo: ¿cómo está todo?, ¿qué falta?, ¿ya hiciste esto? Con esto puedes hacer que alguien no realice bien su trabajo y luego, cuando algo no salga bien, querrás pedir cuentas.

3. Selecciona un buen lugar

A veces, el lugar para presentarte deja mucho que desear, así que ten cuidado en este aspecto. No es el fin del mundo si te demoras en conseguir un espacio mientras garantices un lugar agradable a la vista de tus invitados, así podrás asegurar que repitan en otra ocasión.

4. Piensa bien a quién vas a invitar como músico

No invites a alguien solo por llenar agujeros. En el caso de hacer un concierto enfocado a un tema específico, mira a ver quién se apega a las características. Si el concierto es dedicado a la discriminación de género, no haces nada con un trovador cantando un tema político. Pero no te excedas, tampoco te vas a pasar una hora hablando de lo mismo. Piensa qué canciones pueden funcionar, aunque no hablen directamente del tema. Por este motivo es bueno conocer el repertorio de tus invitados y si no, siempre puedes preguntarles. Lo que sí tienes que garantizar, por encima de todo, es la calidad de los artistas que van a participar. Haz audiciones, ensayos, revisa con tiempo los temas que van a interpretar; todo lo que hagas con respecto a esto está más que justificado. No dejes que “el hambre de micrófono” de los otros influya sobre ti a la hora de tomar decisiones. Recuerda que eres quien está al frente y es tu reputación lo que está en juego.

5. Prepárate bien

Visto el punto anterior, no te abandones. Tú también necesitas estar preparado, si no lo estás, no hagas nada, así de simple. Nuevamente, es tu reputación lo que estás apostando y si el material que vas a mostrar no tiene calidad, puedes correr el riesgo de quedarte sin público. Y por supuesto, trata de tener un repertorio variado y amplio, sabemos que siempre hay temas que se pegan más que otros, pero escuchar lo mismo una y otra vez puede resultar tedioso.

6. Calidad es mejor que cantidad

Hacer un buen concierto es mejor que dos que queden más o menos. No porque puedas realizar estos eventos todos los meses, quiere decir que sea buena idea. Si no haces algo bueno, puede que la próxima vez alguien te diga que no, o en el peor de los casos, no quieran trabajar más contigo.

Para concluir, sabemos que nadie es perfecto y todos cometemos errores, pero se trata de aprender de ellos, no de repetirlos. A todo aquel que cuente con la oportunidad y el presupuesto para hacer un concierto, hágalo como se debe, o por lo menos, déjese la piel para que todo quede lo mejor posible. Al final, verá como el esfuerzo es recompensado.

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