El rap sigue vivo, no está extinto en Cuba
6 de febrero de 2017
Artistas que defiendan el hip hop escasean cada vez más en Cuba. Entre las causas que lo han llevado hasta casi su extinción se encuentran la poca promoción y espacios donde presentarse, el surgimiento y proliferación de otros estilos como el reggaetón, la fuerte censura, así como la poca retribución económica. Los jóvenes que se interesan e intentan cultivar el género rápidamente quedan relegados a un segundo plano y las instituciones culturales no poseen el interés de apoyarlos.
Sobre el asunto en cuestión y su carrera como rapero, Erick Chales conversó con PMU: “Soy de Lawton, un barrio con tremenda tradición de hip hop. Soy licenciado en estudios socioculturales. Trabajo como promotor y especialista en programación en el Pabellón Cuba desde hace cinco años.
Comencé a rapear cuando tenía 17 años de edad. Me llamó mucho la atención el rap en español que hacían Vico C y El General y ellos fueron mi bujía inspiradora. Me uní a Pedro Pulido y formamos el dúo Rivales Callejeros, en 1998. Hacíamos cosas en fiestas, en peñas por ahí y nos dimos cuenta de que teníamos calidad. El hip hop en esa época era algo novedoso, llamaba mucho la atención. El movimiento tenía fuerza y varios funcionarios de cultura se dieron cuenta de que estaba halando a mucha gente, juventud principalmente y como siempre tomaron el control de todo.
Hicimos rap social con toques de humor y sátira, lo fusionamos con el reggae y nos dio tremendos resultados. Pero tiempo después surgió el reggaetón y todo el mundo sabe lo que sucedió con el género. No nos afectó directamente porque nosotros íbamos más hacia lo social y por ello ganamos premios en varias peñas que se realizan en comunidades apartadas de nuestra ciudad. Alcanzamos cierto reconocimiento por los raperos de nuestra generación y nos mantuvimos. Nunca nos hemos profesionalizado ni hemos formado parte de la Agencia Cubana de Rap porque eran muy selectivos y no compartimos sus directrices. Además, el rap no se acogía como un género en las empresas musicales, no era su prioridad, solo lo es si lo viene buscando el turismo, lo que se venda, fuimos discriminados, marginados y excluidos.
Casi siempre trabajamos por la ‘izquierda’ y fuera de los conciertos de rap comunes, frente a otro público y compartiendo con diversas ramas del arte. Nos mezclamos con la salsa, el jazz y la música electrónica. Tenemos una propuesta muy atractiva. Ser rapero es una forma de vida y de pensar también.
Primeramente, adquiríamos backgrounds norteamericanos y después comenzamos a crearlos nosotros mismos. Se nos acercaron muchos productores cubanos tales como Moisés MO Records, Kumar y David Carrillo con su estudio de grabaciones del Vedado, este último fue el que nos definió musicalmente. Todas esas grabaciones casi siempre las hacíamos gratis, de favor, por amor al arte y nuestros demos no podían exceder los 5 temas.
En nuestro 12do aniversario organizamos un concierto en una calle de Lawton, incluimos un grupo de rock & roll llamado Kamikaze y a otro rapero, Humberto Sosa. Ese concierto fue memorable porque terminamos con la policía llevándose a Pedro Pulido y nos tumbaron la electricidad.
Tuvimos éxito, pues asistieron más de mil personas. Después de eso decidimos nombrar Karhavana al nuevo proyecto, ya con los nuevos componentes incorporados de manera fija. Escogimos ese nombre porque quisimos jugar con las palabras: la cara de La Habana y caravana, pues queremos que todos nuestros colegas tomen el mismo rumbo de libertad creativa. Algo nuevo en nosotros, pues era el trabajo de Rivales Callejeros, pero con instrumentos, no con secuencia. Teníamos bajo, batería, tumbadoras dos guitarras y un corista.
Este formato no nos funcionó porque no poseíamos el presupuesto para trasladar los instrumentos. Todo se desmembró, pero nos quedamos con el nombre. En noviembre del 2015 intentamos hacer un concierto en la Pérgola del Pabellón Cuba, mi centro de trabajo. Una idea genial, pero tres días antes me lo suspendieron. Los funcionarios tenían que llegar a un consenso y ser aprobado por no se cuánta gente. No daban la cara. Estaban en provincia cuando tomaron esa decisión. Mi jefe directo, que fue quien me propuso el concierto, no tenía cara para verme. Se le fue de las manos y no podía decidir qué hacer con nosotros. Imagínate, después de haber llamado a invitados, familiares, audio y todo. La explicación que me dieron fue que nosotros debíamos haber hecho más conciertos durante el año. Una cosa contradictoria, pues no te dejan tocar si no tienes conciertos previos y cómo tenemos los conciertos si no nos dejan hacerlos.
Los raperos han sido discriminados en las Romerías de Mayo, festival que se celebra en Holguín organizado por la Asociación Hermanos Saíz, pues los albergan apartados en un lugar fuera de la ciudad en condiciones paupérrimas como para que no participen más. La Asociación no los apoya, como que los tiene porque no puede salir de ellos.
Al final, lo hicimos en la calle en mi barrio como siempre, así funcionó todo mejor. Eso fue lo último que realizamos en vivo. Tras este suceso nos concentramos en el estudio de grabación. Somos una muestra de que el rap sigue vivo, no está extinto en Cuba. Muchos raperos han emigrado hacia el reggaetón, como que se han prostituido, no los critico, pero no comparto su actitud.
Personalmente, he sufrido discriminación porque soy un rapero blanco. A este género le han impuesto sus estereotipos. Mi familia me ha criticado, al principio no entendían que ese fue el género que me cautivó. En varios lugares donde me he presentado mi imagen le ha chocado a otros raperos. Hubo hasta personas que me preguntaron qué hacia allí. La verdad es que en esos momentos no me doy cuenta de que soy diferente. Una vez fuimos invitados por la cantante Dayani Lozano y su maquillista me dijo que yo era la única nota discordante del concierto y, por lo tanto, me puso unas trencitas afro. Mis parejas son negras y han sufrido rechazo. Me siento muy mal porque eso está en la mente de todo el mundo. Tienen que ubicarse, el rapero más exitoso de la historia es Eminem y es blanco. Este es un tema muy escabroso y va más allá de la música.
Nuestras letras han abarcado diversos temas sociales, tales como el racismo, la postura de la policía y el gobierno hacia los jóvenes, el alcoholismo, la drogadicción y la prostitución. Usamos la burla y somos capaces de ver aristas de los problemas que las personas comunes no perciben. Mis canciones más contestatarias son con Karhavana: ‘Yo no me doblego’, ‘La Candonga’ y ‘Hoy, mañana y siempre’, y en solitario: ‘Mídanse’, ‘Vivo orgulloso’, ambos tratan la temática de las preferencias sexuales, y ‘Me llevan’ que está dedicada a la policía”, finalizó Erick Chales.
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6 de febrero de 2017
Artistas que defiendan el hip hop escasean cada vez más en Cuba. Entre las causas que lo han llevado hasta casi su extinción se encuentran la poca promoción y espacios donde presentarse, el surgimiento y proliferación de otros estilos como el reggaetón, la fuerte censura, así como la poca retribución económica. Los jóvenes que se interesan e intentan cultivar el género rápidamente quedan relegados a un segundo plano y las instituciones culturales no poseen el interés de apoyarlos.
Sobre el asunto en cuestión y su carrera como rapero, Erick Chales conversó con PMU: “Soy de Lawton, un barrio con tremenda tradición de hip hop. Soy licenciado en estudios socioculturales. Trabajo como promotor y especialista en programación en el Pabellón Cuba desde hace cinco años.
Comencé a rapear cuando tenía 17 años de edad. Me llamó mucho la atención el rap en español que hacían Vico C y El General y ellos fueron mi bujía inspiradora. Me uní a Pedro Pulido y formamos el dúo Rivales Callejeros, en 1998. Hacíamos cosas en fiestas, en peñas por ahí y nos dimos cuenta de que teníamos calidad. El hip hop en esa época era algo novedoso, llamaba mucho la atención. El movimiento tenía fuerza y varios funcionarios de cultura se dieron cuenta de que estaba halando a mucha gente, juventud principalmente y como siempre tomaron el control de todo.
Hicimos rap social con toques de humor y sátira, lo fusionamos con el reggae y nos dio tremendos resultados. Pero tiempo después surgió el reggaetón y todo el mundo sabe lo que sucedió con el género. No nos afectó directamente porque nosotros íbamos más hacia lo social y por ello ganamos premios en varias peñas que se realizan en comunidades apartadas de nuestra ciudad. Alcanzamos cierto reconocimiento por los raperos de nuestra generación y nos mantuvimos. Nunca nos hemos profesionalizado ni hemos formado parte de la Agencia Cubana de Rap porque eran muy selectivos y no compartimos sus directrices. Además, el rap no se acogía como un género en las empresas musicales, no era su prioridad, solo lo es si lo viene buscando el turismo, lo que se venda, fuimos discriminados, marginados y excluidos.
Casi siempre trabajamos por la ‘izquierda’ y fuera de los conciertos de rap comunes, frente a otro público y compartiendo con diversas ramas del arte. Nos mezclamos con la salsa, el jazz y la música electrónica. Tenemos una propuesta muy atractiva. Ser rapero es una forma de vida y de pensar también.
Primeramente, adquiríamos backgrounds norteamericanos y después comenzamos a crearlos nosotros mismos. Se nos acercaron muchos productores cubanos tales como Moisés MO Records, Kumar y David Carrillo con su estudio de grabaciones del Vedado, este último fue el que nos definió musicalmente. Todas esas grabaciones casi siempre las hacíamos gratis, de favor, por amor al arte y nuestros demos no podían exceder los 5 temas.
En nuestro 12do aniversario organizamos un concierto en una calle de Lawton, incluimos un grupo de rock & roll llamado Kamikaze y a otro rapero, Humberto Sosa. Ese concierto fue memorable porque terminamos con la policía llevándose a Pedro Pulido y nos tumbaron la electricidad.
Tuvimos éxito, pues asistieron más de mil personas. Después de eso decidimos nombrar Karhavana al nuevo proyecto, ya con los nuevos componentes incorporados de manera fija. Escogimos ese nombre porque quisimos jugar con las palabras: la cara de La Habana y caravana, pues queremos que todos nuestros colegas tomen el mismo rumbo de libertad creativa. Algo nuevo en nosotros, pues era el trabajo de Rivales Callejeros, pero con instrumentos, no con secuencia. Teníamos bajo, batería, tumbadoras dos guitarras y un corista.
Este formato no nos funcionó porque no poseíamos el presupuesto para trasladar los instrumentos. Todo se desmembró, pero nos quedamos con el nombre. En noviembre del 2015 intentamos hacer un concierto en la Pérgola del Pabellón Cuba, mi centro de trabajo. Una idea genial, pero tres días antes me lo suspendieron. Los funcionarios tenían que llegar a un consenso y ser aprobado por no se cuánta gente. No daban la cara. Estaban en provincia cuando tomaron esa decisión. Mi jefe directo, que fue quien me propuso el concierto, no tenía cara para verme. Se le fue de las manos y no podía decidir qué hacer con nosotros. Imagínate, después de haber llamado a invitados, familiares, audio y todo. La explicación que me dieron fue que nosotros debíamos haber hecho más conciertos durante el año. Una cosa contradictoria, pues no te dejan tocar si no tienes conciertos previos y cómo tenemos los conciertos si no nos dejan hacerlos.
Los raperos han sido discriminados en las Romerías de Mayo, festival que se celebra en Holguín organizado por la Asociación Hermanos Saíz, pues los albergan apartados en un lugar fuera de la ciudad en condiciones paupérrimas como para que no participen más. La Asociación no los apoya, como que los tiene porque no puede salir de ellos.
Al final, lo hicimos en la calle en mi barrio como siempre, así funcionó todo mejor. Eso fue lo último que realizamos en vivo. Tras este suceso nos concentramos en el estudio de grabación. Somos una muestra de que el rap sigue vivo, no está extinto en Cuba. Muchos raperos han emigrado hacia el reggaetón, como que se han prostituido, no los critico, pero no comparto su actitud.
Personalmente, he sufrido discriminación porque soy un rapero blanco. A este género le han impuesto sus estereotipos. Mi familia me ha criticado, al principio no entendían que ese fue el género que me cautivó. En varios lugares donde me he presentado mi imagen le ha chocado a otros raperos. Hubo hasta personas que me preguntaron qué hacia allí. La verdad es que en esos momentos no me doy cuenta de que soy diferente. Una vez fuimos invitados por la cantante Dayani Lozano y su maquillista me dijo que yo era la única nota discordante del concierto y, por lo tanto, me puso unas trencitas afro. Mis parejas son negras y han sufrido rechazo. Me siento muy mal porque eso está en la mente de todo el mundo. Tienen que ubicarse, el rapero más exitoso de la historia es Eminem y es blanco. Este es un tema muy escabroso y va más allá de la música.
Nuestras letras han abarcado diversos temas sociales, tales como el racismo, la postura de la policía y el gobierno hacia los jóvenes, el alcoholismo, la drogadicción y la prostitución. Usamos la burla y somos capaces de ver aristas de los problemas que las personas comunes no perciben. Mis canciones más contestatarias son con Karhavana: ‘Yo no me doblego’, ‘La Candonga’ y ‘Hoy, mañana y siempre’, y en solitario: ‘Mídanse’, ‘Vivo orgulloso’, ambos tratan la temática de las preferencias sexuales, y ‘Me llevan’ que está dedicada a la policía”, finalizó Erick Chales.
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- Pedro Arturo Perez
- 7 de febrero, 2017 11:51 am (GMT-5:00)
- Tronco de tema, buena descarga de estos muchachos muy bien escrito pero espero tambien se le atencion a otros generos
- 7 de febrero, 2017 11:51 am (GMT-5:00)