Reencuentro, el hip hop no ha muerto
6 de marzo de 2017
Con broche de oro y sabor a hip hop cerró febrero en la ciudad de Holguín. La creciente avalancha de espacios promocionados por PMU ha contribuido positivamente al fortalecimiento del género en la oriental provincia cubana. Es un hecho recurrente, para bien de los artistas y seguidores del movimiento, que la ciudad de los parques se está tornando en una plaza fuerte y que su localización esté tomando nuevamente un lugar en el mapa del hip hop, como años atrás.
Es muy gratificante asistir a las presentaciones, peñas o conciertos que mes tras mes se hacen realidad gracias al trabajo de un pequeño grupo de jóvenes entusiastas, empeñados en mantener viva la llama de rap a como dé lugar. Ellos han sumado, cada vez, más colaboradores y conforman hoy un pequeño ejército muy eficiente.
Una vez más, una comunidad holguinera fue testigo de lo que es posible hacer con empeño y pasión por una causa. Una deuda pendiente fue saldada, varias veces Rafael Noris “Mc Tr@ke” me había comentado que en algún momento tendría que organizar algún concierto en su barrio, aquel espacio que ha sido testigo de su vida por más de cuarenta años. Era una deuda personal con aquel lugar y su gente.
El barrio La Gravilla, del reparto Libertad, fue el escenario escogido para el concierto Reencuentro y, como siempre, varios artistas de otras provincias se juntaron al talento local para discursar a manera de rap sobre diversos temas de interés personal o colectivo. Las Tunas y Granma fueron los territorios emisores de artistas en esta ocasión, En Talla y Los Aliados, respectivamente, fueron los invitados a participar en el espectáculo.
Domingo 26 de febrero, a las 8:00 p.m., la Pantalla de la Gravilla fue el lugar para el reencuentro de varias generaciones de artistas del movimiento underground. A la hora pactada tomó micrófono en mano el MC Tr@ke, quien con breves palabras introductorias y luego de interpretar dos de sus canciones más representativas, mediante su característico estilo de spoken word dio paso a los muchachos de Bayamo: Los Aliados.
Aquí una breve historia de Los Aliados:
Producen su música desde la base hasta la masterización, quien los ve en una habitación de hotel, junto a una laptop, usando el FL Studio o el Qbase, entienden lo difícil que es para un músico underground ganarse un espacio de reconocimiento, sin acceso a ningún tipo a representación, promoción o programación. Son incapaces de financiar un estudio de grabación, por eso se tienen que valer de cuánto artilugio exista para tener una cantidad considerable, o razonable, de pistas que sostengan un repertorio. Chicos como estos son los menos favorecidos en cuanto a seguimiento dentro de la “industria” cubana. Es muy difícil llegar lejos, tanto que muchas veces no se sale, ni siquiera,de la provincia de origen. Para los dos integrantes del proyecto de hip hop bayamés, los cinco temas interpretados frente al numeroso público asistente al concierto fue un paso de adelanto en su aún corta carrera. Además, fue una prueba de fuego, la confrontación necesaria con otro público, lejos de los amigos o seguidores propios; y también, la oportunidad de compartir escenario con artistas consagrados que, sin dudas, pueden ser paradigmas a seguir.
A continuación, Phillips Flow MC no podía faltar, definitivamente su carisma y talento natural lo convierten en un MC por naturaleza. Sus presentaciones, en sí, son un espectáculo que disfrutan los seguidores de todas las edades. Pol, como lo llaman sus amigos, subió la parada y dejó la pista bien caliente para los muchachos de Las Tunas: el dúo En Talla, de quienes también haremos un resumen:
El dúo En Talla lo conforman El Moro y El Maro, es un proyecto seguido de cerca por este colaborador. Desde el mismo principio noté una gran complementación de estilo, vocal y, sobre todo, en escena. Estos muchachos comparten algo más que la pasión por el hip hop, los une un profundo de deseo de defender la cultura underground. Como la mayoría de los nuevos valores del género, se valen de todos los recursos que disponen para auto sostenerse musicalmente. Poseen, gracias a la creatividad, varios temas producidos con esfuerzo propio, acompañados por varios audiovisuales que, sin llegar a ser grandes videos clip, sí son sin lugar a dudas, una excelente carta de presentación. El público asistente disfrutó de la puesta en escena de En Talla, el carisma del Maro y el rápido fraseo del Moro son una unión perfecta para el joven proyecto tunero.
Es habitual que, en presentaciones de este tipo, la adrenalina que causa el espectáculo provoque diferentes sensaciones y reacciones en los asistentes. Una vez más desde el público llegan, al escenario, antiguos y noveles exponentes del rap. Esta vez, Phillips Flow incitó a conocidos raperos a subir y entre improvisaciones espontáneas, el ambiente llegó a un nuevo nivel: pelea de gallos, una frase frecuente que emociona a todo mundo en eventos o conciertos de hip hop. La noche no podía terminar mejor, sobre todo al ver, luego de fuertes enfrentamientos musicales, apretones de manos y abrazos entre adversarios.
Eran las 12:00 a.m., y definitivamente la gente quería más, pero por cuestiones lógicas había que terminar, la mayoría de barrio ya dormía y los invitados de provincia debían retornar a sus orígenes, en algunas horas. Una larga caminata de regreso al hotel sirvió para que el grupo de muchachos intercambiara ideas, contactos, para que hablaran de metas y de hip hop.
No me canso de repetir una frase que le escucho frecuentemente a Phillips Flow MC, y de la que estoy convencido, aunque sea cada vez más difícil hacer rap, aunque las disqueras no se interesen por el género, aunque la empresa comercializadora de la música no integre en sus catálogos a raperos, aunque muchos valores del movimiento desistan, se cansen de las trabas y aparten el género para insertarse o alinearse a fórmulas más comerciales y menos underground, aunque se escuche menos en la radio, o se vea cada vez menos en la TV a algún proyecto: El hip hop no ha muerto, ni morirá.
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6 de marzo de 2017
Con broche de oro y sabor a hip hop cerró febrero en la ciudad de Holguín. La creciente avalancha de espacios promocionados por PMU ha contribuido positivamente al fortalecimiento del género en la oriental provincia cubana. Es un hecho recurrente, para bien de los artistas y seguidores del movimiento, que la ciudad de los parques se está tornando en una plaza fuerte y que su localización esté tomando nuevamente un lugar en el mapa del hip hop, como años atrás.
Es muy gratificante asistir a las presentaciones, peñas o conciertos que mes tras mes se hacen realidad gracias al trabajo de un pequeño grupo de jóvenes entusiastas, empeñados en mantener viva la llama de rap a como dé lugar. Ellos han sumado, cada vez, más colaboradores y conforman hoy un pequeño ejército muy eficiente.
Una vez más, una comunidad holguinera fue testigo de lo que es posible hacer con empeño y pasión por una causa. Una deuda pendiente fue saldada, varias veces Rafael Noris “Mc Tr@ke” me había comentado que en algún momento tendría que organizar algún concierto en su barrio, aquel espacio que ha sido testigo de su vida por más de cuarenta años. Era una deuda personal con aquel lugar y su gente.
El barrio La Gravilla, del reparto Libertad, fue el escenario escogido para el concierto Reencuentro y, como siempre, varios artistas de otras provincias se juntaron al talento local para discursar a manera de rap sobre diversos temas de interés personal o colectivo. Las Tunas y Granma fueron los territorios emisores de artistas en esta ocasión, En Talla y Los Aliados, respectivamente, fueron los invitados a participar en el espectáculo.
Domingo 26 de febrero, a las 8:00 p.m., la Pantalla de la Gravilla fue el lugar para el reencuentro de varias generaciones de artistas del movimiento underground. A la hora pactada tomó micrófono en mano el MC Tr@ke, quien con breves palabras introductorias y luego de interpretar dos de sus canciones más representativas, mediante su característico estilo de spoken word dio paso a los muchachos de Bayamo: Los Aliados.
Aquí una breve historia de Los Aliados:
Producen su música desde la base hasta la masterización, quien los ve en una habitación de hotel, junto a una laptop, usando el FL Studio o el Qbase, entienden lo difícil que es para un músico underground ganarse un espacio de reconocimiento, sin acceso a ningún tipo a representación, promoción o programación. Son incapaces de financiar un estudio de grabación, por eso se tienen que valer de cuánto artilugio exista para tener una cantidad considerable, o razonable, de pistas que sostengan un repertorio. Chicos como estos son los menos favorecidos en cuanto a seguimiento dentro de la “industria” cubana. Es muy difícil llegar lejos, tanto que muchas veces no se sale, ni siquiera,de la provincia de origen. Para los dos integrantes del proyecto de hip hop bayamés, los cinco temas interpretados frente al numeroso público asistente al concierto fue un paso de adelanto en su aún corta carrera. Además, fue una prueba de fuego, la confrontación necesaria con otro público, lejos de los amigos o seguidores propios; y también, la oportunidad de compartir escenario con artistas consagrados que, sin dudas, pueden ser paradigmas a seguir.
A continuación, Phillips Flow MC no podía faltar, definitivamente su carisma y talento natural lo convierten en un MC por naturaleza. Sus presentaciones, en sí, son un espectáculo que disfrutan los seguidores de todas las edades. Pol, como lo llaman sus amigos, subió la parada y dejó la pista bien caliente para los muchachos de Las Tunas: el dúo En Talla, de quienes también haremos un resumen:
El dúo En Talla lo conforman El Moro y El Maro, es un proyecto seguido de cerca por este colaborador. Desde el mismo principio noté una gran complementación de estilo, vocal y, sobre todo, en escena. Estos muchachos comparten algo más que la pasión por el hip hop, los une un profundo de deseo de defender la cultura underground. Como la mayoría de los nuevos valores del género, se valen de todos los recursos que disponen para auto sostenerse musicalmente. Poseen, gracias a la creatividad, varios temas producidos con esfuerzo propio, acompañados por varios audiovisuales que, sin llegar a ser grandes videos clip, sí son sin lugar a dudas, una excelente carta de presentación. El público asistente disfrutó de la puesta en escena de En Talla, el carisma del Maro y el rápido fraseo del Moro son una unión perfecta para el joven proyecto tunero.
Es habitual que, en presentaciones de este tipo, la adrenalina que causa el espectáculo provoque diferentes sensaciones y reacciones en los asistentes. Una vez más desde el público llegan, al escenario, antiguos y noveles exponentes del rap. Esta vez, Phillips Flow incitó a conocidos raperos a subir y entre improvisaciones espontáneas, el ambiente llegó a un nuevo nivel: pelea de gallos, una frase frecuente que emociona a todo mundo en eventos o conciertos de hip hop. La noche no podía terminar mejor, sobre todo al ver, luego de fuertes enfrentamientos musicales, apretones de manos y abrazos entre adversarios.
Eran las 12:00 a.m., y definitivamente la gente quería más, pero por cuestiones lógicas había que terminar, la mayoría de barrio ya dormía y los invitados de provincia debían retornar a sus orígenes, en algunas horas. Una larga caminata de regreso al hotel sirvió para que el grupo de muchachos intercambiara ideas, contactos, para que hablaran de metas y de hip hop.
No me canso de repetir una frase que le escucho frecuentemente a Phillips Flow MC, y de la que estoy convencido, aunque sea cada vez más difícil hacer rap, aunque las disqueras no se interesen por el género, aunque la empresa comercializadora de la música no integre en sus catálogos a raperos, aunque muchos valores del movimiento desistan, se cansen de las trabas y aparten el género para insertarse o alinearse a fórmulas más comerciales y menos underground, aunque se escuche menos en la radio, o se vea cada vez menos en la TV a algún proyecto: El hip hop no ha muerto, ni morirá.
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