El grafiti, parte de un movimiento revolucionario y rebelde



Alí es un grafitero cienfueguero que encontró la pasión por la modalidad de pintar en las paredes y muros, desde el año 2014.

El grafiti, como muchos sabemos, es una modalidad de pintura libre, que se destaca por su ilegalidad, por lo que generalmente son realizados en espacios urbanos. Como resultado se obtiene, en ocasiones, textos abstractos en las paredes, de manera libre y creativa, teniendo como fin fundamental la expresión y divulgación. Su esencia es cambiar y evolucionar, sin dejar de ser un atractivo visual y con un alto impacto, como parte de un movimiento urbano revolucionario y rebelde, siendo una de las cuatro partes de las ramas del hip hop. Además de ser catalogada como uno de los nueve elementos básicos de< esta cultura.

En el caso de Alí, no solo pretende mediante palabras, letras o dibujos que el espectador aprecie exclusivamente como tal su obra, sino que gane una experiencia visual, una experiencia temporal y espacial. Es decir, que atienda y juega con todas las condiciones, la localización, el momento, la influencia social, acontecimientos políticos y culturales que coinciden en un momento en el tiempo; definiendo aquello que la pieza artística transmitirá al espectador. Este conjunto de condiciones, que no podemos obtener explícitamente, Alí las esconde detrás de cada grafiti que realiza y son plasmadas espontáneamente sobre cada pared o muro donde deja su huella. De igual manera es marca influyente en cada proyecto del cual es parte. Uno de ellos es muy conocido por todo el país, el proyecto cienfueguero K’Bola, del cual es integrante hace más de dos años y contemporáneo con la apertura de otro de sus proyectos: Galería Poco Bonito.

Alí tiene formación académica como artista plástico, pero no fue hasta iniciarse en el proyecto K’Bola que apareció en su vida la inquietud del grafiti. Con anterioridad había realizado algunos grafitis, pero confiesa no habérselo tomado con seriedad hasta este momento. Al respecto me comentó: “Ahora es algo con lo que he creado un compromiso social y conceptual, visto desde el arte. Antes era solo experimental”.

Le pregunto cuáles son las principales ideas que maneja en la creación y desarrollo de su trabajo artístico, y rápidamente nos explica: “El proyecto-galería Poco Bonito trabaja intrínsecamente junto al proyecto K’Bola, por su corte digamos, antropológico desde lo social. Su obra se basa en un hilo conductor que es darle espacio a lo nuevo, y un poco criticar y poner sobre la mesa la supuesta correcta estética. Quién es el que define que es correcto estéticamente y qué no lo es. La estética euro-centrista que domina casi gran parte del planeta, el detrimento de las culturas autóctonas, de las tradiciones propias de cada nación. Es eso, sobre todo, el principal hilo que nos conduce”.

Durante nuestra conversación fuimos adentrándonos en lo que expone en sus obras y conocimos sobre los principales temas que trata en ellas. “Manejo temáticas sobre cómo la mujer es y ha sido pisoteada a lo largo de la historia, y dentro de esos temas, fundamentalmente la mujer afro-descendiente que ha sido de casi todas las mujeres la más pisoteada. Ya sea en contrabando sexual, en cuanto a los derechos civiles. Cuando salgo del espacio galerístico y voy a las calles, más bien lo que busco es como un sistema de acción y reacción. Uso elementos de la cultura pop, de la cultura americana de los años 50 para acá, o de la cultura pop europea, e incluso en la cubana. Uso elementos y textos para incitar en la gente pensamientos diferentes, sobre las cosas que nos traen y que generalmente nos venden como guía, como himno, sin preguntar por qué ni con qué motivo o fundamento. Mi objetivo es causar reacción en las persona ante la presencia de las cosas, de dónde vienen y por qué”, expresa este artista visual.

Más adelante, me comenta que su necesidad de expansión, productividad y creación va en evolución, y por estos motivos continúa desarrollando nuevos proyectos: “Estoy trabajando en la fundación de un proyecto que al inicio tenía como objetivo reagrupar a varios artistas relativamente jóvenes que están como olvidados, e intervenir las calles de la ciudad. Aún es algo que está en papel. Acciones serias estamos haciendo con K’Bola y con Poco Bonito”.

No podía faltar su opinión sobre el actual movimiento hiphopero, del cual es parte y defensor, y sobre el grafiti que realizó dedicado al mismo, en esta ocasión cuando nos encontramos para conversar: “Me encanta la confluencia entre artistas de otras manifestaciones. Es importante que las personas se reúnan de vez en cuando para darle sangre nueva al movimiento, más al hip hop, que todos sabemos necesita constante evolución porque tiene un gran compromiso con lo social.

El grafiti que hice hoy es de una serie que vengo desarrollando. En la cultura pop muchas veces se usaba un solo elemento y lo que se hacía era repetirlo, porque se cree que mediante la repetición, en algún momento, la persona se tenía que preguntar por qué. Entonces uso el icono del smile, ya sea en Facebook cuando damos like o para decir que estamos alegres. Ese símbolo, que no tiene nada más, pero sí una carga conceptual, emocional y social inmensa. Yo lo que hago es agregarle can you, que en español significaría: pudieras o puedes sonreír. Lo he usado en varias obras de arte callejero. Es precisamente eso, poner a la gente a cuestionarse, y que es mejor hacer las cosas sobre la base del amor y del respeto para crear un futuro sano”.

Así, el grafiti se caracteriza por ser un arte que no solo se limita a expresar los elementos léxicos y visuales que todos vemos y que son obvios, sino que transporta consigo una serie de condiciones, que el espectador es capaz de disfrutar mediante la visualización de esta expresión artística. Y Alí, grafitero de Cienfuegos, en el centro del país, es uno de los más genuinos exponentes actuales de esta modalidad de la cultura hip hop cubana.

Atrás


Comentarios   Dejar un comentario
No hay comentarios en este momento.