El productor musical y la realidad del hip hop cubano (Parte I)



Cuando hablamos de productor musical en la comunidad de hip hop cubano, creemos que hablamos de esa persona que se dedica a hacer música y que luego nos cobra una cifra determinada de dinero (o simplemente lo hace gratis), algo que la inmensa mayoría de los cultores desvalorizan y ni siquiera saben lo que implica este hecho.

Mi reflexión está dada porque ahora he estado escuchando, por parte de algunos raperos, que es necesario actualizarse en cuanto a sonido musical se refiere, pero lo curioso es que los que se refieren a este hecho y emiten estos criterios son los mismos que nunca trazaron una estrategia económica personal para actualizar su música años atrás y hablo de profesionales, resultando que ni siquiera los aficionados buscan este nutriente artístico desde la realidad que implica, y al menos: ¡Qué bueno que se hayan dado cuenta!

Voy a mostrar esto de una forma rápida para que nuestra comunidad sepa la realidad que existe alrededor de ella y saquen en conclusión lo que está ocurriendo ahora mismo. Si a una persona profesional no se le paga por lo que hace, esta persona busca una estrategia de subsistir de alguna manera y en cuanto al productor musical, por supuesto, busca formas alternativas con géneros más populares que le permitan una economía (ley de la casa) para esto. Puede pensarse que el productor musical marca esta estrategia, es suficiente para usar el tiempo en ambos espacios, es decir, tanto para la música popular que le brinda el alimento como para la música que disfruta, en este caso rap y/o hip hop cubano, pero pensar así es mucho peor, porque “el tiempo es un alma de doble filo” y todo lo que el ser humano realiza en su vida se compone a su alrededor de un universo infinito, impensable, que constantemente está en desarrollo y, por tanto, este hecho fundamental es al que hago referencia. Economía de las gratuidades.

En la escala de tiempo es solo el comienzo, al volverse visible dicho productor, luego tiene que estudiar para poder hacer mejor su trabajo y esto limita aún más que los raperos puedan llegar a él y hacer de su arte algo serio que aporte frutos y crecimiento artístico personal, porque el rapero, por lo general, busca la manera de no pagarle y, por tanto, el tiempo de espera de este rapero cuando trabaja con cualquier productor para lograr el producto final se vuelve cada vez y cada vez más distante.

Repito: esta es la parte simple dentro de todo lo que se puede profundizar en la dinámica objetiva de la realidad de un productor musical. Ahora pasemos directamente a los resultados.

El resultado en cuanto a esto es que con nuestra acción terminemos empoderando a nuestra mayor competencia, el reggaetón. Es decir, una de las principales razones por la que estamos como estamos dentro de la comunidad de hip hop cubano es que, en mi criterio, creativamente hemos evolucionado muy poco para lograr productos sonoros de calidad, implica también que la música de rap y/o hip hop cubano se quede sin evolución alguna ante la cultura nacional del país y podrá ser una redundancia, pero realmente no lo es, porque una cosa es sonido y otra cosa diferente es música, de esta forma permitimos que surjan subgéneros dentro del mismo rap potenciados por nuevas maneras de elaborar el sonido y nosotros, entendedores del desconocimiento, sigamos copiando una y otra vez de lo que se logra en cuanto a producción musical se refiere y un alto nivel de visibilidad en el mundo, es decir, por parte del mainstream que no es más que lo que estamos acostumbrado a ver por los canales de televisión y por supuesto, el Paquete Semanal.

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