El que no critica la sociedad no es rapero
27 de marzo de 2017
Cincuenta y seis minutos pueden parecer un acto fugaz o toda una eternidad, un tiempo intrascendente o un momento de infinita relevancia. Cincuenta y seis minutos precisamente fue lo que se extendió el concierto debut del grupo Ron con Cola, espacio de tiempo más que suficiente para darnos cuenta que esta agrupación dará mucho de qué hablar en el movimiento de hip hop underground cubano.
Dicha presentación, que también sirvió para presentar su primer demo titulado La historia de un corazón, fue realizada el viernes 17 de marzo, en la Sala Teatro Avenida, ubicada en el municipio Playa.
Ron con Cola está integrado por el rapero Frank Pedroso Noris, conocido como Big Boy, y Braulio Fernández Coss “El Estudiante”, como voz melódica. Contaron con la colaboración de los músicos Livan Pedro Robinson en el piano y dirección musical, Ernesto Castillo en la batería, David Osvaldo Pérez Matos en la guitarra eléctrica y Rubén León en el bajo. Estos muchachones mezclan el rap con ritmos afrocubanos, R&B, rock, bossa nova, son tradicional, soul, chachachá y reggae.
El público comprendía a más de ciento treinta personas, la mayoría rondando los veinte años de edad, quienes dieron rienda suelta a su entusiasmo y disfrutaron, sobremanera, las diez canciones interpretadas, con letras sociales inteligentes, arreglos de gran profundidad y elaboración.
Me encantaron los tracks “Bienvenido a la Habana”, muy actual, que aborda lo cara de la vida en nuestra ciudad, lo duro de transitar por ella debido a lo difícil que está tomar un taxi botero y sus precios elevados. También “Amor de CUJAE”, escrita mientras Big Boy esperaba el P6 para regresar a su casa desde la universidad, ómnibus que no pasa o que pasa, y no se detiene en la parada. “Ser humano” contiene una letra bastante fuerte y nos hace reflexionar sobre la violencia de género. Pero el punto álgido fue la hermosa balada son, “Yemayá”, dedicada a aquellos que perdieron a sus familiares en el mar, intentando emigrar hacia los Estados Unidos para buscar un futuro mejor. Fui testigo de las lágrimas de varios de la audiencia, muestra de que Ron Cola toca aristas sensibles de nuestra historia y contemporaneidad, remarcando que no podemos olvidar el pasado reciente con falsas aperturas. Este tema contó con la colaboración de la bailarina Yisel Negrin Jorrin, Marian Rivera en la flauta y el percusionista Javier Rodríguez en los tambores batá.
La Sala Teatro se mostró como un espacio agradable para el concierto, pero sus funcionarios no entendieron la importancia del evento y permitieron muy poco tiempo al evento. Cortaron la presentación cuando el público estaba más animado, a las nueve y treinta de la noche, sin explicación alguna. Pienso que la carga social de las canciones los sorprendió.
Al culminar el concierto, Big Boy comentó a PMU: “Hemos hecho un resumen de lo que ha sido nuestra carrera. Interpretamos los temas que más nos identifican y que nos han funcionado. Además de poseer un discurso coherente y directo para el público, queremos una sonoridad atractiva que lo acompañe. Por eso tenemos banda acompañante, porque ya llega el momento en que el background se me queda corto para lograr la fusión del rap con otros géneros. Estos músicos son amigos míos que creyeron en el proyecto, todos son empíricos y con tremendo talento. Además, me toca criticar nuestra sociedad, simplemente por el artista underground que soy. El que no critica la sociedad no es rapero. Todas las letras e improvisaciones son de mi autoría, los coros y la parte melódica son de Braulio, siempre nos reunimos a la hora de componer y nos retroalimentamos. La promoción es bien difícil para un artista emergente como yo. Utilicé medios alternativos y las redes sociales para promover el concierto. Existen variantes, pero a la población le es difícil acceder a ese tipo de plataformas.
Estuvimos repletos de público universitario, que es el que me apoya, el que corea mis canciones –continuó el artista–, esos jóvenes que están necesitados de un cambio en nuestro entorno. Invité a varios productores independientes para escucharan nuestra música y espero que surjan nuevas oportunidades. Tenemos previsto grabar un nuevo extended play, en el estudio de Moisés “MO Records”, en el barrio del Juanelo, en San Miguel del Padrón. Allí han grabado grandes del hip hop underground, como Anónimo Consejo y La Reyna y la Real”.
Por su parte, Braulio Fernández Coss “El Estudiante” nos dijo: “Ron con Cola trae como propuesta rescatar el hip hop cubano. Este género está muy deteriorado por diversas causas y queremos revolucionar el movimiento. Nuestras canciones hablan todo el tiempo de la sociedad cubana. Hoy pretendemos mostrar la nueva imagen del grupo. Ya sin background y con banda acompañante. Todo realizado con instrumentos en vivo, colmados de maravillosos arreglos realizados por Liván Pedro Robinson. Nuestro fuerte es la musicalidad que rodea los mensajes sociales. Esperamos que las personas sepan que somos un grupo muy nuevo, que todavía nos falta mucho, pero que tenemos ganas de convencer”.
Liván Pedro Robinson, pianista y director musical de Ron con Cola, también se nos acercó: “Somos un colectivo bien diverso y eso ayuda con respecto a la fusión de la ideas. Estamos constantemente creando. Vivimos nuestra música y lo mismo que sufrimos cada día en nuestras vidas es el mensaje que transmitimos. Estamos marcando pautas en la elaboración de un hip hop con música acompañante sui generis, estamos haciendo algo diferente que desencadenará un rompimiento de los cánones tradicionales del género”.
La opinión del público no faltó, de boca de Francisco Pedroso Camejo, uno de los asistentes: “Hubo muchas expectativas con este concierto, que se cumplieron. Las intenciones de las letras de este grupo son bien contestatarias. Es rap vinculado con la música tradicional y eso llama mucho la atención. Poco a poco, grupos como este se van imponer en el hip hop, gracias a su calidad musical. Este es un género que han llenado de estereotipos, marginado y discriminado. Ron con Cola se abre paso poco a poco con sensibilidad y creatividad en su discurso literario. Toda esta juventud se ha identificado con su mensaje innovador. Pienso que para que llegue a las masas se les debe dar un espacio mayor en los medios de difusión masiva. El hip hop proviene de vertientes urbanas y es la música del pueblo”.
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27 de marzo de 2017
Cincuenta y seis minutos pueden parecer un acto fugaz o toda una eternidad, un tiempo intrascendente o un momento de infinita relevancia. Cincuenta y seis minutos precisamente fue lo que se extendió el concierto debut del grupo Ron con Cola, espacio de tiempo más que suficiente para darnos cuenta que esta agrupación dará mucho de qué hablar en el movimiento de hip hop underground cubano.
Dicha presentación, que también sirvió para presentar su primer demo titulado La historia de un corazón, fue realizada el viernes 17 de marzo, en la Sala Teatro Avenida, ubicada en el municipio Playa.
Ron con Cola está integrado por el rapero Frank Pedroso Noris, conocido como Big Boy, y Braulio Fernández Coss “El Estudiante”, como voz melódica. Contaron con la colaboración de los músicos Livan Pedro Robinson en el piano y dirección musical, Ernesto Castillo en la batería, David Osvaldo Pérez Matos en la guitarra eléctrica y Rubén León en el bajo. Estos muchachones mezclan el rap con ritmos afrocubanos, R&B, rock, bossa nova, son tradicional, soul, chachachá y reggae.
El público comprendía a más de ciento treinta personas, la mayoría rondando los veinte años de edad, quienes dieron rienda suelta a su entusiasmo y disfrutaron, sobremanera, las diez canciones interpretadas, con letras sociales inteligentes, arreglos de gran profundidad y elaboración.
Me encantaron los tracks “Bienvenido a la Habana”, muy actual, que aborda lo cara de la vida en nuestra ciudad, lo duro de transitar por ella debido a lo difícil que está tomar un taxi botero y sus precios elevados. También “Amor de CUJAE”, escrita mientras Big Boy esperaba el P6 para regresar a su casa desde la universidad, ómnibus que no pasa o que pasa, y no se detiene en la parada. “Ser humano” contiene una letra bastante fuerte y nos hace reflexionar sobre la violencia de género. Pero el punto álgido fue la hermosa balada son, “Yemayá”, dedicada a aquellos que perdieron a sus familiares en el mar, intentando emigrar hacia los Estados Unidos para buscar un futuro mejor. Fui testigo de las lágrimas de varios de la audiencia, muestra de que Ron Cola toca aristas sensibles de nuestra historia y contemporaneidad, remarcando que no podemos olvidar el pasado reciente con falsas aperturas. Este tema contó con la colaboración de la bailarina Yisel Negrin Jorrin, Marian Rivera en la flauta y el percusionista Javier Rodríguez en los tambores batá.
La Sala Teatro se mostró como un espacio agradable para el concierto, pero sus funcionarios no entendieron la importancia del evento y permitieron muy poco tiempo al evento. Cortaron la presentación cuando el público estaba más animado, a las nueve y treinta de la noche, sin explicación alguna. Pienso que la carga social de las canciones los sorprendió.
Al culminar el concierto, Big Boy comentó a PMU: “Hemos hecho un resumen de lo que ha sido nuestra carrera. Interpretamos los temas que más nos identifican y que nos han funcionado. Además de poseer un discurso coherente y directo para el público, queremos una sonoridad atractiva que lo acompañe. Por eso tenemos banda acompañante, porque ya llega el momento en que el background se me queda corto para lograr la fusión del rap con otros géneros. Estos músicos son amigos míos que creyeron en el proyecto, todos son empíricos y con tremendo talento. Además, me toca criticar nuestra sociedad, simplemente por el artista underground que soy. El que no critica la sociedad no es rapero. Todas las letras e improvisaciones son de mi autoría, los coros y la parte melódica son de Braulio, siempre nos reunimos a la hora de componer y nos retroalimentamos. La promoción es bien difícil para un artista emergente como yo. Utilicé medios alternativos y las redes sociales para promover el concierto. Existen variantes, pero a la población le es difícil acceder a ese tipo de plataformas.
Estuvimos repletos de público universitario, que es el que me apoya, el que corea mis canciones –continuó el artista–, esos jóvenes que están necesitados de un cambio en nuestro entorno. Invité a varios productores independientes para escucharan nuestra música y espero que surjan nuevas oportunidades. Tenemos previsto grabar un nuevo extended play, en el estudio de Moisés “MO Records”, en el barrio del Juanelo, en San Miguel del Padrón. Allí han grabado grandes del hip hop underground, como Anónimo Consejo y La Reyna y la Real”.
Por su parte, Braulio Fernández Coss “El Estudiante” nos dijo: “Ron con Cola trae como propuesta rescatar el hip hop cubano. Este género está muy deteriorado por diversas causas y queremos revolucionar el movimiento. Nuestras canciones hablan todo el tiempo de la sociedad cubana. Hoy pretendemos mostrar la nueva imagen del grupo. Ya sin background y con banda acompañante. Todo realizado con instrumentos en vivo, colmados de maravillosos arreglos realizados por Liván Pedro Robinson. Nuestro fuerte es la musicalidad que rodea los mensajes sociales. Esperamos que las personas sepan que somos un grupo muy nuevo, que todavía nos falta mucho, pero que tenemos ganas de convencer”.
Liván Pedro Robinson, pianista y director musical de Ron con Cola, también se nos acercó: “Somos un colectivo bien diverso y eso ayuda con respecto a la fusión de la ideas. Estamos constantemente creando. Vivimos nuestra música y lo mismo que sufrimos cada día en nuestras vidas es el mensaje que transmitimos. Estamos marcando pautas en la elaboración de un hip hop con música acompañante sui generis, estamos haciendo algo diferente que desencadenará un rompimiento de los cánones tradicionales del género”.
La opinión del público no faltó, de boca de Francisco Pedroso Camejo, uno de los asistentes: “Hubo muchas expectativas con este concierto, que se cumplieron. Las intenciones de las letras de este grupo son bien contestatarias. Es rap vinculado con la música tradicional y eso llama mucho la atención. Poco a poco, grupos como este se van imponer en el hip hop, gracias a su calidad musical. Este es un género que han llenado de estereotipos, marginado y discriminado. Ron con Cola se abre paso poco a poco con sensibilidad y creatividad en su discurso literario. Toda esta juventud se ha identificado con su mensaje innovador. Pienso que para que llegue a las masas se les debe dar un espacio mayor en los medios de difusión masiva. El hip hop proviene de vertientes urbanas y es la música del pueblo”.
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