¿Ganó una mujer? ¡Algunos aseguran que sí! (Parte I)
24 de abril de 2017
Yo soy una mujer. Ahora puedes juzgarme, pero en tu juicio no olvides nunca que yo soy una mujer para la sociedad, hembra para la biología y humana para buscar el bien y la libertad. Ahora puedes llamarme parcial y lo soy, no tengo la experiencia de ser hombre, entre muchas otras. Respeto eso.
Mi intención en este artículo no es derramar verdad sobre las mentes sedientas de clausura, sino enfocar en algunos hechos en los que yo pienso más porque soy mujer, porque a veces causan dolor y frustración en mi vida y creo que los hombres también deberían pensar en ellos, aunque muchos ya lo hacen y por esto enriquece mi visión. De cierta manera, esta es una verdad: la mía. Quiero sumarme a la polémica.
Aquí presentaré la opinión de Keren Kmanwey y otras personas que le apoyan pensando que la decisión final del Mortal Kombat Rap fue injusta. Idealmente, consultaría también a las otras partes: El Tanke, el jurado (experto en medir flow, dicción, creatividad, el no uso de muletillas, palabras censuradas, evitar temas políticos), la parte del público que agradece el show y está de acuerdo con la decisión, pero no lo haré, aunque le invito a que lo haga si le compromete. Este no es un juicio formal y yo no soy juez, es solamente el ejercicio de la trivialidad de tener una opinión, derecho que tanto se teme ejercer. No me juzgue mal, tengo una posición, pero escucho para dialogar y negociar, o acaso me va a convencer de que no soy mujer, ¿podría?, si le apasiona la retórica. Sea como sea, aquí no hay un lío, hay solo una polémica y no hay nada más saludable para cualquier comunidad que la posibilidad de debate.
Durante siglos se ha dicho que la mujer se hace más hombre cada vez que conquista aquellos ámbitos vitales (a veces muy triviales) a los que los hombres se consideran destinados por su sexo: tener una opinión, mostrar abiertamente coraje o fortaleza, no esconder su particular fisionomía o apetitos, iniciar una acción, una aventura, emprender. ¿Les hacen esto a las mujeres más hombres? Nooooo, solo les hace más humanas. Este componente de sexo no está en su situación (algo mutable, temporal y pasajero), sino en su condición (estado más allá de su elección. Claro, todo esto se puede llevar a debate y oponerle el argumento “del mejor de los mundos posibles”). Lo que quiero expresar es que cuando la mujer expresa una opinión, toma la iniciativa, explota las posibilidades de su cuerpo, muestra coraje y arrojo, no se hace más hombre sino más humana, pues estos ámbitos pertenecen a la humanidad y su libertad, no a la masculinidad. Esta cuestión es grave.
La Batalla de Gallos es una tradición popular que heredamos del continente en la que dos machos luchan por su territorio o por su natural disposición durante una época del año a probar fuerzas. Huelga decir que una metáfora es una mera poética para expresar una realidad, de esta tomamos la fuerza, el espíritu combativo, el ansia de medir habilidades, de triunfar, pero si el caso fuera que los “gallos” son humanos se agregaría el respeto, la mutua admiración y la no necesidad de filtrar al ganador por el tamiz del sexo.
Es la noche del 25 de marzo, cerca de la media noche y primerísimas horas del 26 de marzo. Es la final entre El Tanke y Keren. Ella venció SIN DUDAS a los dos contrincantes anteriores, El Sicario y La Nena. Mereció estar allí. Luego vinieron tres empates y una decisión final favorable al Tanke. No digo que sea incorrecta, digo que fue polémica. Veamos que declara mi parte. Léelo porque es interesante.
Keren Kmanwey: “Seleccionaron a quien pudiera ser un buen show en este espectáculo y sí representé a Camagüey porque se buscaba también una representación nacional. No fue mi primera competencia, mi primera competencia fue en Colón, en Matanzas, en el Potaje Urbano, en la batalla de la Red Bull donde el campeón fue El Ciudadano y perdí en la primera ronda con él, el año pasado. Nunca había hecho una batalla y pensé en una competencia de free style, pero cuando llegué allí me di cuenta que es una batalla, que tengo que decirte cosas que te duelan y que a la gente le dé risa dentro de los parámetros que me pidan.
Yo estudié al Ciudadano, que ahora también es campeón invicto en la batalla de este año de la Red Bull y vi las partes positivas de cada competidor y me di cuenta de lo que tenía que hacer, pero hasta entonces no supe. Eso fue lo que tomé como recurso esta vez, gánate al público y ofende al del lado aunque sea mentira. Este es un free style diferente. No es el free style de cuando tú estás en tu concierto y quieres levantar al público, esta fue mi segunda batalla y no sé si será la última, vamos a ver si quiero presentarme, solo quise probar en esto.
A mí me gusta mucho el free style, pero el free style libre, no el free style como competencia, con contrincantes. El jurado y hasta el público se rigen mucho por eso, tú puedes hacer un free style súper bien ejecutado que si no le dices nada a tu contrincante, no vas a ganar. Si no te fajas, no ganas, y eso es la batalla de gallos. Yo sé que hay otros recursos y deberían ser evaluados de otra forma, pero es batalla de gallos. Se muere uno o el otro.
La final tuvo demasiados empates que no me parecen válidos. Fueron tres empates, en los dos primeros yo considero, particularmente, que yo gané y ya en el tercer empate me desconcentré, me estresé, algo que no tenía que haber pasado, eso es otra cosa que tengo para la próxima: que no me puedo desconcentrar pase lo que pase, si ya me decidí a competir, tengo que competir hasta el final y no tenía que haberme desconcentrado al final. Después de tres empates estaba exhausta, no físicamente ni mi voz, sino espiritualmente, preguntándome: ‘por favor, ¿hasta cuándo? Si ya he ganado dos veces, y ha sido muy obvio además’. Novatada, experiencia.
Fue poco profesional de mi parte haberme desconcentrado, pero también vi el machismo presente en esa final y me molestó, fue lo que más me molestó. No fue de forma consciente o personal, la situación fue sui generis. Hay una cosa que admiré mucho del Tanke y fue que se fajó conmigo como si se hubiese fajado con un hombre, porque tú estás acostumbrada a ver en los escenarios y en la batallas de gallos que generalmente se presentan muy pocas mujeres, pero yo he tenido la oportunidad de ver varias competencias de free style, no solo esta, a nivel nacional, sino otras en las provincias, que generalmente es La Nena la que se presenta siempre y que es conocida como que hace free style, y se presenta en batalla, y todos los demás son hombres y mata a todo el mundo, y lo que he observado es que cuando las mujeres están en frente a su otro contrincante, que generalmente es hombre, siempre utilizan el mismo recurso: la condescendencia, no te voy a decir nada porque eres mujer porque a ti lo que hay es que darte amor y al final te escudas en eso y no haces nada. Admiré mucho eso del Tanke, que El Tanke se fajó de rapero a rapera. Hay mucha dignidad en dignificar a tu rival. No hay nada más que me moleste que digan: ‘¡Oh, es mujer!’. No, yo soy una artista y estás en una competencia, entonces respétame y respétate. El cliché de una competencia entre una mujer y un hombre es el hombre haciendo proposiciones sexuales.
Estoy súper orgullosa de mi participación. Vencí dos contrincantes súper fuertes: El Sicario y La Nena. La verdad es que se desató una polémica, algunas gentes decían que fue una injusticia y otras que El Tanke ganó. Mi reacción fue agradecer y rechazar algunos consejos y comentarios impropios. Y concluí: ‘para mí yo gané’.
Mi comentario no iba dirigido al Tanke, esto hay que saber bien. Su actuación fue muy buena, probablemente la mejor que se le haya visto. A mí realmente me gustó su actuación, su free style, su show, aunque esperaba más de él por sus años de experiencia. Yo aprendí mucho, pero también pienso que menos dudas debieron haber.
Yo sueño con que el free style sea libre. Tirarle al oponente lo aprendí en la batalla pasada y dije: voy a probarme en esto, pero no es lo que me gusta, prefiero el free style libre para darle ánimos al público, para levantar mi concierto, y decirte lo que de verdad estoy pensando, no decirte una mentira porque realmente no me importa ni tu figura ni la ropa con la que te vistas…
Leer la segunda parte
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24 de abril de 2017
Yo soy una mujer. Ahora puedes juzgarme, pero en tu juicio no olvides nunca que yo soy una mujer para la sociedad, hembra para la biología y humana para buscar el bien y la libertad. Ahora puedes llamarme parcial y lo soy, no tengo la experiencia de ser hombre, entre muchas otras. Respeto eso.
Mi intención en este artículo no es derramar verdad sobre las mentes sedientas de clausura, sino enfocar en algunos hechos en los que yo pienso más porque soy mujer, porque a veces causan dolor y frustración en mi vida y creo que los hombres también deberían pensar en ellos, aunque muchos ya lo hacen y por esto enriquece mi visión. De cierta manera, esta es una verdad: la mía. Quiero sumarme a la polémica.
Aquí presentaré la opinión de Keren Kmanwey y otras personas que le apoyan pensando que la decisión final del Mortal Kombat Rap fue injusta. Idealmente, consultaría también a las otras partes: El Tanke, el jurado (experto en medir flow, dicción, creatividad, el no uso de muletillas, palabras censuradas, evitar temas políticos), la parte del público que agradece el show y está de acuerdo con la decisión, pero no lo haré, aunque le invito a que lo haga si le compromete. Este no es un juicio formal y yo no soy juez, es solamente el ejercicio de la trivialidad de tener una opinión, derecho que tanto se teme ejercer. No me juzgue mal, tengo una posición, pero escucho para dialogar y negociar, o acaso me va a convencer de que no soy mujer, ¿podría?, si le apasiona la retórica. Sea como sea, aquí no hay un lío, hay solo una polémica y no hay nada más saludable para cualquier comunidad que la posibilidad de debate.
Durante siglos se ha dicho que la mujer se hace más hombre cada vez que conquista aquellos ámbitos vitales (a veces muy triviales) a los que los hombres se consideran destinados por su sexo: tener una opinión, mostrar abiertamente coraje o fortaleza, no esconder su particular fisionomía o apetitos, iniciar una acción, una aventura, emprender. ¿Les hacen esto a las mujeres más hombres? Nooooo, solo les hace más humanas. Este componente de sexo no está en su situación (algo mutable, temporal y pasajero), sino en su condición (estado más allá de su elección. Claro, todo esto se puede llevar a debate y oponerle el argumento “del mejor de los mundos posibles”). Lo que quiero expresar es que cuando la mujer expresa una opinión, toma la iniciativa, explota las posibilidades de su cuerpo, muestra coraje y arrojo, no se hace más hombre sino más humana, pues estos ámbitos pertenecen a la humanidad y su libertad, no a la masculinidad. Esta cuestión es grave.
La Batalla de Gallos es una tradición popular que heredamos del continente en la que dos machos luchan por su territorio o por su natural disposición durante una época del año a probar fuerzas. Huelga decir que una metáfora es una mera poética para expresar una realidad, de esta tomamos la fuerza, el espíritu combativo, el ansia de medir habilidades, de triunfar, pero si el caso fuera que los “gallos” son humanos se agregaría el respeto, la mutua admiración y la no necesidad de filtrar al ganador por el tamiz del sexo.
Es la noche del 25 de marzo, cerca de la media noche y primerísimas horas del 26 de marzo. Es la final entre El Tanke y Keren. Ella venció SIN DUDAS a los dos contrincantes anteriores, El Sicario y La Nena. Mereció estar allí. Luego vinieron tres empates y una decisión final favorable al Tanke. No digo que sea incorrecta, digo que fue polémica. Veamos que declara mi parte. Léelo porque es interesante.
Keren Kmanwey: “Seleccionaron a quien pudiera ser un buen show en este espectáculo y sí representé a Camagüey porque se buscaba también una representación nacional. No fue mi primera competencia, mi primera competencia fue en Colón, en Matanzas, en el Potaje Urbano, en la batalla de la Red Bull donde el campeón fue El Ciudadano y perdí en la primera ronda con él, el año pasado. Nunca había hecho una batalla y pensé en una competencia de free style, pero cuando llegué allí me di cuenta que es una batalla, que tengo que decirte cosas que te duelan y que a la gente le dé risa dentro de los parámetros que me pidan.
Yo estudié al Ciudadano, que ahora también es campeón invicto en la batalla de este año de la Red Bull y vi las partes positivas de cada competidor y me di cuenta de lo que tenía que hacer, pero hasta entonces no supe. Eso fue lo que tomé como recurso esta vez, gánate al público y ofende al del lado aunque sea mentira. Este es un free style diferente. No es el free style de cuando tú estás en tu concierto y quieres levantar al público, esta fue mi segunda batalla y no sé si será la última, vamos a ver si quiero presentarme, solo quise probar en esto.
A mí me gusta mucho el free style, pero el free style libre, no el free style como competencia, con contrincantes. El jurado y hasta el público se rigen mucho por eso, tú puedes hacer un free style súper bien ejecutado que si no le dices nada a tu contrincante, no vas a ganar. Si no te fajas, no ganas, y eso es la batalla de gallos. Yo sé que hay otros recursos y deberían ser evaluados de otra forma, pero es batalla de gallos. Se muere uno o el otro.
La final tuvo demasiados empates que no me parecen válidos. Fueron tres empates, en los dos primeros yo considero, particularmente, que yo gané y ya en el tercer empate me desconcentré, me estresé, algo que no tenía que haber pasado, eso es otra cosa que tengo para la próxima: que no me puedo desconcentrar pase lo que pase, si ya me decidí a competir, tengo que competir hasta el final y no tenía que haberme desconcentrado al final. Después de tres empates estaba exhausta, no físicamente ni mi voz, sino espiritualmente, preguntándome: ‘por favor, ¿hasta cuándo? Si ya he ganado dos veces, y ha sido muy obvio además’. Novatada, experiencia.
Fue poco profesional de mi parte haberme desconcentrado, pero también vi el machismo presente en esa final y me molestó, fue lo que más me molestó. No fue de forma consciente o personal, la situación fue sui generis. Hay una cosa que admiré mucho del Tanke y fue que se fajó conmigo como si se hubiese fajado con un hombre, porque tú estás acostumbrada a ver en los escenarios y en la batallas de gallos que generalmente se presentan muy pocas mujeres, pero yo he tenido la oportunidad de ver varias competencias de free style, no solo esta, a nivel nacional, sino otras en las provincias, que generalmente es La Nena la que se presenta siempre y que es conocida como que hace free style, y se presenta en batalla, y todos los demás son hombres y mata a todo el mundo, y lo que he observado es que cuando las mujeres están en frente a su otro contrincante, que generalmente es hombre, siempre utilizan el mismo recurso: la condescendencia, no te voy a decir nada porque eres mujer porque a ti lo que hay es que darte amor y al final te escudas en eso y no haces nada. Admiré mucho eso del Tanke, que El Tanke se fajó de rapero a rapera. Hay mucha dignidad en dignificar a tu rival. No hay nada más que me moleste que digan: ‘¡Oh, es mujer!’. No, yo soy una artista y estás en una competencia, entonces respétame y respétate. El cliché de una competencia entre una mujer y un hombre es el hombre haciendo proposiciones sexuales.
Estoy súper orgullosa de mi participación. Vencí dos contrincantes súper fuertes: El Sicario y La Nena. La verdad es que se desató una polémica, algunas gentes decían que fue una injusticia y otras que El Tanke ganó. Mi reacción fue agradecer y rechazar algunos consejos y comentarios impropios. Y concluí: ‘para mí yo gané’.
Mi comentario no iba dirigido al Tanke, esto hay que saber bien. Su actuación fue muy buena, probablemente la mejor que se le haya visto. A mí realmente me gustó su actuación, su free style, su show, aunque esperaba más de él por sus años de experiencia. Yo aprendí mucho, pero también pienso que menos dudas debieron haber.
Yo sueño con que el free style sea libre. Tirarle al oponente lo aprendí en la batalla pasada y dije: voy a probarme en esto, pero no es lo que me gusta, prefiero el free style libre para darle ánimos al público, para levantar mi concierto, y decirte lo que de verdad estoy pensando, no decirte una mentira porque realmente no me importa ni tu figura ni la ropa con la que te vistas…
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