Entrevista a Osmani 00 (Parte III)



PMU pone a disposición del público lector la tercera parte de la entrevista con el rapero Osmani 00.

La emoción que embarga a este artista al recordar ciertas historias de la "vieja escuela" del rap cubano y su pensamiento respecto a las actuales circunstancias por las que atraviesa el hip hop en nuestro país, son algunas de las dimensiones que expresan que aún existen maestras/os de ceremonia que pugnan por mantener y dignificar esa esencia sociológica que define a este movimiento urbano. Son analizadas por este rapero, igualmente, ciertas dimensiones relacionadas con la Agencia Cubana de Rap y el polémico género musical llamado reguetón.

Osmani: El Segundo Festival se hizo con menos tiempo. Nada más que hubo dos días, uno teórico, con un taller que se hizo donde yo expuse mis experiencias, mis comienzos, hablé un poco de aquella historia. Y el segundo día fueron presentaciones muy manipuladas todas. No se trata de un punto de vista político, se trata de un punto de vista que quieren organizar lo que ya estaba organizado. Cada cual sabe lo que hace. Nos dieron menos tiempo, hubo un pequeño percance con el audio que no se pudo resolver. Entonces yo, Osmani 00, tuve que traer un audio de la empresa Amadeo Roldan para seguir esa actividad. Aquello fue una locura porque se corrompió ese audio y yo llamo por teléfono enseguida al Amadeo Roldán y me dicen: “Bueno, danos quince o veinte minutos, porque eso es en Alamar y hay que llevar ese audio para allá, para poder continuar aquello”. Después de eso, Cultura no ha aprobado más nunca un presupuesto que valga la pena para hacer otro festival. Por problemas económicos: de que los raperos no ingresan, de que no tenemos espacios que reporten. Pero la Agencia Cubana de Rap en la actualidad es un fracaso totalmente. Y más que ahora nos están mezclando a nosotros, los que sentimos, los que vivimos aquella época, los que nos sacrificamos, los que estamos en pie de lucha en el mejor sentido de la palabra, con el mundo del reguetón, de la timba. Nosotros no somos tan cerrados, pero el género de nosotros es un género espiritual. Aunque tú oigas a un rapero expresándose groseramente, aunque tú oigas a un rapero hablando cosas que no tienen que ver con él, pero todo lo que hacemos, lo hacemos para ayudar a las personas.

PMU: Esta relación entre raperos, reguetoneros, timberos… ¿ha sido tensa o han podido desarrollarse proyectos conjuntos, en franca armonía?

Osmani: Te voy a dar brevemente mi punto de vista particular y luego el general. Desde mi punto de vista personal, hace años yo pudiera haber sido timbero, reguetonero. Pudiera haber podido… incursionado en cualquier género musical de esos, pero, en mi caso personal, prefiero llevar otros mensajes a la sociedad, que le hace falta. Yo no tengo que hablarte a ti de que la muchacha tiene las caderas anchas porque eso ya tú lo sabes. Yo quiero hablarte de que la muchacha tiene las caderas anchas, pero la puedes enamorar con una flor. No tienes que ir al Jazz Café, o a la Marina Hemingway, ni a la Macumba Habana. La puedes enamorar con una flor, loco. Todo depende del espíritu con el que tú vivas. Yo, al menos, me han propuesto varios trabajos con ellos y no los he aceptado. Como persona podemos tratarnos. No vamos a compartir nunca el mismo espacio, porque en lo que tú te pones una cadena de oro, yo me pongo un collar con semillas de framboyán. Porque si yo me pongo una cadena de oro, tengo que tener, lo que esta atrás de mí, cuadrado todo, todo lindo. Pero yo no lo tengo lindo, entonces yo empiezo con mis semillas de framboyán y cuando me la merezca, me pongo una cadena de oro. Porque los míos tienen cadenas de oro también. Se ha involucrado mucho a la farándula dentro del rap. Cosa que antes no existía.

Nosotros –literalmente así te lo digo–, si venia un yuma con veinte pitusas, los veinte pitusas se repartían entre todo el mundo. Aunque la talla de este no te sirviera o el otro te quedara ancho, pero era para todo el mundo. A mí mismo, por muchos proyectos que tuve, me llegaban donaciones de otros países gracias a productores de otros países, donde si llegaban diez memorias, se repartían entre esta o aquella persona. Algo muy bonito. Yo lo logré porque tuve un proyecto titulado Este Industrial, que duró varios años y logramos muchas cosas, después que se acabaron los festivales de rap en Alamar, en el municipio Habana del Este (porque había varias sedes dentro del municipio), estaba La Chusmita, el parque de la Amistad Cuba-USA. Después que se acabó aquello, me dije: “yo tengo que revivir este movimiento”. Que de ahí salieron después los otros festivales. Y sumé a Rodolfo Rensoli porque es maestro. Le tuve que decir: “Espérate, bárbaro, yo en aquella época participaba, pero no organizaba. Dime cómo tú hacías esto”. Porque reuní a 36 raperos del municipio y fuera del municipio. Personas que no estaban activas y los llamé de nuevo, les pedí que me dieran sus nuevos temas. Monté un estudio de grabación independiente en mi casa, denominado Osmani 00 Producciones… ¡y a grabar gratis todo el mundo! Y si no había background, se hacían.

En ese sentido debo mencionar al Poeta Lírico que me apoyó mucho en las producciones musicales. Yasser “el chamaco”, Albany, Papinesto… Si me pongo a mencionar personas, no terminamos nunca la entrevista. Pero éramos productores que trabajábamos para los raperos que estaban activos todavía y los que no lo estaban, los rescatamos. Que se llamó, repito, Este Industrial. Esa fue como la nueva sede dentro del rap independiente en Alamar. Que ahí me busqué problemas con la Agencia Cubana de Rap también, porque esta institución tenía que aprobarme. Pero bueno, logré rescatar a muchos raperos que estaban “obsoletos”. Y a partir de ahí salieron los nuevos festivales, nuevamente. Empecé a darle orden de nuevo. Rensoli como maestro, Balesy ya un poco más apartado, porque estaba en su carrera universitaria. Y ahí entonces empezamos las penas nuevamente en Alamar. Estuvimos en Rotilla, antes de que esta fuera del Estado, que era una colaboración con el Proyecto Matraka. Estuvimos dos veces en Rotilla, en Cienfuegos. Dimos varias giras como proyecto, todo el mundo. No cantaban todos, pero se iban alternando: los que no cantaban en esta peña, los que no cantaron en Cienfuegos, lo hacían en Villa Clara, porque todos tenían derecho a participar. Nunca estuvo el ánimo de apartar a nadie. Y el que no estaba bien, hacíamos que estuviera bien. Lo poníamos a ensayar, a hacer esto y lo otro… ¡para arriba del lío!

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