La Resistencia de la cultural artística (Por Malcoms “Rebeld” Junco Duffay)
22 de mayo de 2017
“¡Aquí, en la tierra, el arte se guarda en el cuarto del loco!”, con esta frase versada y realista, expuesta digitalmente en una pantalla y acompañada de otras más dentro de una muestra audiovisual de animación, empezó la presentación del grupo La Resistencia, el viernes 26 de abril, en el centro cultural La Lucecita, en el barrio Siboney del municipio Playa.
La Resistencia representa toda una gama de colores dentro de la agradable escena musical, poética y teatral alternativa y contemporánea en Cuba, y, a su vez, simbolizan a todo aquel artista que ha sentido el peso de la censura, la marginación o ha sido mal visto por recrear un modo artístico determinado, o defender algunas tendencias y manifestaciones dentro de la cultura y el arte de la isla.
Esa noche presencié cómo convergen y colaboran distintas corrientes y vocaciones artísticas, concentradas en una sola meta y un solo objetivo: hacer arte con calidad, lejos de las malas letras y de los banales gustos musicales que se están asentando y reproduciendo en la sociedad de hoy.
Todo comenzó con una introducción musical acompañada de violín, chelo, piano, percusión, guitarra y voz, entre los músicos del proyectos y otros alternos convocados. Después, un monólogo titulado “Las personas cantarán en la calle”, seguido de varios invitados como el carismático trío de trova La jugada, que interpretaron tres crónicas humorísticas; Rey González, cantante de R&B de la agrupación Ondalivre, de su disco Dentro de mí cantó los temas “A ti no te importa” y “La última”; también fueron muy relevante las actuaciones de los otros artistas dentro las ramas de teatro, poesía y narración oral.
Entre el lenguaje callejero y el más refinado, letras en español y en inglés, poesías, performances y/o actuaciones coordinadas e improvisadas únicas, transité junto a todos los presentes, sin darme cuenta del tiempo y de la calma y de la algarabía, por un espectáculo mixto que rinde todos los honores al nombre del proyecto: La Resistencia. Porque tuve que ver para creer, aunque sabía del desarrollo de este grupo, me decidí a verlos personalmente y conversar con ellos. Por eso fui a la presentación y entrevisté a Fausto Arnaldo Pompa Abreu, músico del proyecto La Resistencia, quien muy agradecido me confesó que era su primera entrevista.
Malcoms: ¿A qué se dedica La Resistencia? ¿Es un proyecto de rap?
Fausto: La Resistencia realmente es un proyecto inclusivo, que permite a todos los que tengan ganas de hacer o algo que exponer sobre el arte, lo desarrollen junto a nosotros, en vivo. Incluimos a todos los que tengan arte por dentro, en nuestro proyecto, y nosotros nos incluimos en el de cada uno de ellos. Interactuamos entre sí, formando parte de cada expresión artística y uniendo y entrelazando cada tendencia. Con todo esto planificamos y realizamos un espectáculo de aproximadamente dos horas, donde incluimos todas la artes, desde el circo, el repentismo, la poesía o el spoken word, el rap, música en vivo con cualquier instrumento… es decir, todo lo posible… narraciones y cuentos, actuación y teatro… Todo lo incluimos y hacemos un único show.
Malcoms: ¿Cuántos son en el grupo?
Fausto: Ahora mismo somos tres, tres directores trabajando al unísono, Alex, Diego y yo Fausto.
Malcoms: ¿Por qué tres directores?
Fausto: Porque cada uno de nosotros aporta una parte muy esencial en lo que es este proyecto. Yo, por lo menos, soy el director de lo que es el grupo base. A veces vienen muchos cantautores que no tienen grupos, que no tienen dónde presentarse, que no tienen nada, y nosotros nos encargamos de hacer toda una orquestación para ellos.
Alex se encarga de toda la parte de la improvisación y el repentismo, la poesía, las décimas cubanas y más. Y Diego corre con la parte performática que incluye el teatro y también la poesía. Entonces, cada uno de nosotros trabajamos artes muy diferentes, las implicamos y creamos algo más grande. Siendo nosotros tres nada más, aunque, casi siempre, visualmente en vivo estén otros artistas. Pero los demás son invitados nuestros.
Malcoms: ¿Ustedes tienen canciones?, ¿de qué hablan en sus temas?
Fausto: A ver, realmente los temas nuestros vienen de la perspectiva social, el amor o el desamor. Son temáticas muy variadas, pero también las entremezclamos con el neorepentismo, creando improvisaciones arriba de los temas ya escritos y musicalizados. Eso nos da pie para poder improvisar todos al mismo tiempo, en vivo, tanto la parte vocal como la parte musical. Creamos imágenes momentáneas, nada se repite igual.
En esta parte de la entrevista estaba asombrado porque nunca había escuchado sobre el neorepentismo, no sabía de la existencia de algún grupo alternativo en nuestro país que mezclara el repentismo cubano con otros géneros musicales como el blues, hip hop o trova, por eso, enseguida pregunté: ¿Qué es el neo repentismo?
Fausto se ríe y responde: “Bueno, de eso, el que verdaderamente te tiene que hablar es Alex, pero mi criterio y mi concepción es que es una manera nueva y única de decir y es…, es realmente para que las personas sepan de que las décimas y esto del repentismo se puede hacer de otra manera de lo que ya están acostumbrados a escuchar y ver. Como, por ejemplo, lo que sale en el programa de televisión Palmas y cañas, lo hacemos con otra óptica, lo hacemos con chelos, con violines, con piano o teclado, o sea, con otro tipo de instrumentación, y un poco más libre, alejándonos un poco de los parámetros técnicos de lo que es el repentismo cubano autóctono.
Malcoms: ¿Por qué La Resistencia?
Fausto: La Resistencia es porque realmente nosotros tenemos conceptos diferentes, pero con un mismo objetivo, con un mismo punto de vista. Ejemplo de esto, yo me mantengo reacio a las malas construcciones sociales que impiden, de alguna manera, un desarrollo válido del buen arte, en cualquier sociedad. A veces, las personas vienen al mundo con un alto grado de creatividad en las venas, pero las sociedades, algunas instituciones o alguien en particular, las trastoca y las cambian para utilizarlas en sus propios bienes, y lo dirigen a otras esferas que para ellos son más útiles, manipulan el arte y a los artistas a su conveniencia. Muchos suponen que un químico o un matemático es más importante que un pintor o… un bailarín. Nosotros somos la pared que se opone a todo lo que atenta contra el arte, y sin violencia alguna lo reflejamos o lo hacemos en donde dé lugar: un bar particular, un establecimiento del estado, en proyectos comunitarios en cualquier comunidad, en una peña de rap o de trova, donde nos inviten.
Malcoms: ¿Tiene material promocional artístico? ¿Disco, documental?
Fausto: Sí, tenemos muchos videos promocionales en vivo y audio también. Tenemos algunos cortos promocionales de todo lo que hacemos, igual con tópicos diferentes porque un espectáculo no se parece a otro, es como la improvisación, ¿ves?, es algo único siempre. Siempre dejamos un margen para la creatividad en vivo y, por eso, siempre tenemos que firmar o documentar nuestra obra de alguna forma, nos pueden buscar en internet o ir a vernos en vivo.
Malcoms: ¿Dónde podemos verlos?
Fausto: Ahora mismo, hemos viajado por casi todos los bares privados de La Habana y restaurantes que permiten este tipo de espectáculo, y estamos fijos en La Lucecita, sita en 15 entre 182 y 184, Reparto Siboney, municipio Playa, en La Habana.
Y para terminar, hay algo que quisiera decirle al mundo de parte del equipo completo, y es que, precisamente, lo más importante es decir y no callarse, que todo nivel de expresión es válido para poder continuar. Pienso que esto es buen complemento para hacer la vida de uno mismo como artista o no, más llevadera. Entonces, adelante y que no tengan miedo de decir lo que uno piensa o de hacer lo que realmente uno quiere hacer. El arte no hace daño.
Para la sociedad actual, en nuestro país, es necesario y válido que existan proyectos como estos, con notables niveles culturales y artísticos que abogan por un saneamiento y enriquecimiento de valores en los jóvenes.
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22 de mayo de 2017
“¡Aquí, en la tierra, el arte se guarda en el cuarto del loco!”, con esta frase versada y realista, expuesta digitalmente en una pantalla y acompañada de otras más dentro de una muestra audiovisual de animación, empezó la presentación del grupo La Resistencia, el viernes 26 de abril, en el centro cultural La Lucecita, en el barrio Siboney del municipio Playa.
La Resistencia representa toda una gama de colores dentro de la agradable escena musical, poética y teatral alternativa y contemporánea en Cuba, y, a su vez, simbolizan a todo aquel artista que ha sentido el peso de la censura, la marginación o ha sido mal visto por recrear un modo artístico determinado, o defender algunas tendencias y manifestaciones dentro de la cultura y el arte de la isla.
Esa noche presencié cómo convergen y colaboran distintas corrientes y vocaciones artísticas, concentradas en una sola meta y un solo objetivo: hacer arte con calidad, lejos de las malas letras y de los banales gustos musicales que se están asentando y reproduciendo en la sociedad de hoy.
Todo comenzó con una introducción musical acompañada de violín, chelo, piano, percusión, guitarra y voz, entre los músicos del proyectos y otros alternos convocados. Después, un monólogo titulado “Las personas cantarán en la calle”, seguido de varios invitados como el carismático trío de trova La jugada, que interpretaron tres crónicas humorísticas; Rey González, cantante de R&B de la agrupación Ondalivre, de su disco Dentro de mí cantó los temas “A ti no te importa” y “La última”; también fueron muy relevante las actuaciones de los otros artistas dentro las ramas de teatro, poesía y narración oral.
Entre el lenguaje callejero y el más refinado, letras en español y en inglés, poesías, performances y/o actuaciones coordinadas e improvisadas únicas, transité junto a todos los presentes, sin darme cuenta del tiempo y de la calma y de la algarabía, por un espectáculo mixto que rinde todos los honores al nombre del proyecto: La Resistencia. Porque tuve que ver para creer, aunque sabía del desarrollo de este grupo, me decidí a verlos personalmente y conversar con ellos. Por eso fui a la presentación y entrevisté a Fausto Arnaldo Pompa Abreu, músico del proyecto La Resistencia, quien muy agradecido me confesó que era su primera entrevista.
Malcoms: ¿A qué se dedica La Resistencia? ¿Es un proyecto de rap?
Fausto: La Resistencia realmente es un proyecto inclusivo, que permite a todos los que tengan ganas de hacer o algo que exponer sobre el arte, lo desarrollen junto a nosotros, en vivo. Incluimos a todos los que tengan arte por dentro, en nuestro proyecto, y nosotros nos incluimos en el de cada uno de ellos. Interactuamos entre sí, formando parte de cada expresión artística y uniendo y entrelazando cada tendencia. Con todo esto planificamos y realizamos un espectáculo de aproximadamente dos horas, donde incluimos todas la artes, desde el circo, el repentismo, la poesía o el spoken word, el rap, música en vivo con cualquier instrumento… es decir, todo lo posible… narraciones y cuentos, actuación y teatro… Todo lo incluimos y hacemos un único show.
Malcoms: ¿Cuántos son en el grupo?
Fausto: Ahora mismo somos tres, tres directores trabajando al unísono, Alex, Diego y yo Fausto.
Malcoms: ¿Por qué tres directores?
Fausto: Porque cada uno de nosotros aporta una parte muy esencial en lo que es este proyecto. Yo, por lo menos, soy el director de lo que es el grupo base. A veces vienen muchos cantautores que no tienen grupos, que no tienen dónde presentarse, que no tienen nada, y nosotros nos encargamos de hacer toda una orquestación para ellos.
Alex se encarga de toda la parte de la improvisación y el repentismo, la poesía, las décimas cubanas y más. Y Diego corre con la parte performática que incluye el teatro y también la poesía. Entonces, cada uno de nosotros trabajamos artes muy diferentes, las implicamos y creamos algo más grande. Siendo nosotros tres nada más, aunque, casi siempre, visualmente en vivo estén otros artistas. Pero los demás son invitados nuestros.
Malcoms: ¿Ustedes tienen canciones?, ¿de qué hablan en sus temas?
Fausto: A ver, realmente los temas nuestros vienen de la perspectiva social, el amor o el desamor. Son temáticas muy variadas, pero también las entremezclamos con el neorepentismo, creando improvisaciones arriba de los temas ya escritos y musicalizados. Eso nos da pie para poder improvisar todos al mismo tiempo, en vivo, tanto la parte vocal como la parte musical. Creamos imágenes momentáneas, nada se repite igual.
En esta parte de la entrevista estaba asombrado porque nunca había escuchado sobre el neorepentismo, no sabía de la existencia de algún grupo alternativo en nuestro país que mezclara el repentismo cubano con otros géneros musicales como el blues, hip hop o trova, por eso, enseguida pregunté: ¿Qué es el neo repentismo?
Fausto se ríe y responde: “Bueno, de eso, el que verdaderamente te tiene que hablar es Alex, pero mi criterio y mi concepción es que es una manera nueva y única de decir y es…, es realmente para que las personas sepan de que las décimas y esto del repentismo se puede hacer de otra manera de lo que ya están acostumbrados a escuchar y ver. Como, por ejemplo, lo que sale en el programa de televisión Palmas y cañas, lo hacemos con otra óptica, lo hacemos con chelos, con violines, con piano o teclado, o sea, con otro tipo de instrumentación, y un poco más libre, alejándonos un poco de los parámetros técnicos de lo que es el repentismo cubano autóctono.
Malcoms: ¿Por qué La Resistencia?
Fausto: La Resistencia es porque realmente nosotros tenemos conceptos diferentes, pero con un mismo objetivo, con un mismo punto de vista. Ejemplo de esto, yo me mantengo reacio a las malas construcciones sociales que impiden, de alguna manera, un desarrollo válido del buen arte, en cualquier sociedad. A veces, las personas vienen al mundo con un alto grado de creatividad en las venas, pero las sociedades, algunas instituciones o alguien en particular, las trastoca y las cambian para utilizarlas en sus propios bienes, y lo dirigen a otras esferas que para ellos son más útiles, manipulan el arte y a los artistas a su conveniencia. Muchos suponen que un químico o un matemático es más importante que un pintor o… un bailarín. Nosotros somos la pared que se opone a todo lo que atenta contra el arte, y sin violencia alguna lo reflejamos o lo hacemos en donde dé lugar: un bar particular, un establecimiento del estado, en proyectos comunitarios en cualquier comunidad, en una peña de rap o de trova, donde nos inviten.
Malcoms: ¿Tiene material promocional artístico? ¿Disco, documental?
Fausto: Sí, tenemos muchos videos promocionales en vivo y audio también. Tenemos algunos cortos promocionales de todo lo que hacemos, igual con tópicos diferentes porque un espectáculo no se parece a otro, es como la improvisación, ¿ves?, es algo único siempre. Siempre dejamos un margen para la creatividad en vivo y, por eso, siempre tenemos que firmar o documentar nuestra obra de alguna forma, nos pueden buscar en internet o ir a vernos en vivo.
Malcoms: ¿Dónde podemos verlos?
Fausto: Ahora mismo, hemos viajado por casi todos los bares privados de La Habana y restaurantes que permiten este tipo de espectáculo, y estamos fijos en La Lucecita, sita en 15 entre 182 y 184, Reparto Siboney, municipio Playa, en La Habana.
Y para terminar, hay algo que quisiera decirle al mundo de parte del equipo completo, y es que, precisamente, lo más importante es decir y no callarse, que todo nivel de expresión es válido para poder continuar. Pienso que esto es buen complemento para hacer la vida de uno mismo como artista o no, más llevadera. Entonces, adelante y que no tengan miedo de decir lo que uno piensa o de hacer lo que realmente uno quiere hacer. El arte no hace daño.
Para la sociedad actual, en nuestro país, es necesario y válido que existan proyectos como estos, con notables niveles culturales y artísticos que abogan por un saneamiento y enriquecimiento de valores en los jóvenes.
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