Canción a la carta
5 de junio de 2017
Desde el 30 de abril, las noches de domingos, en el bar-café Vintage, serán mucho más especiales con Yuniesqui Cabreales Sáez, conocido por El Wisky, quien “descarga” junto a amigos y el público asistente, acompañado por Lisbet, su mano derecha y quien lo apoya también vocalmente. La idea, según nos explicó, consiste en ofrecerle canciones de su propia autoría, pero también complacer con las solicitadas por el público.
La noche que asistí, El Wisky cantó “Cómo escapar de ella” y “Labios en cruz” a petición de amigos, “Aturdido y abrumado”, un popurrí de canciones infantiles para algunos niños que se encontraban en el lugar, y muchas más. Estuvieron también Pedro Roberto Reyes con su changüí y canciones como “Chaqueteao’ nengón”, poniendo a corear y bailar a los presentes; y el cantautor Ernesto Choi.
Al concluir la descarga, estuve conversando con El Wisky: “soy licenciado en Filosofía y trabajo como profesor de Filosofía en la Universidad Central. Llegué al asunto de la música por otra vía, estuve en Corimacao, en La Ciénaga de Zapata, en el grupo de teatro con Manuel Porto, alrededor de 5 años. Allí no era músico, mi trabajo era hacer guiones, pero sabía tocar la guitarra. Hubo un momento que hice una obra de teatro para niños, para la cual no me servían las canciones infantiles que conocía y comencé haciendo canciones infantiles. Hice las 6 canciones que tiene esa puesta en escena. Luego tuve una novia y tampoco me convino ninguna de las canciones que había escuchado. Yo quería decirle cosas que solo ella y yo entendiéramos y de ahí salió mi primera canción, ‘En el ojo del ciclón’, que todavía canto. De ahí en lo adelante, me gustó el asunto de hacer canciones y seguí haciéndolas. Luego regresé a Santa Clara y me tropecé con estos amigos de La Caña Santa, todos tenían una obra más o menos hecha, como yo, nos juntamos y seguimos haciendo canciones.
PMU: ¿Cómo lograste este espacio en un negocio cuentapropista?
El Wisky: Estaba sentado en El Mejunje, un día, y me propone Lisbet, quien se encarga de estas cosas, este espacio que tenía medio visto. Le digo que sí, que tengo además un montón de amigos que me ayudarían a hacerlo. Se me ocurre ponerle ‘Canción a la carta’, pues la idea es que haya una carta con temas, eso aún está en proyecto, pero será. Una carta donde la gente va a pedir las canciones que quieran escuchar. Tendré un repertorio de música cubana, desde lo tradicional hasta lo más contemporáneo. Un repertorio de música internacional en inglés, y, bueno, un repertorio de las canciones ofertas de la casa que serían mis canciones. Supongo que en algún momento alguien me pida mis canciones.
Este es un espacio diferente. Por lo pronto estoy intentando hacer empatía con este público. Evidentemente, voy a continuar haciendo mis canciones, las que parezcan más cercanas a este auditorio, pero también hay que observar al público, tratar de ver que es lo que quiere, sobre todo cuando haces esta música de bar.
PMU: ¿Cuáles son tus expectativas con este espacio?
El Wisky: El objetivo que yo persigo con este espacio es, en primer término, un poco salir del recortado circuito trovadoresco, porque a uno le parece a veces que se le queda chiquito. Salirme un poco de mi público y darle mis canciones a este otro nuevo. En segundo lugar, enfrentarme con personas que van a verme no porque tengan empatía conmigo, ni porque gusten de este tipo de música, si no que van sencillamente a disfrutar de una noche y puede atraerlos el mundo de uno. Ofrecerles canciones mías, que tienen otro tipo de valores, ideas, concepciones. Creo que es algo necesario, abrirse a otras propuestas y logar que la gente también lo haga ante la tuya.
PMU: ¿Estás satisfecho con el resultado de hoy?
El Wisky: Bueno, hoy ha sido muy buen show, una presentación con buena onda. Evidentemente, hacen falta más cosas, yo estaba cantando y me estaba viendo a mí mismo hacer el trabajo y me estaba diciendo: puedo mejorar esto, para la próxima puedo hacer esto otro… así voy tratando que funcione en este sentido. Siempre intentado perfeccionar el trabajo.
PMU: ¿Cómo realizas el proceso de creación?, ¿qué temas fundamentalmente?
El Wisky: Eso es bastante complejo, me han preguntado un montón de veces, cómo pasa. Mira, yo no tengo idea. A veces voy por la calle y me llega una melodía a la cabeza y trato de sostenerla allí hasta que llegue a la guitarra. Otras veces, me viene una frase o escucho una frase de alguien. Tampoco tengo una metodología determinada para hacer las canciones. Hay canciones que comienzo haciendo la letra y pasa un montón de tiempo tirada en un rincón, hasta un día la tomo y le pongo música. A veces, me pongo a jugar con la guitarra, la mayoría de las canciones me salen así. Sobre los temas, en principio soy filósofo y me preocupa mucho el tema social. Hago muchas canciones de corte social, con idea de cómo debería ser, o cómo es y no está bien, o pudiera mejorarse. Está el tema amoroso que, trovador al fin, he hecho muchas canciones de amor. Siempre he creído que las canciones de amor son canciones sociales o las canciones sociales, canciones amor, porque uno no puede desligar ese asunto. Siempre trato de poner mi punto de vista en mis canciones, mi forma de pensar, y transmitir eso.
PMU: Llevas 8 años presentándote y más escribiendo canciones. ¿Qué significa para ti la trova?
El Wisky: Tengo unas ideas bastante particulares sobre la trova. La trova es una actitud ante la canción. Los trovadores cantan son, pop, balada canción, una conga, o lo que se les ocurra. Desde mi punto de vista, no es un género como tal, sino más bien una actitud hacia el trabajo con la guitarra y con ciertas formas de escribir canciones. Siempre trato de dejar claro que soy un cantautor, un hombre que escribe canciones y que las canta, apegadas a la poesía, a veces menos cercana.
Soy un cantautor que tiene cierto compromiso con sus canciones y ciertas ideas que tiene que decir. Hay quienes las canalizan pintando, otros operando en un salón de quirófano, yo las canalizo haciendo canciones.
PMU: Cuando surgió la Nueva Trova causó polémica en la sociedad, ¿qué papel crees que juegue en la actualidad la trova?
El Wisky: Mira, yo creo que es un problema de momento histórico. En los años 60, cuando la Nueva Trova se configura, yo no sé hasta qué punto fue un movimiento espontáneo que luego se institucionalizó. Lo que sí es real es que en ese momento se hicieron casas de la trova en todo el país, en todas las provincias cabeceras, e incluso, en algunos municipios importantes. Yo he estado en casi todas las casas de la trova de Cuba, y el institucionalizar un trabajo que es eminentemente popular, que surgió del pueblo, de la gente que hacen canciones con su guitarra, tiene sus pros y tiene sus contras. Los pros es que se le llega a dar cierto apoyo a esas personas. En su contra, que luego que se institucionaliza el arte, este empieza a perder determinados valores de genuinidad, deja de ser exactamente lo que tú quieres decir, y comienza a responder a los intereses de esa institución. Sí creo que de ese movimiento, sería una locura negarlo, salieron los mejores cantores y compositores de la historia de Cuba. Creo que Silvio es el mejor compositor de habla hispana, Pablo un intérprete genial, y Noel Nicola un compositor brutal…, Sara González…, o sea, de ahí salió una cantidad de trovadores que le dan nombre a este país.
En este momento, todo es diferente, las cosas cambian y las formas de hacer la música también.
Anda el tiempo y aparece la generación de Feliú, Carlos Varela, Gerardo Alfonso y demás, que tienen otra perspectiva, otra idea de la canción, y que tienen otros problemas porque el mundo fue cambiando, porque Cuba fue cambiando. Curiosamente, estos mencionados y demás no se institucionalizaron en casas de la trova, sino que tenían otras intenciones. Como nosotros, de esta generación actual, tenemos otras inquietudes, otras formas. Ya las casas de la trova se han desvirtuado muchísimo, ahora lo que ponen es música tradicional para extranjeros.
Paradójicamente, Santa Clara no tiene casa de la trova, no existe, es la única provincia que no tiene. Sin embargo, tiene el mayor movimiento de trovadores del país y el más fuerte. Entonces es evidente que la institucionalización no siempre es la vía.
Trovador o cantautor, como desee denominarse, lo cierto es que El Wisky quiere mantener este novísimo espacio en el Vintage, consolidar su trabajo junto a sus amigos cantautores, y nosotros esperamos que así sea.
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5 de junio de 2017
Desde el 30 de abril, las noches de domingos, en el bar-café Vintage, serán mucho más especiales con Yuniesqui Cabreales Sáez, conocido por El Wisky, quien “descarga” junto a amigos y el público asistente, acompañado por Lisbet, su mano derecha y quien lo apoya también vocalmente. La idea, según nos explicó, consiste en ofrecerle canciones de su propia autoría, pero también complacer con las solicitadas por el público.
La noche que asistí, El Wisky cantó “Cómo escapar de ella” y “Labios en cruz” a petición de amigos, “Aturdido y abrumado”, un popurrí de canciones infantiles para algunos niños que se encontraban en el lugar, y muchas más. Estuvieron también Pedro Roberto Reyes con su changüí y canciones como “Chaqueteao’ nengón”, poniendo a corear y bailar a los presentes; y el cantautor Ernesto Choi.
Al concluir la descarga, estuve conversando con El Wisky: “soy licenciado en Filosofía y trabajo como profesor de Filosofía en la Universidad Central. Llegué al asunto de la música por otra vía, estuve en Corimacao, en La Ciénaga de Zapata, en el grupo de teatro con Manuel Porto, alrededor de 5 años. Allí no era músico, mi trabajo era hacer guiones, pero sabía tocar la guitarra. Hubo un momento que hice una obra de teatro para niños, para la cual no me servían las canciones infantiles que conocía y comencé haciendo canciones infantiles. Hice las 6 canciones que tiene esa puesta en escena. Luego tuve una novia y tampoco me convino ninguna de las canciones que había escuchado. Yo quería decirle cosas que solo ella y yo entendiéramos y de ahí salió mi primera canción, ‘En el ojo del ciclón’, que todavía canto. De ahí en lo adelante, me gustó el asunto de hacer canciones y seguí haciéndolas. Luego regresé a Santa Clara y me tropecé con estos amigos de La Caña Santa, todos tenían una obra más o menos hecha, como yo, nos juntamos y seguimos haciendo canciones.
PMU: ¿Cómo lograste este espacio en un negocio cuentapropista?
El Wisky: Estaba sentado en El Mejunje, un día, y me propone Lisbet, quien se encarga de estas cosas, este espacio que tenía medio visto. Le digo que sí, que tengo además un montón de amigos que me ayudarían a hacerlo. Se me ocurre ponerle ‘Canción a la carta’, pues la idea es que haya una carta con temas, eso aún está en proyecto, pero será. Una carta donde la gente va a pedir las canciones que quieran escuchar. Tendré un repertorio de música cubana, desde lo tradicional hasta lo más contemporáneo. Un repertorio de música internacional en inglés, y, bueno, un repertorio de las canciones ofertas de la casa que serían mis canciones. Supongo que en algún momento alguien me pida mis canciones.
Este es un espacio diferente. Por lo pronto estoy intentando hacer empatía con este público. Evidentemente, voy a continuar haciendo mis canciones, las que parezcan más cercanas a este auditorio, pero también hay que observar al público, tratar de ver que es lo que quiere, sobre todo cuando haces esta música de bar.
PMU: ¿Cuáles son tus expectativas con este espacio?
El Wisky: El objetivo que yo persigo con este espacio es, en primer término, un poco salir del recortado circuito trovadoresco, porque a uno le parece a veces que se le queda chiquito. Salirme un poco de mi público y darle mis canciones a este otro nuevo. En segundo lugar, enfrentarme con personas que van a verme no porque tengan empatía conmigo, ni porque gusten de este tipo de música, si no que van sencillamente a disfrutar de una noche y puede atraerlos el mundo de uno. Ofrecerles canciones mías, que tienen otro tipo de valores, ideas, concepciones. Creo que es algo necesario, abrirse a otras propuestas y logar que la gente también lo haga ante la tuya.
PMU: ¿Estás satisfecho con el resultado de hoy?
El Wisky: Bueno, hoy ha sido muy buen show, una presentación con buena onda. Evidentemente, hacen falta más cosas, yo estaba cantando y me estaba viendo a mí mismo hacer el trabajo y me estaba diciendo: puedo mejorar esto, para la próxima puedo hacer esto otro… así voy tratando que funcione en este sentido. Siempre intentado perfeccionar el trabajo.
PMU: ¿Cómo realizas el proceso de creación?, ¿qué temas fundamentalmente?
El Wisky: Eso es bastante complejo, me han preguntado un montón de veces, cómo pasa. Mira, yo no tengo idea. A veces voy por la calle y me llega una melodía a la cabeza y trato de sostenerla allí hasta que llegue a la guitarra. Otras veces, me viene una frase o escucho una frase de alguien. Tampoco tengo una metodología determinada para hacer las canciones. Hay canciones que comienzo haciendo la letra y pasa un montón de tiempo tirada en un rincón, hasta un día la tomo y le pongo música. A veces, me pongo a jugar con la guitarra, la mayoría de las canciones me salen así. Sobre los temas, en principio soy filósofo y me preocupa mucho el tema social. Hago muchas canciones de corte social, con idea de cómo debería ser, o cómo es y no está bien, o pudiera mejorarse. Está el tema amoroso que, trovador al fin, he hecho muchas canciones de amor. Siempre he creído que las canciones de amor son canciones sociales o las canciones sociales, canciones amor, porque uno no puede desligar ese asunto. Siempre trato de poner mi punto de vista en mis canciones, mi forma de pensar, y transmitir eso.
PMU: Llevas 8 años presentándote y más escribiendo canciones. ¿Qué significa para ti la trova?
El Wisky: Tengo unas ideas bastante particulares sobre la trova. La trova es una actitud ante la canción. Los trovadores cantan son, pop, balada canción, una conga, o lo que se les ocurra. Desde mi punto de vista, no es un género como tal, sino más bien una actitud hacia el trabajo con la guitarra y con ciertas formas de escribir canciones. Siempre trato de dejar claro que soy un cantautor, un hombre que escribe canciones y que las canta, apegadas a la poesía, a veces menos cercana.
Soy un cantautor que tiene cierto compromiso con sus canciones y ciertas ideas que tiene que decir. Hay quienes las canalizan pintando, otros operando en un salón de quirófano, yo las canalizo haciendo canciones.
PMU: Cuando surgió la Nueva Trova causó polémica en la sociedad, ¿qué papel crees que juegue en la actualidad la trova?
El Wisky: Mira, yo creo que es un problema de momento histórico. En los años 60, cuando la Nueva Trova se configura, yo no sé hasta qué punto fue un movimiento espontáneo que luego se institucionalizó. Lo que sí es real es que en ese momento se hicieron casas de la trova en todo el país, en todas las provincias cabeceras, e incluso, en algunos municipios importantes. Yo he estado en casi todas las casas de la trova de Cuba, y el institucionalizar un trabajo que es eminentemente popular, que surgió del pueblo, de la gente que hacen canciones con su guitarra, tiene sus pros y tiene sus contras. Los pros es que se le llega a dar cierto apoyo a esas personas. En su contra, que luego que se institucionaliza el arte, este empieza a perder determinados valores de genuinidad, deja de ser exactamente lo que tú quieres decir, y comienza a responder a los intereses de esa institución. Sí creo que de ese movimiento, sería una locura negarlo, salieron los mejores cantores y compositores de la historia de Cuba. Creo que Silvio es el mejor compositor de habla hispana, Pablo un intérprete genial, y Noel Nicola un compositor brutal…, Sara González…, o sea, de ahí salió una cantidad de trovadores que le dan nombre a este país.
En este momento, todo es diferente, las cosas cambian y las formas de hacer la música también.
Anda el tiempo y aparece la generación de Feliú, Carlos Varela, Gerardo Alfonso y demás, que tienen otra perspectiva, otra idea de la canción, y que tienen otros problemas porque el mundo fue cambiando, porque Cuba fue cambiando. Curiosamente, estos mencionados y demás no se institucionalizaron en casas de la trova, sino que tenían otras intenciones. Como nosotros, de esta generación actual, tenemos otras inquietudes, otras formas. Ya las casas de la trova se han desvirtuado muchísimo, ahora lo que ponen es música tradicional para extranjeros.
Paradójicamente, Santa Clara no tiene casa de la trova, no existe, es la única provincia que no tiene. Sin embargo, tiene el mayor movimiento de trovadores del país y el más fuerte. Entonces es evidente que la institucionalización no siempre es la vía.
Trovador o cantautor, como desee denominarse, lo cierto es que El Wisky quiere mantener este novísimo espacio en el Vintage, consolidar su trabajo junto a sus amigos cantautores, y nosotros esperamos que así sea.
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