En esta habitación no cabe un elefante rosado más: Papagoza y El Prófugo



Numerosas colaboraciones de artistas, de casi todo el país, ha hecho posible la renovación constante de los proyectos K’Bolá, Legión y Poco Bonito. En cada peña se presenta algún talento desconocido mientras que otros repiten, por la sencilla razón de que se sienten como en familia. Duermen en el piso de la galería y cuando retornan a sus provincias, la mayoría de las veces, lo hacen por lista de espera. En ocasiones, tienen que decidir cuál peña o festival cancelan, en contra de su voluntad, porque la plata no les alcanza, pues se mueven con recursos propios. No obstante, la amistad prevalece.

Cuando a Tooth Fairy, autor principal de la muestra “En esta habitación no cabe un elefante rosado más”, se le cayó la música que tenía prevista para la inauguración de su expo colectiva individual, Carlitos Infante no dudó en contactar con El Prófugo y Papagoza, el primero ya es parte de la familia y el segundo venía por primera vez a Cienfuegos. Llegaron a la ciudad sureña el día señalado y abrieron el evento. No había plataforma o escenario, no había luces, aún cuando cantaron en el corazón del boulevard, pero ocurrió lo emocionante, la gente empezó a encender sus celulares, que alumbraron una noche de afinidades.

Papagoza y El Prófugo trabajaron juntos todos los temas, muchos de los cuales pertenecían al disco Ebbó que, como los seguidores recordarán, se llevó el galardón en el pasado Festival Puños Arriba. El Prófugo, productor del CD, también regaló temas representativos como “Verdades y acertijos” y “El viejo”, que encontró partidarios entre el público y los artistas plásticos de K’Bolá. La buena química fluía y bautizó la apertura de una muestra contemporánea y conceptual.

La noche empezó bien arriba y transcurrió con la interacción constante del público y el arte. Cuando ya se retiraban todos de la galería, después de apreciar el action painting que cerró el evento, nos tropezamos con Papagoza y aprovechamos para conversar con el artista y cerrar con broche de oro nuestro reportaje.

Entre otros temas, Papagoza valoró la labor de K’Bolá como un proyecto que sabe conjugar muy bien la plástica y la música underground, y se alegró de haber estado en esta ocasión. El músico, por lo general, trabaja solo desde que el Proyecto Chardo se escindió y, tanto él como El Poeta Lírico, tomaron rumbos individuales. En ese punto del diálogo nos llevó a sus colaboraciones con El Prófugo.

“Nosotros tenemos buena química, ‘Borracho no se vale’, ‘La santa’ y ‘Ebbó’ fueron temas del disco Ebbó que produjo El Prófugo. Yo fui a su casa con la idea de hacer un disco a la manera del rapero serio que era y como todo el mundo me conocía, con letras conscientes y mensajes más directos. Incluso, el disco no se iba a llamar Ebbó, sino Maleante lirical, pero en el transcurso fueron llegando nuevas ideas y nuevos instrumentales, que él me iba enseñando, y decidimos cambiarlo prácticamente todo. Siempre le he agradecido y, por eso, digo que el disco es de los dos.

Para este año quiero tratar de explotar más el disco Ebbó, porque tenía muchos planes con él y no pude desarrollarlos todos por cosas personales, me puse a construir, después tuve un bebé. Muchas personas se me han acercado y me han dicho que el producto está bueno, por eso creo que debo insistir en promoverlo más, incluso, hay temas que todavía no he cantado ni por primera vez en vivo, aun cuando es un disco del 2015. También ha influido la falta de espacios, porque sucede, por ejemplo, que hay espacios que funcionan una sola vez al mes y entonces, en vez de hacer un tema nuevo en cada ocasión, tú aprovechas y cantas lo que sabes que a la gente le gusta, lo que tiene más aceptación”.

La influencia de sonoridades y ritmos cubanos como la rumba, el guaguancó y muchas otras posibilidades basadas en su musicalidad, las descubrió mientras hacía Ebbó: “Estoy luchando por pasar un curso de colocación de la voz, estoy interesadísimo en eso. Y todo fue a raíz del disco Ebbó, y le agradezco a El Prófugo por eso también. Sin El Prófugo hubiera salido un disco netamente rapero, muy plano. Me sentía cohibido a la hora de hacer melodías, pero estoy en eso.”

Ahora, Papagoza está preparando un nuevo fonograma, pero asegura que se va a demorar porque quiere que todo salga con la calidad máxima. “El Prófugo me ha ayudado con la producción, estoy ahora mismo produciendo un disco que va a demorar bastante, estoy tomándome el tiempo para pensarlo bien, porque la mayoría de los instrumentales quiero hacerlos yo. No obstante, ya tiene nombre, se va a llamar Retos y El Prófugo siempre va a estar ayudándome en la ecualización, la masterización.

Se va a demorar, pero ya viene en proceso, ya tengo dos colaboraciones con dos agrupaciones de La Habana que tienen mucha calidad, La Ley del Talión y Con100cia, y otra con El Poeta Lírico, que está viviendo en los Estados Unidos, pero vino hace poco y aprovechamos para recordar los tiempos en que trabajábamos juntos. Tengo otras maquetas, pero los tres temas más seguros con colaboraciones son esos tres. También le hice un tema a mi bebé y otro dedicado a la polémica entre el rap y el reggaetón que se titula ‘Rap vs Reggaetón’. Lo que creo acerca de esa supuesta guerra es que nadie nunca ha levantado una mano o tirado una piedra, desde mi punto de vista, ahí hay un poco de manipulación. Y así voy, sigo trabajando y sigo con la construcción”.

Aunque parezca contradictorio, Papagoza es en realidad un muchacho tímido. Mientras conversábamos parecía alguien distinto al que toma un micrófono y se apodera de todos, como había presenciado una hora antes. En los últimos meses ha tenido que alternar entre la albañilería y la música, y es en esa mezcla de arte y vida cotidiana donde reside la grandeza de nuestros artistas underground.

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