No he terminado mi historia en el rap metal
10 de julio de 2017
Confieso que no conocía de la existencia del rap metal y mucho menos que en Cuba el grupo Hot Zone era uno de sus cultores. Los inicios del subgénero se remontan a 1985, en los Estados Unidos. En el ámbito internacional, las bandas que más se destacan son Rage Against the Machine, Machine Head, Korn, P.O.D, Slipknot, Limp Bizkit y Linkin Park.
Según los especialistas, el rap metal se centra en la complejidad rítmica y lingüística del hip hop, ya que permite lograr el punto álgido en sus canciones. Las letras se basan en versos rapeados y coros agudos, mientras que las técnicas vocales incluyen voces guturales, melódicas y rasgadas, gritos e influencias del funk. Sus letras rondan las temáticas satíricas cargadas de terror, angustia y fuerte carga antirracista y política.
Fue un inmenso placer conversar con la voz líder de Hot Zone, Roberto Miranda Urgellés, quien me recibió en un espacioso y moderno apartamento de La Lisa, desde cuyos vidrios divisábamos el ir y venir de los citadinos en una zona bien concurrida. Sin duda, un sitio apropiado para dialogar.
Roberto tiene un hablar pausado, cadencioso y natural que contrasta con su actitud en el escenario. Con sinceridad nos mostró sensaciones que reflejaron una tirantez social reprimida: “Desde la escuela secundaria me gustaba el hip hop underground. Con dos amigos fundé el trío Tercer Reflejo, una cosa efímera. Componía mis temas, bajaba a todas las peñas y conocía a todos los raperos. Estuve en la agrupación On Set, del 2000 al 2002, que hacíamos una vertiente un poco más fuerte del metal. También trabajé con Treatment Choice 2003 y posteriormente canté en vivo con Los Aldeanos.
Cuando me llevaron al desaparecido Patio de María, el rock me cautivó. Se estaban presentando Médula, Tribal y Scape. Cuando vi a toda esa gente tocando instrumentos, saltando y el público enloquecido, me dije que me quedaba allí. Así que comencé a cantar ambos géneros fusionados porque los amo a los dos por igual”.
Entonces surge Hot Zone: “Con Hot Zone estuve de 2004 hasta el 2012. Pasamos trabajo al principio porque no teníamos local de ensayo. Éramos dos guitarras, un bajo, un DJ y yo en la voz prima. Grabamos dos demos y un disco de grandes éxitos: Actitud Positiva, de 2005, lleno de mensajes provechosos para aquellos que siempre están deprimidos con nuestra situación social; Malas Experiencias, de 2007, medio autobiográfico; y el recopilatorio Agua Mala con Azúcar, de 2009. Los grabamos en el estudio independiente La Paja Records, comandado por el grupo Porno Para Ricardo. Lo hicimos sin secuencia, a base de batería grabada en vivo. Tenemos tremendo vínculo con Ciro y con Gorki. Con ellos hicimos un concierto en el teatro municipal de Playa, donde nos llevaron presos porque dijimos la verdad de nuestra sociedad con un tono jocoso. Nuestras canciones más importantes con temática social son ‘Anticrítica’, ‘Actitud positiva’, ‘Preocupado’ y ‘Contenido neto’. Siempre cantamos en español. Exhortamos a esa gente que no puede salir de sus baches, que persevere, que prosigan la lucha que tiempos mejores vendrán. A ese concierto asistieron gran cantidad de muchachos de la cultura emo, porque tenemos varios tracks depresivos”.
Roberto sigue contando su camino con Hot Zone: “Participamos en varios festivales Rotilla, donde tuvimos tremendo éxito, y el Festival Nacional de Rock: RockaSol 2010, llevado a cabo en la ciudad de Cienfuegos. Además, organizamos un evento propio en La Vereda, en La Lisa, durante dos años. Invitamos a Zeus, Scape y a todas las bandas afines a nuestro estilo. Tuvimos muchos puntos en común con Rice & Beans, los Switch de Pinar del Río, Stigma DC y Darkness Fall. También contactamos con la banda Rock Color de México y Promedy de Holanda. El festival se cayó por la falta de recursos y el mal trabajo de varios en el Ministerio de Cultura, que no apoyaban el género. Cuando veían a un rockero vestido de negro o un rapero con la gorra virada pensaban que estaban en cosas malas. Por todas estas cosas, la banda se disolvió en 2014. También los conflictos internos ayudaron a que el proyecto se frustrará”.
El ex voz líder de Hot Zone continúa hablando de la situación y el entorno del movimiento alternativo en la isla: “El movimiento underground entiende que el rap y el rock & roll son dos géneros hermanos. Los públicos de ambos son inseparables porque han sufrido la misma discriminación, marginalización y censura.
Estoy decepcionado con la Agencia Cubana del Rock porque hace años cerraron el Maxim Rock por reparación y no sé sabe cuándo van a terminar y reabrirlo. Los rockeros no tienen un espacio fijo donde presentarse. Yo sufro por los dos lados, el del rock y el del rap. Según me han contado amigos profesionales, esa agencia trabaja mal, no te buscan conciertos, atrasan los cheques, trabas y más trabas, y no te pagan en tiempo. Los músicos cuando ven que le cierran muchas puertas pierden la inspiración y eso pasó con nosotros. Nuestra cultura se ha concentrado en el parque de la Calle G y de ahí no la dejan salir. A cada rato pasa la policía por allí y recoge”.
A pesar de esta mala situación, Roberto Miranda Urgellés no claudica en su empeño de cultivar el género que ama: “Yo sigo haciendo cosas en solitario y estoy abierto a que me contacten para integrar cualquier proyecto. Me pueden localizar en el correo electrónico snot@nauta.cu. Ojalá que aparezca una banda por ahí que le haga falta un vocal. Sin dudas, no he terminado mi historia en el rap metal”.
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10 de julio de 2017
Confieso que no conocía de la existencia del rap metal y mucho menos que en Cuba el grupo Hot Zone era uno de sus cultores. Los inicios del subgénero se remontan a 1985, en los Estados Unidos. En el ámbito internacional, las bandas que más se destacan son Rage Against the Machine, Machine Head, Korn, P.O.D, Slipknot, Limp Bizkit y Linkin Park.
Según los especialistas, el rap metal se centra en la complejidad rítmica y lingüística del hip hop, ya que permite lograr el punto álgido en sus canciones. Las letras se basan en versos rapeados y coros agudos, mientras que las técnicas vocales incluyen voces guturales, melódicas y rasgadas, gritos e influencias del funk. Sus letras rondan las temáticas satíricas cargadas de terror, angustia y fuerte carga antirracista y política.
Fue un inmenso placer conversar con la voz líder de Hot Zone, Roberto Miranda Urgellés, quien me recibió en un espacioso y moderno apartamento de La Lisa, desde cuyos vidrios divisábamos el ir y venir de los citadinos en una zona bien concurrida. Sin duda, un sitio apropiado para dialogar.
Roberto tiene un hablar pausado, cadencioso y natural que contrasta con su actitud en el escenario. Con sinceridad nos mostró sensaciones que reflejaron una tirantez social reprimida: “Desde la escuela secundaria me gustaba el hip hop underground. Con dos amigos fundé el trío Tercer Reflejo, una cosa efímera. Componía mis temas, bajaba a todas las peñas y conocía a todos los raperos. Estuve en la agrupación On Set, del 2000 al 2002, que hacíamos una vertiente un poco más fuerte del metal. También trabajé con Treatment Choice 2003 y posteriormente canté en vivo con Los Aldeanos.
Cuando me llevaron al desaparecido Patio de María, el rock me cautivó. Se estaban presentando Médula, Tribal y Scape. Cuando vi a toda esa gente tocando instrumentos, saltando y el público enloquecido, me dije que me quedaba allí. Así que comencé a cantar ambos géneros fusionados porque los amo a los dos por igual”.
Entonces surge Hot Zone: “Con Hot Zone estuve de 2004 hasta el 2012. Pasamos trabajo al principio porque no teníamos local de ensayo. Éramos dos guitarras, un bajo, un DJ y yo en la voz prima. Grabamos dos demos y un disco de grandes éxitos: Actitud Positiva, de 2005, lleno de mensajes provechosos para aquellos que siempre están deprimidos con nuestra situación social; Malas Experiencias, de 2007, medio autobiográfico; y el recopilatorio Agua Mala con Azúcar, de 2009. Los grabamos en el estudio independiente La Paja Records, comandado por el grupo Porno Para Ricardo. Lo hicimos sin secuencia, a base de batería grabada en vivo. Tenemos tremendo vínculo con Ciro y con Gorki. Con ellos hicimos un concierto en el teatro municipal de Playa, donde nos llevaron presos porque dijimos la verdad de nuestra sociedad con un tono jocoso. Nuestras canciones más importantes con temática social son ‘Anticrítica’, ‘Actitud positiva’, ‘Preocupado’ y ‘Contenido neto’. Siempre cantamos en español. Exhortamos a esa gente que no puede salir de sus baches, que persevere, que prosigan la lucha que tiempos mejores vendrán. A ese concierto asistieron gran cantidad de muchachos de la cultura emo, porque tenemos varios tracks depresivos”.
Roberto sigue contando su camino con Hot Zone: “Participamos en varios festivales Rotilla, donde tuvimos tremendo éxito, y el Festival Nacional de Rock: RockaSol 2010, llevado a cabo en la ciudad de Cienfuegos. Además, organizamos un evento propio en La Vereda, en La Lisa, durante dos años. Invitamos a Zeus, Scape y a todas las bandas afines a nuestro estilo. Tuvimos muchos puntos en común con Rice & Beans, los Switch de Pinar del Río, Stigma DC y Darkness Fall. También contactamos con la banda Rock Color de México y Promedy de Holanda. El festival se cayó por la falta de recursos y el mal trabajo de varios en el Ministerio de Cultura, que no apoyaban el género. Cuando veían a un rockero vestido de negro o un rapero con la gorra virada pensaban que estaban en cosas malas. Por todas estas cosas, la banda se disolvió en 2014. También los conflictos internos ayudaron a que el proyecto se frustrará”.
El ex voz líder de Hot Zone continúa hablando de la situación y el entorno del movimiento alternativo en la isla: “El movimiento underground entiende que el rap y el rock & roll son dos géneros hermanos. Los públicos de ambos son inseparables porque han sufrido la misma discriminación, marginalización y censura.
Estoy decepcionado con la Agencia Cubana del Rock porque hace años cerraron el Maxim Rock por reparación y no sé sabe cuándo van a terminar y reabrirlo. Los rockeros no tienen un espacio fijo donde presentarse. Yo sufro por los dos lados, el del rock y el del rap. Según me han contado amigos profesionales, esa agencia trabaja mal, no te buscan conciertos, atrasan los cheques, trabas y más trabas, y no te pagan en tiempo. Los músicos cuando ven que le cierran muchas puertas pierden la inspiración y eso pasó con nosotros. Nuestra cultura se ha concentrado en el parque de la Calle G y de ahí no la dejan salir. A cada rato pasa la policía por allí y recoge”.
A pesar de esta mala situación, Roberto Miranda Urgellés no claudica en su empeño de cultivar el género que ama: “Yo sigo haciendo cosas en solitario y estoy abierto a que me contacten para integrar cualquier proyecto. Me pueden localizar en el correo electrónico snot@nauta.cu. Ojalá que aparezca una banda por ahí que le haga falta un vocal. Sin dudas, no he terminado mi historia en el rap metal”.
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