Lenguaje de Adultos hace “revolución” con plomos (Parte I)



Segundo jueves del mes, ya son las 9.00 p.m. y la noche promete ser acogedora, el clima caliente y ya comienza la actividad. Lenguaje de Adultos continúa recibiendo nuevos artistas, aficionados y seguidores del rap, los más viejos, o de más experiencias, dan clases, en tanto que otros continúan haciendo mejoras en sus interpretaciones y maneras de actuar. No faltan los entrenamientos de los gallos de pelea, pero lo que más motiva a todos es el crecimiento de la familia del rap en Guantánamo.

Aparejado a ello también crece la cultura hiphopera del público fiel que cada mes espera la peña, evalúa la calidad y los talentos de los cantantes. Algunos raperos de otras provincias han expresado que el público del Guaso es el más difícil de convencer, ya que no solo consumen cualquier rap interpretado, sino que su plato fuerte y preferido es el rap underground contestatario, aquel que se canta porque se siente y porque se sufre en carne propia, y es el que en este espacio no puede faltar porque así lo exige el público, y sus artistas no se hacen esperar.

Pero no hablaremos de lo acontecido en la peña, sino que se pone a consideración de muchos las palabras concedidas a entrevista realizada por nosotros a Yoel González Rodríguez, del dúo Los Carnales, quien fue uno de los protagonistas dedicados a convertir la peña en un volcán, un ataque directo al pecho para aquellos que actúan con buenas intenciones, pero que provocan ciertas amarguras en alguna parte de la población. En la próxima edición saldrá a la luz otras palabras del dúo Visa Abierta, otros que hacen rap contestatario y muy gustado por el público que siempre los acoge. Ambos viven en la capital del rap en Guantánamo, San Justo, un barrio que, por su condición de insalubridad y periferia a la vez, constituye motivo de inspiración para estos muchachos.

A juzgar por las letras de las canciones, los temas, el fervor de los artistas y las condiciones en las que han vivido, inferimos que son los principales motivos que los inspiran a componer, y en este sentido expresa Yoel que sus temas son solo plomos y están enumerados a partir del 1, luego los lanza a su público y mientras los interpreta aprovecha para analizar la reacción de los que escuchan atentos cada palabra convertida en canción. En esta ocasión usa una venda en sus ojos y canta “Yo me pongo como loco cuando veo que mi pueblo se acostumbra a las mentiras, que las damas se venden por diez pesos y que los yumas con un carro se las tiran. Con un fula se compran corazones, con veinte la carne se satura, por cincuenta le damos el fotingo y por cien le rifamos a la pura…, Es que soy cubano, soy crecido en los barrios marginales… salario justo que no alcanza para nada, nosotros somos ladrones autorizados, he visto gente que se fajó en Angola y hoy están vendiendo vasitos de granizado. Y mis respetos porque mi puro es el caso…”. Fueron tan solo algunas de las estrofas de uno de sus plomos, luego los chiflidos, aplausos, exclamaciones y cuántas señales de admiración y gusto salieron del público que espera estos tipos de temas.

“La experiencia me motiva a hacer mis temas. Yo no escribo sobre nadie ni me inspiro en nadie, yo escribo mi historia que es similar a lo que yo planteo. En el mundo artístico tengo resultados, pero en la danza, aun así, eso no tiene que ver con mi mundo íntimo, me sé de memoria el sufrimiento de mi familia, no es una cuestión política, sino es una cuestión de ideal. Yo tengo un ideal y el ideal soy yo mismo y mi sueño es la libertad constantemente, aunque nunca he estado encerrado, siempre siento que soy libre y siempre siento que tengo el derecho de plantearme de la manera que yo quiera”, así nos expresó Yoel y continúa con otros comentarios.

“Pochy y yo tenemos historias similares, nosotros pasamos grandes escuelas, las que Cuba nos ofertó, yo en el arte y Pochy en el deporte, pero las ventajas del triunfo como artista o deportista en la rama que representamos no se separan de los sentimientos ajenos al rap. Lo digo porque yo fui criado bajo ideales fuertes, ideales de que cuando hay injusticia la gente verbalmente proyecta rabia, y es la que nos convierte en raperos, y entonces nos deshumaniza por la forma de plantearnos, pero creo que es un lenguaje artístico igual y no va directamente a una rabia con nada ni en específico, pero sí a un modo de actuar y de buscar una fórmula para que otros actúen igual, piensen igual, y que ese consumo de arte pobre que tenemos ahora mismo desaparezca y que la gente comience a consumir su propio arte.

El éxito de que guste al público nuestras letras se lo atribuyo a lo sincero, a lo natural, a una comunicación genuina que no imita, no busca patrones de que quiero ser como algún otro rapero, es decir, una calle en San Justo te puede dictar una canción y la gente vive en Guantánamo y la gente entiende cualquier calle, cuando le hablas de un bache sabe dónde queda ese bache, no hay que buscar grandes filosofías. Escribimos lo que sentimos y la gente se identifica, y eso sucede en toda Cuba. Pochy tiene una gracia y es que es el mismo donde quiera que esté, aquí o en Holguín, Santiago, La Habana, entonces él no cuenta ninguna experiencia de nadie, sino la suya propia, y el arte es la experiencia de uno mismo, puesta en función de la música, el teatro o la danza, no es una manifestación política. Lo mismo intento hacer yo, por eso formamos ese dúo y considero que hemos tenido el éxito que hoy disfrutamos.

Los problemas que han traído nuestros temas, son reuniones tontas, porque creo que nací en un lugar donde la gente peleó para ser libre, y si desde un inicio se peleó por esa causa, entonces nadie puede preguntarme o decirme que soy subversivo o digo cosas duras. Al final, estoy planteando una realidad, pero no como una manifestación política, estoy diciendo que está mal. Si yo tuviera la oportunidad de representar a alguien, quizás fuera mejor, desde mi óptica, a lo mejor ese alguien que yo representara pensaría que no lo hago bien y debo hacerlo porque la vida es evolución y a su vez revolución. De ahí que pienso esto sea otro motivo más para el éxito de nuestras composiciones”.

Es que Yoel, al igual que Pochy, logra conmover a sus oyentes de una manera muy natural. Así como es de sencillo y humilde, en sus interpretaciones se torna impulsivo, reflexivo y, sobre todo, especialmente underground, razón por la cual existe como rapero querido por sus colegas y el público.

El espacio no deja para más y nosotros, en Guantánamo, dedicaremos un próximo artículo a reflexionar en torno a Visa Abierta y sus composiciones, pues es justo en la peña de Lenguaje de Adultos donde se puede escuchar y disfrutar del buen rap contestatario, aquel que las autoridades no entienden y, por lo tanto, censuran; aquel que el pueblo todavía no comprende y en ocasiones margina a quienes los interpretan; aquel rap que debe ser escuchado y respetado por lo profundo u hondo de su contenido, pero que no va más allá de cuestiones políticas, sino, como expresara el propio Yoel, es una manifestación más del arte cubano y es precisamente, por eso, que en esta peña hoy se dice que se hace “revolución con plomos”.

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Comentarios   Dejar un comentario
mirandi
9 de octubre, 2017 10:40 am (GMT-5:00)
muy buen artículo. felicidades para los raperos del guaso.