Llegó el primer libro del hip hop cubano (Por Elier “El Brujo” Álvarez)



El 28 de septiembre, para mí, es un día muy bueno porque es el cumpleaños de un poeta y amigo que admiro muchísimo, Roger Arencibia, pero es un día que, si bien tuvo una significación histórica grande en su momento: la constitución de los Comités de Defensa de la Revolución, la manera en que esto se ha politizado resulta bastante lacerante en mi interior. No obstante a todo eso que forma parte de mi vida como ser humano y que me entristece, creo que a partir de este año este día tendrá otros motivos para celebrar y festejar, porque ese día hice una llamada telefónica a otro amigo, una persona que se ha convertido en un puntal del hip hop cubano, El Zamo (Alejandro Zamora), con el que casi cotidianamente converso, y me dice: “ya está el libro en Cuba”.

“Rapear una cultura utópica. Testimonios del movimiento hiphopero” es el primer libro escrito por un cubano sobre lo acontecido en nuestro gremio durante los más de veinte años de hip hop en Cuba y, por tanto, un punto de partida con seriedad para hablar científicamente sobre esto desde la voz de sus participantes.

Quiero resaltar cómo El Zamo anunció la noticia al día siguiente de nuestra conversación, durante la cual me pidió que no la divulgara en ese mismo instante a través de las redes sociales para él mismo poder hacerlo, y lo hizo de ésta manera: “Solo me falta una hija o un hijo. Ya planté el árbol (una mata de aguacates sabrosísimos) hace años en compañía de mi mamá. El libro para los amantes del rap y la moña en mi país... ¡ya es una realidad, mi gente! «Rapear una Cuba utópica. Testimonios del movimiento hiphopero» lo tengo en mis manos, gracias a Dios, Olofi, Zeus… y a muchas personas. Solo cuento con un ejemplar de cortesía, los otros me serán entregados en la próxima Feria del Libro, y pienso entonces hacer una presentación oficial para las moñeras/os y hiphoperas/os. Los que están dentro y fuera de Cuba, aclaro. A ellas/os va dedicado este gran esfuerzo. Quiero entregar algunos volúmenes a distintas instituciones cubanas. Entre ellas, la Agencia Cubana de Rap, el CIDMUC, la Biblioteca Nacional. Veré también cómo socializar el texto digital, para que llegue a más personas. Tengo que agradecer a mis difuntas/os, y a muchas mentes que me ayudaron. A Víctor Fowler (que gozó ayer con esta pequeña victoria, como pueden observar), Moya, Juanito Camacho, Reina (sin ella, hubiera sido imposible concretar muchas de las entrevistas), Dachelys, Massiel, así como a un «camión» de personas. Toda/os presentes en los agradecimientos. Agradezco mucho a las/os entrevistadas/os por su paciencia y comprensión. Al Moyano por tirarme la foto y a Jose por ajustarla al libro. A la editorial española Guantanamera, por hacer real el sueño. A mi madre, a mi hermana, y a esa musa que me acompaña siempre, llamada Susana Popa Vives. ¡Viva el Hip Hoooooop!”.

Todo esto me hizo sentir muy motivado y fui a su casa para hacerle unas pregunticas, de esas calientes que me gustan hacer a mí, para publicarlas. Pero es una pena que la laptop se me rompiera y que en ella está todo el material de la entrevista (es un Mac y conseguir un software para poder ver el contenido es tan difícil como cambiarle el motherboard roto), pero aún conservo algunas ideas de las que me expresó.

Según me contó El Zamo, la génesis del libro fue a partir de un manuscrito de Méndez, director del grupo Manigua que comenzó haciendo rap conciencia y más tarde asumió el new metal como género musical. Este manuscrito se basaba en el proyecto sociomusical La Comisión Depuradora, que llega a nuestros días como un disco doble gestado por Al2 de Los Aldeanos y una persona que admiro muchísimo, Maykel Xtremo. El Zamo me reveló que mientras se internaba en las páginas del manuscrito se le abrió un universo enorme, dudas que a cualquier intelectual cubano le vendrían a la mente debido a la falta de una historia concreta donde poder acceder con facilidad sobre el tema y, por tanto, de entrevista en entrevista llegó a conformar este libro que hoy ya está en Cuba, que si bien estaba al alcance de todos en por la Red, por la falta de internet y desarrollo en nuestro país se vuelve casi inaccesible.

Este libro es muy importante porque tendremos claridad en cómo ocurrieron los sucesos del pasado, contados por los mismos participantes. Por ejemplo, algo que ocurrió en el último evento organizado por el Grupo Obsesión y, en específico, una pregunta que le hiciera Roberto Zurbano a Rodolfo Rensoli sobre la producción del Festival de Rap en Alamar que, según Zurbano, aún esta estrategia está vigente para ponerla en práctica como un hecho innovador. La respuesta del Renso fue que varios negros cubanos visibles en la sociedad, como Javier Sotomayor (que para nada era difícil verlo en los eventos que se realizaban a finales de los noventa y principios de los dos mil) y el músico Chucho Valdés, servían como colaboradores del mismo y hasta ese momento nunca había escuchado nada con respecto al tema, por el contrario, se decía que las fuentes de producción siempre fueron de la AHS.

También me gustaría saber cómo fue la interacción entre tres figuras relevantes de ese movimiento pasado (Rodolfo Rensoli, Pablo Herrera y Ariel Fernández), y antes de cerrar, saco a colación un interesante debate que se propició en el grupo cerrado de Facebook Yosotros -Hip Hop Cubano- y extendido públicamente a través del fans page en esta misma red social, creado por Pablo Herrera, Habana Hip Hop, y la de Activo Hip Hop Cubano, donde fue muy importante la respuesta final de El Zamo llamando a un consenso por parte de la comunidad, alrededor del perdón que necesita nuestro gremio, y que considero un punto muy importante y esencial para continuar avanzando.

Dejo los enlaces para que puedan acceder a ellos y se sepa de lo que hablo:

Texto punto de partida del debate (El Zamo)

Respuesta de Sekuo (Anónimo Consejo)

Respuesta de Yrak (Doble Filo)

Respuesta final (El Zamo)

Leer la segunda parte

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