La escena underground en el oriente cubano no se rinde
8 de enero de 2018
Los músicos underground persisten en su trabajo a pesar de las dificultades existentes en la ciudad de Manzanillo, territorio en decadencia económica desde hace muchísimos años que sufre un olvido cultural de manos de las instituciones y la Asociación Hermanos Saíz a nivel nacional. Sin embargo, varios de los más talentosos buscan vías alternativas de promoción y locales de presentación.
En una visita a la ciudad participamos en varios eventos y hablamos con varios de los involucrados en la escena musical underground de la región, entre ellos Jorge Pedro Martin Ochoa, promotor cultural de 30 años de edad, que expresó: “Quiero apoyar los conciertos en las calles, como este del parque Céspedes que organizamos con el apoyo de varios artistas underground. Queremos agrupar toda manifestación que tenga que ver con el arte joven, promover a los músicos que no tienen mucha libertad en los medios de difusión. Tenemos un movimiento incipiente en el hip hop que debemos apoyar. Esa es la canción protesta y no tienen peña desde hace meses. Luz de Cuba nos visita desde La Habana, pero YimiKonclase tuvo problemas y no pudo venir”.
Por su parte, Ernesto Perdomo Sánchez, tatuador, músico y artista plástico nos brinda sus impresiones: “Lo underground necesita más promoción. El hip hop y la cultura rock & roll están apagados en el oriente cubano. Hay muchos seguidores, pero nunca traen a bandas de La Habana. Migue MC, Rafael Sincro y El Mambí no tienen cómo desarrollarse. Los tienen encasillados en el territorio, no los dejan nutrirse. Yo era el baterista del grupo de death metal Blood Shed, pero no tenemos el instrumento. Hemos luchado hasta la muerte, a pulmón, porque los talentos están desapareciendo. Teníamos al grupo Shaman, pero su director se murió de cáncer y se disolvió. Ese tipo de cosas no debieran ocurrir”.
El trovador manzanillero Pedro Rivero Rodríguez también nos comentó: “Lo mío es la canción social de autor. Hablo de los sentimientos que nadie quiere hablar y eso me ha traído problemas. Mucho se habla de saltar, brincar, bailar, reír, y nadie habla de lo que duele, de las situaciones negativas que sufrimos cada día. Defiendo los valores humanos que se están perdiendo, mi generación artística debe luchar por su futuro, si no estaremos perdidos. Hablo sobre cómo veo mi ciudad, trato de proyectar mis sentimientos para que otras personas se nutran de mis vivencias. Entre mis canciones las que más se escuchan son ‘Sándalos grises’, ‘Recuento’ y ‘Nostalgia’. Es una gran alegría compartir escenario con rockeros, raperos y otros trovadores hermanos de campaña. La música underground no tiene apoyo de las autoridades y de las personas que están arriba. Nos ven como algo disímil, no quieren entender lo que estamos tratando de hacer acá y resulta incómodo que no dejen que el arte no convencional salga adelante”.
Esa noche, antes del concierto que presenciamos en el local La Terracita con artistas locales y artistas de otras provincias, conversamos mucho con Luz de Cuba, quien visitaba la ciudad para participar en el evento y nos habló de la situación del spoken word en el oriente del país: “Existen vestigios de dos mujeres que hicieron poesía hablada en Santiago de Cuba. El difunto Lázaro El Viejo hacía dob poetry caribeña. No conozco fuera de La Habana otros artistas similares a mí, nunca he encontrado a nadie, existe un gran desconocimiento. Quiero que la audiencia se cuestione lo que hago, piense y se anime a consumirlo y cultivarlo. Manzanillo es under por excelencia, es un pueblo olvidado por completo por el estado. No sé cómo los jóvenes pueden ser tan alegres como aquí. Tienen un nivel de desconocimiento muy grande por cómo abrirse paso culturalmente. El público es maravilloso y es la causa por la que yo haya viajado 13 horas incómodamente hasta aquí. En el concierto de la noche voy a hacer tres estrenos, ‘Identidad’, ‘Suntuosa Habana’ y ‘Okanameyi’, signo de Ifa con fusión de tambores batá y dubster producido por DJ Drew, con el acompañamiento del saxofonista Leonardo Andrés López Rodríguez”.
Carlos Espinosa, cantautor proveniente de Bayamo, también expresó sus experiencias: “El movimiento en mi ciudad está muy pobre. Trovadores solo estamos Orman Calas, Ernesto y yo. No hay crecimiento en la canción protesta ni se fomenta tampoco. Mis temas más conocidos son ‘Canción de una madre de Ayotzinapa’ y ‘Canción confundida’. Hablo sobre la mentira, la verdad y las inquietudes de la juventud. Me gusta el mundo rastafari, es una cultura que se interesa por lo natural y llegar a una meditación profunda, y son personas de paz. Admiro esa tribu social, esa hermandad. Me critican, pero no importa, no me aceptan, me miran raro y se ríen. Manzanillo está mejor en la trova que la capital provincial. Aquí hay más resultados”.
José “DJ Dwar” Boza Guerra representa a los DJ bayameses y nos explicó su situación: “Vine haciendo autostop a Manzanillo. Así me promociono de manera independiente, viajando por todos los municipios de la provincia. Comencé en la música electrónica en el 2015. Primero nos llamamos Trans Party, con Gustavo DJ Step. Después pasé a Electro Step con Esteban DJ Sieven, con el que me mantengo trabajando. En Bayamo no somos muchos, no existe este tipo de oferta cultural y como nosotros íbamos a otros lugares, Holguín, Ciego y Matanzas, veíamos a otros DJ y decidimos asumir la vanguardia. Necesitamos un buen audio y luces para crearle un ambiente agradable al público. Todavía no tenemos ni los medios ni los recursos. Pero no nos rendimos”.
Y esa fue la frase que todos mencionaban cuando hablábamos de música underground: no rendirse, porque si algo palpamos en Manzanillo, tanto entre los músicos locales como los de otras ciudades, fue que ninguno quiere rendirse, a pesar de los obstáculos y las dificultades para hacer buena música fuera de lo comercial en estos tiempos.
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8 de enero de 2018
Los músicos underground persisten en su trabajo a pesar de las dificultades existentes en la ciudad de Manzanillo, territorio en decadencia económica desde hace muchísimos años que sufre un olvido cultural de manos de las instituciones y la Asociación Hermanos Saíz a nivel nacional. Sin embargo, varios de los más talentosos buscan vías alternativas de promoción y locales de presentación.
En una visita a la ciudad participamos en varios eventos y hablamos con varios de los involucrados en la escena musical underground de la región, entre ellos Jorge Pedro Martin Ochoa, promotor cultural de 30 años de edad, que expresó: “Quiero apoyar los conciertos en las calles, como este del parque Céspedes que organizamos con el apoyo de varios artistas underground. Queremos agrupar toda manifestación que tenga que ver con el arte joven, promover a los músicos que no tienen mucha libertad en los medios de difusión. Tenemos un movimiento incipiente en el hip hop que debemos apoyar. Esa es la canción protesta y no tienen peña desde hace meses. Luz de Cuba nos visita desde La Habana, pero YimiKonclase tuvo problemas y no pudo venir”.
Por su parte, Ernesto Perdomo Sánchez, tatuador, músico y artista plástico nos brinda sus impresiones: “Lo underground necesita más promoción. El hip hop y la cultura rock & roll están apagados en el oriente cubano. Hay muchos seguidores, pero nunca traen a bandas de La Habana. Migue MC, Rafael Sincro y El Mambí no tienen cómo desarrollarse. Los tienen encasillados en el territorio, no los dejan nutrirse. Yo era el baterista del grupo de death metal Blood Shed, pero no tenemos el instrumento. Hemos luchado hasta la muerte, a pulmón, porque los talentos están desapareciendo. Teníamos al grupo Shaman, pero su director se murió de cáncer y se disolvió. Ese tipo de cosas no debieran ocurrir”.
El trovador manzanillero Pedro Rivero Rodríguez también nos comentó: “Lo mío es la canción social de autor. Hablo de los sentimientos que nadie quiere hablar y eso me ha traído problemas. Mucho se habla de saltar, brincar, bailar, reír, y nadie habla de lo que duele, de las situaciones negativas que sufrimos cada día. Defiendo los valores humanos que se están perdiendo, mi generación artística debe luchar por su futuro, si no estaremos perdidos. Hablo sobre cómo veo mi ciudad, trato de proyectar mis sentimientos para que otras personas se nutran de mis vivencias. Entre mis canciones las que más se escuchan son ‘Sándalos grises’, ‘Recuento’ y ‘Nostalgia’. Es una gran alegría compartir escenario con rockeros, raperos y otros trovadores hermanos de campaña. La música underground no tiene apoyo de las autoridades y de las personas que están arriba. Nos ven como algo disímil, no quieren entender lo que estamos tratando de hacer acá y resulta incómodo que no dejen que el arte no convencional salga adelante”.
Esa noche, antes del concierto que presenciamos en el local La Terracita con artistas locales y artistas de otras provincias, conversamos mucho con Luz de Cuba, quien visitaba la ciudad para participar en el evento y nos habló de la situación del spoken word en el oriente del país: “Existen vestigios de dos mujeres que hicieron poesía hablada en Santiago de Cuba. El difunto Lázaro El Viejo hacía dob poetry caribeña. No conozco fuera de La Habana otros artistas similares a mí, nunca he encontrado a nadie, existe un gran desconocimiento. Quiero que la audiencia se cuestione lo que hago, piense y se anime a consumirlo y cultivarlo. Manzanillo es under por excelencia, es un pueblo olvidado por completo por el estado. No sé cómo los jóvenes pueden ser tan alegres como aquí. Tienen un nivel de desconocimiento muy grande por cómo abrirse paso culturalmente. El público es maravilloso y es la causa por la que yo haya viajado 13 horas incómodamente hasta aquí. En el concierto de la noche voy a hacer tres estrenos, ‘Identidad’, ‘Suntuosa Habana’ y ‘Okanameyi’, signo de Ifa con fusión de tambores batá y dubster producido por DJ Drew, con el acompañamiento del saxofonista Leonardo Andrés López Rodríguez”.
Carlos Espinosa, cantautor proveniente de Bayamo, también expresó sus experiencias: “El movimiento en mi ciudad está muy pobre. Trovadores solo estamos Orman Calas, Ernesto y yo. No hay crecimiento en la canción protesta ni se fomenta tampoco. Mis temas más conocidos son ‘Canción de una madre de Ayotzinapa’ y ‘Canción confundida’. Hablo sobre la mentira, la verdad y las inquietudes de la juventud. Me gusta el mundo rastafari, es una cultura que se interesa por lo natural y llegar a una meditación profunda, y son personas de paz. Admiro esa tribu social, esa hermandad. Me critican, pero no importa, no me aceptan, me miran raro y se ríen. Manzanillo está mejor en la trova que la capital provincial. Aquí hay más resultados”.
José “DJ Dwar” Boza Guerra representa a los DJ bayameses y nos explicó su situación: “Vine haciendo autostop a Manzanillo. Así me promociono de manera independiente, viajando por todos los municipios de la provincia. Comencé en la música electrónica en el 2015. Primero nos llamamos Trans Party, con Gustavo DJ Step. Después pasé a Electro Step con Esteban DJ Sieven, con el que me mantengo trabajando. En Bayamo no somos muchos, no existe este tipo de oferta cultural y como nosotros íbamos a otros lugares, Holguín, Ciego y Matanzas, veíamos a otros DJ y decidimos asumir la vanguardia. Necesitamos un buen audio y luces para crearle un ambiente agradable al público. Todavía no tenemos ni los medios ni los recursos. Pero no nos rendimos”.
Y esa fue la frase que todos mencionaban cuando hablábamos de música underground: no rendirse, porque si algo palpamos en Manzanillo, tanto entre los músicos locales como los de otras ciudades, fue que ninguno quiere rendirse, a pesar de los obstáculos y las dificultades para hacer buena música fuera de lo comercial en estos tiempos.
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