Decepciones y aspiraciones underground en el Guaso



El martes 9 de enero, en el horario de la noche, el grupo de música alternativa Barra Abierta daría un concierto en la popular Casa de la Trova guantanamera. Todo estaba listo para el evento, Jasho, su director, había realizado el trabajo de divulgación correspondiente por los diferentes medios de comunicación provincial, pues a diferencia de otros géneros underground, estos chicos cuentan ya con algunas posibilidades de colarse y poder promocionar algunas de sus presentaciones.

Ya el evento era conocido por algunas personas que a su vez convocaron a otras y sugirieron el espacio, aparentemente la mesa estaba servida. Llegó la hora señalada y allí estaba el público a la espera y los músicos listos para comenzar, y para la sorpresa de todos no pudo efectuarse el evento debido a que la consola del equipo de audio estaba prestando servicios en una actividad en el gobierno provincial.

Los integrantes de Barra Abierta nuevamente ven sus deseos truncados y sus sueños triturados por la aflicción y vergüenza con el público que los esperaba, quedaron vestidos para el baile que no se efectuó. Qué decir del público, otra decepción sufrida y esta vez habían numerosas personas que atónitos ante la situación comenzaron a pelear y expresar criterios con todas sus razones, desean actividad sana en las noches de cualquier día de la semana y solo pueden esperar a sábados y domingos, en los cuales no es posible disfrutar de espacios como este, pues se le da cobertura a otros tipos de actividades que no son de sus preferencias, tales como la noche guantanamera o el changüí que tiene su propio público.

Esta situación se reitera y ya varios consideran que ocurre con intencionalidad, “no se ofrecen disculpas y todo queda como si nada hubiese sucedido, pues los que supuestamente participarían en la actividad no merecen explicaciones y quedan conformes, buscan alternativas ya que son jóvenes y a esas edades siempre aparecen alternativas de diversión”, eran algunos comentarios expresados irónicamente por algunos jóvenes que se agruparon en el parque central, sin saber qué hacer ante su total frustración.

No obstante a lo sucedido, los miembros del grupo no pierden sus esperanzas y a pesar de su batalla perdida quedan opciones y se encaminan hacia la búsqueda, es así como coordinan con un amigo y colega que se presentaría en un espacio fijo que posee en el Patio de ARTEX, el jueves 11 de enero, allí podrían interpretar al menos tres temas de su repertorio, sin embargo, no sería con sus seguidores propios y habituales, sino con el público del colega a quien le agradecían el amable gesto y ayuda. Hasta allí llegaron algunos fans del grupo, pero al advertir tal situación decidieron no acceder al sitio y volvieron a sufrir otra decepción, a pesar de que comentaban la buena intención del artista que quiso ayudar a Barra Abierta.

Resulta complejo y difícil comprender las diversas situaciones que presentan los jóvenes guantanameros, pues hay artistas para complacer diversos gustos, sin embargo, no poseen las condiciones necesarias para lograrlo, así sucede con el rock y otros géneros, algunos hasta tienen que salir a otras provincias para ver un concierto y lo hacen con gusto, pero bien planificados porque además no cuentan con las condiciones económicas que les permitan hacerlo con frecuencia y desahogo monetario.

Las noches en la ciudad del Guaso son aburridas, las calles siempre vacías desde las 9.00 p.m., solo transitan algunas personas por cuestiones de rutina o situaciones específicas, pero no son jóvenes que salen a pasear, relajarse, socializar criterios y compartir gustos o preferencias. Se habla en los diversos medios nacionales de flagelos sociales que hoy nos afectan, pero no se ponen alternativas accesibles a los jóvenes para cambiar esa situación. Las bebidas alcohólicas, cigarros y sitios donde se promueve música grabada como el reggaetón son los que abundan en esta ciudad y provincia, elementos todos que provocan adicciones, violencia, trastornos mentales, familias disfuncionales, abandono de los estudios y otras problemáticas en la juventud y sus familiares, de urgente atención.

Hay contrapunteo entre la recreación sana que promueva desarrollo e intercambio cultural y los espacios y momentos para la promoción de actitudes y aptitudes con ánimos contrarios a lo que debiera fomentarse en la juventud. Se pueden contar los espacios dedicados a fines pacíficos y enriquecedores, para los habitantes de esta provincia no se promueven el ballet, obras teatrales, los jóvenes están deseosos de escuchar buen rock, música electrónica, reggae, trova alternativa, ver graffitis y otras manifestaciones de la cultura underground. Están creadas las condiciones, existen sitios donde se pueden realizar estas actividades, pero algo frena el desarrollo cultural y contribuye a aumentar los actos negativos en la sociedad guantanamera.

Se hace urgente observar la situación, darle promoción a los géneros under que, por demás, cuentan en esta provincia con artistas para desarrollarlos y públicos para degustarlos, se hace menester contribuir a eliminar esos flagelos, reintegrar a la sociedad a los que se han desviado del buen camino, construir una sociedad libre, justa, equitativa culturalmente, donde se siembre buena semilla y respeten las preferencias de todos, no se marginen a sus habitantes por la forma de vestir, caminar o manifestarse, una sociedad donde se trabaje más y critique menos.

La música underground en Guantánamo dedica temas a estas situaciones, intenta hacer reflexionar a las autoridades y a los demás habitantes que manifiestan abiertamente su total desacuerdo con ellos. Los artistas aspiran a tener libertad de expresión, libertad de presentación, a ser aceptados sin críticas negativas y con inclusión social. ¿Será tan difícil lograr esas metas en un país como el nuestro?

Esta es una reflexión que queda clara en las letras de los temas musicales expresados por raperos de la provincia catalogada por ellos mismos como la “capital del rap en Cuba”. Vale la pena escuchar y atender ya que aspiramos a que no aparezcan trabas que impidan el normal desarrollo de nuestros artistas underground y que los jóvenes guantanameros que deseen degustar de su género puedan hacerlo con libertad y placer en los sitios públicos que posee la ciudad. Es el sentir y pedir de los todos aquí reflejados.

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