La Reyna y La Real en su primer concierto del 2018, bajo el lema de Mujeres al poder (Por Malcoms “Justicia” Junco Duffay)
12 de febrero de 2018
Seguramente que los nombres de Reyna Mercedes Hernández Sandoval y Yadira Pintado Lazcano, así solos y formalmente plasmados aquí, no le dicen mucho a nadie, pero ellas, junto a su productor general y DJ Moisés Whittaker, con Laura Nápoles Martínez como pianista y arreglista, son los componentes principales del grupo conocido como La Reyna y La Real, quienes no paran de dar de qué hablar y siguen siendo una novedad en el mundo del hip hop y la música alternativa cubana.
A ellos se les unen otros músicos e intérpretes, que conforman lo que nosotros llamamos una banda o grupo musical con todas las de la ley. Ya en su nómina de agrupación aparecen los nombres de María Carla Puga Marín en el bajo, Yan Regueiro García en la batería (drums), la cuerda de metales está fundamentada por Luis Daniel Borges Gallart en el trombón, Reynel Ronquillo Sarda en el saxo y Sandris “Sandy” Romero Villa en la trompeta. Todos jóvenes con una amplia experiencia en la materia de sus instrumentos y, lo más fundamental, el mérito del conocimiento del género que tocan con la banda. Con esto quiero oficializar que La Reyna y La Real ya no son simplemente un dúo de rap con un DJ detrás que hace música por hobby, porque sus carreras cada día crecen más y va en ascenso seriamente.
En el circuito de las bandas de hip hop cubano alternativo, que se han aventurado y apuestan por la música en vivo con instrumentos, tenemos en los inicios, como ejemplo, a artistas como Athanai el blanco rapero, Triple A y Garaje H (donde fue muy relevante la figura de Irak Sáenz, quien fundó el grupo Doble filo y terminó convirtiéndose también en una banda de músicos), el grupo Free Hole Negro (que mezcló la música afronorteamericana, como el rap, el funk y el jazz, con los elementos de la música cubana), Orishas, Kumar y Telmaris, y Yaokende. En estos tiempos también contamos con la presencia de New World (grupo liderado por Yosvel El Progresista), Liberato, Yimi Konclaze y la agrupación legendaria Obsesión, que a veces los vemos acompañados por varios instrumentistas también. Pero, para mí, La Real y La Reyna han sido una de las formaciones musicales mejores logradas y más completas que tiene el hip hop cubano de estos tiempos.
El grupo, en esta ocasión, se apoderó una vez más del escenario principal de la sala de concierto Nave Cuatro, de la Fábrica de Arte Cubano (FAC), en su primer espectáculo exclusivo del presente año, y aunque la banda, en general, está formada por músicos de ambos sexos, este concierto se realizó bajo el lema de “Mujeres al poder”, resaltando y representando la figura femenina en el hip hop, la música alternativa y la cultura cubana.
De esta forma, el pasado sábado 27 de enero, a las once en punto de la noche, se abría el telón que cubre la sala de concierto para dar inicio a la tan distinguida presentación. Una escenografía ambientada por luces azules y rojas, en su mayoría, recibió, yo diría, a la introducción del espectáculo con el tema “Suavecito”, destacando la interpretación del bajo y la cuerda de metales solamente, a modo de instrumental. Algo muy diferente a lo que está plasmado en su fonograma original, y ese fue solo el principio de todo lo que vino después.
A continuación, “Por si las moscas”, que junto a “Báilalo” y “Están de más” fueron canciones tocadas allí, pero que no aparecen en el disco. De tercera disfrutamos de “Tú sí y yo no”, ya, para entonces, la gente y seguidores pedían que cantaran “El arroz (Que se queme el arroz)”, y ellas jugaban con todo esto, dejando siempre al público cada vez más enganchados con lo que estaba sucediendo.
Acto y seguido suenan los acordes de “La respuesta”, featuring con uno de los principales integrantes de la banda, Moisés Whittaker, que además de DJ hace la multifunción de rapero, corista y dirige la orquestación en vivo. Le siguió “Más que”, con la sorpresa de la colaboración de Orlandito Ochoa Méndez, conocido como Orly Wan Kenobi, del municipio Regla, rapero y activista del movimiento de hip hop cubano, quien está en estos momentos escribiendo, produciendo y grabando su último disco con El Prófugo, en el estudio 264, en Arroyo Arena, La Habana.
“Caminando” entró acompañado de la mano de la cantante de jazz Zule Guerra, quien por primera vez interpretó el tema en vivo, con la alineación. Se hizo notar la improvisación de preguntas y respuestas entre el saxo y la cantante, al estilo jazz swing, resaltando de una manera increíble con su voz por encima de todos los instrumentos. La buena armonización general hacía que constantemente el público agradeciera con bulla y el aliento de que ¡QUEREMOS MÁS!
Se tocaron además los temas “No son na”, “Brujería” y “Ponle actitud”, con otra de las patas principales de la mesa: la pianista y corista Laura Martínez. Y llegó el momento esperado por todos, cuando sonó “El arroz”, o “Que se queme el arroz” originalmente, que continuó levantando los ánimos de los espectadores inquietos, quienes cantaban y coreaban la letra continuamente. Luego llegó “La miki y la repa”, o, como bien le llaman en el grupo, “Miki y repa”, donde antes se lucieron con un performance sobre los personajes de la canción, donde “la miki” es La Real y “la repa” es La Reyna. Cerrando por todo lo alto con la canción “Ya me querrán”.
Es bueno señalar la impresionante seguridad y desempeño entre los ejecutantes, todos fieles amigos, mujeres y hombres, muy buenos músicos que verdaderamente les gusta lo que hacen y lo disfrutan al máximo. Igualmente, la forma en que desarrollan los ritmos del rap mezclados con el swing y otras tendencias musicales, el empleo de las voces con excelentes arreglos de la Reyna, quien se mantiene en la onda más rapera, y Yadira La Real quien es un complemento genérico, su gama y diapasón varían constantemente desde lo más cantado hasta lo más rapeado. Laura, en el piano, armoniza los coros al igual que María Carla la bajista. Definitivamente, el performance artístico, teatral, realizado por La Real y La Reyna, más su expresión en cada tema, defendían constantemente la actitud e imagen de la mujer.
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12 de febrero de 2018
Seguramente que los nombres de Reyna Mercedes Hernández Sandoval y Yadira Pintado Lazcano, así solos y formalmente plasmados aquí, no le dicen mucho a nadie, pero ellas, junto a su productor general y DJ Moisés Whittaker, con Laura Nápoles Martínez como pianista y arreglista, son los componentes principales del grupo conocido como La Reyna y La Real, quienes no paran de dar de qué hablar y siguen siendo una novedad en el mundo del hip hop y la música alternativa cubana.
A ellos se les unen otros músicos e intérpretes, que conforman lo que nosotros llamamos una banda o grupo musical con todas las de la ley. Ya en su nómina de agrupación aparecen los nombres de María Carla Puga Marín en el bajo, Yan Regueiro García en la batería (drums), la cuerda de metales está fundamentada por Luis Daniel Borges Gallart en el trombón, Reynel Ronquillo Sarda en el saxo y Sandris “Sandy” Romero Villa en la trompeta. Todos jóvenes con una amplia experiencia en la materia de sus instrumentos y, lo más fundamental, el mérito del conocimiento del género que tocan con la banda. Con esto quiero oficializar que La Reyna y La Real ya no son simplemente un dúo de rap con un DJ detrás que hace música por hobby, porque sus carreras cada día crecen más y va en ascenso seriamente.
En el circuito de las bandas de hip hop cubano alternativo, que se han aventurado y apuestan por la música en vivo con instrumentos, tenemos en los inicios, como ejemplo, a artistas como Athanai el blanco rapero, Triple A y Garaje H (donde fue muy relevante la figura de Irak Sáenz, quien fundó el grupo Doble filo y terminó convirtiéndose también en una banda de músicos), el grupo Free Hole Negro (que mezcló la música afronorteamericana, como el rap, el funk y el jazz, con los elementos de la música cubana), Orishas, Kumar y Telmaris, y Yaokende. En estos tiempos también contamos con la presencia de New World (grupo liderado por Yosvel El Progresista), Liberato, Yimi Konclaze y la agrupación legendaria Obsesión, que a veces los vemos acompañados por varios instrumentistas también. Pero, para mí, La Real y La Reyna han sido una de las formaciones musicales mejores logradas y más completas que tiene el hip hop cubano de estos tiempos.
El grupo, en esta ocasión, se apoderó una vez más del escenario principal de la sala de concierto Nave Cuatro, de la Fábrica de Arte Cubano (FAC), en su primer espectáculo exclusivo del presente año, y aunque la banda, en general, está formada por músicos de ambos sexos, este concierto se realizó bajo el lema de “Mujeres al poder”, resaltando y representando la figura femenina en el hip hop, la música alternativa y la cultura cubana.
De esta forma, el pasado sábado 27 de enero, a las once en punto de la noche, se abría el telón que cubre la sala de concierto para dar inicio a la tan distinguida presentación. Una escenografía ambientada por luces azules y rojas, en su mayoría, recibió, yo diría, a la introducción del espectáculo con el tema “Suavecito”, destacando la interpretación del bajo y la cuerda de metales solamente, a modo de instrumental. Algo muy diferente a lo que está plasmado en su fonograma original, y ese fue solo el principio de todo lo que vino después.
A continuación, “Por si las moscas”, que junto a “Báilalo” y “Están de más” fueron canciones tocadas allí, pero que no aparecen en el disco. De tercera disfrutamos de “Tú sí y yo no”, ya, para entonces, la gente y seguidores pedían que cantaran “El arroz (Que se queme el arroz)”, y ellas jugaban con todo esto, dejando siempre al público cada vez más enganchados con lo que estaba sucediendo.
Acto y seguido suenan los acordes de “La respuesta”, featuring con uno de los principales integrantes de la banda, Moisés Whittaker, que además de DJ hace la multifunción de rapero, corista y dirige la orquestación en vivo. Le siguió “Más que”, con la sorpresa de la colaboración de Orlandito Ochoa Méndez, conocido como Orly Wan Kenobi, del municipio Regla, rapero y activista del movimiento de hip hop cubano, quien está en estos momentos escribiendo, produciendo y grabando su último disco con El Prófugo, en el estudio 264, en Arroyo Arena, La Habana.
“Caminando” entró acompañado de la mano de la cantante de jazz Zule Guerra, quien por primera vez interpretó el tema en vivo, con la alineación. Se hizo notar la improvisación de preguntas y respuestas entre el saxo y la cantante, al estilo jazz swing, resaltando de una manera increíble con su voz por encima de todos los instrumentos. La buena armonización general hacía que constantemente el público agradeciera con bulla y el aliento de que ¡QUEREMOS MÁS!
Se tocaron además los temas “No son na”, “Brujería” y “Ponle actitud”, con otra de las patas principales de la mesa: la pianista y corista Laura Martínez. Y llegó el momento esperado por todos, cuando sonó “El arroz”, o “Que se queme el arroz” originalmente, que continuó levantando los ánimos de los espectadores inquietos, quienes cantaban y coreaban la letra continuamente. Luego llegó “La miki y la repa”, o, como bien le llaman en el grupo, “Miki y repa”, donde antes se lucieron con un performance sobre los personajes de la canción, donde “la miki” es La Real y “la repa” es La Reyna. Cerrando por todo lo alto con la canción “Ya me querrán”.
Es bueno señalar la impresionante seguridad y desempeño entre los ejecutantes, todos fieles amigos, mujeres y hombres, muy buenos músicos que verdaderamente les gusta lo que hacen y lo disfrutan al máximo. Igualmente, la forma en que desarrollan los ritmos del rap mezclados con el swing y otras tendencias musicales, el empleo de las voces con excelentes arreglos de la Reyna, quien se mantiene en la onda más rapera, y Yadira La Real quien es un complemento genérico, su gama y diapasón varían constantemente desde lo más cantado hasta lo más rapeado. Laura, en el piano, armoniza los coros al igual que María Carla la bajista. Definitivamente, el performance artístico, teatral, realizado por La Real y La Reyna, más su expresión en cada tema, defendían constantemente la actitud e imagen de la mujer.
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