La lucha es creatividad contra comercio
26 de febrero de 2018
La televisión cubana adolece de programas para educar a la población en el buen gusto musical. Según varios músicos entrevistados, cánones de censura y criterios basados en los gustos de los realizadores priman en la programación.
Orlando Cruzata, director del proyecto Lucas, dicta la política de trasmisión de audiovisuales, decide quién se pone y quién no, y provoca que su monopolio mediático alcance matices escandalosos. El Instituto Cubano de Radio y Televisión le entrega cuantiosos recursos para la producción de su programa y galas de premiación, que años tras año repiten esquemas, artistas y formas de hacer. Este programa crea estados de opinión y preferencia por parte del público hacia artistas determinados, por el mero hecho de ser nominados o premiados sus videos musicales, que deben ser de alta factura, por un jurado escogido por el mismo Cruzata. De esta manera, se discrimina a aquellos buenos músicos que no poseen los recursos, miles de CUC para grabar videos que cumplan las exigencias de Cruzata y su equipo de trabajo.
Según el músico José Antonio Silverio, existen injusticias, preferencias y corrupción en el Instituto Cubano de Radio y Televisión y si el equipo de trabajo de dicho programa no aprueba la difusión de tu video, nunca saldrá en emisión o canal alguno.
Al respecto conversamos con cultivadores de diversos géneros musicales:
Ángel Luis Fundichely, director de Challenger, expresó: “Siempre hemos sufrido la incomprensión de los medios de difusión masiva. Uno de nuestros integrantes es director de videos, tenemos varios ya terminados, pero si no pagamos, no nos ponen. El rock ha sufrido mucha censura en Cuba y solo a pocos programas en la radio y la televisión, muy espaciados y raros, les han dado promoción de forma libre. Yo tengo experiencia, he estado en los grupos Apaches 73, Ovni, Sputnik, Alta Tensión, Costa Norte, Los Tackson y Dimensión Vertical. Ninguna de esas bandas ha tenido una exposición real en los medios. No sé el por qué, pues en todos se ha hecho buena música. A mi entender es que como el género es norteamericano no les interesa promocionarlo, aunque muchos tocamos en español. En el único club que existe donde se programa rock, el Submarino Amarillo, está prohibido hacer temas propios, nosotros hacíamos un cover y después colábamos uno nuestro, sin anunciarlo, claro, pero tuvimos problemas y dejamos de hacerlo.
Nuestro grupo es retador en la cultura cubana, tenemos temas propios con letras que abordan lo social, pero con una terminación sonora de calidad. También interpretamos covers de los clásicos del rock, para que las nuevas generaciones conozcan la buena música de antaño. Actualmente me ayudan en el empeño de Challenger: Jesús Rojas en el bajo, Alain Daniel García en la guitarra líder y voz, Aramis Hernández en la batería, así como Sergio Equino como voz líder y piano.
Nuestros temas sociales son ‘Don’t Believe It’, ‘Amigos’, ‘El pequeño Joe’ , ‘Un sueño’ y ‘Más que ayer’¨, de Keko Fajardo, que habla sobre lo mucho que han sufrido los rockeros en nuestro país. En la banda todos componemos basados en nuestras vivencias, incluso, tenemos coautoría con el gran escritor Eduardo del Llano.
En los últimos años han existido varias bandas destacadas, con repertorio propio, no las han puesto en la TV ni en la radio, les han cerrado las puertas. Al no conocerse, no les brindan espacios y se disuelven, mira los casos de Tierra Santa, Rockablues Trío, Sociedad Havana Blues y AKDA 1.
En los festivales no nos dejan trabajar si no hacemos covers, y nosotros queremos tocar lo nuestro y transmitir el mensaje del músico cubano. Challenger no cae en chabacanerías ni en letras ofensivas. Yo hago soul, sufro doblemente porque a ese género lo ponen menos aún en los medios y eso que es la música de los negros norteamericanos y en Cuba ‘no hay racismo’. Nuestro demo lo repartí por todas las emisoras, al principio hicieron que nos iban a poner, pero nada de eso, desde hace mucho tiempo no nos radian. Eso es un problema delicado y se escapa de nuestras manos. Vas por la calle y solo escuchas reggaetón, eso sí tiene difusión y apoyo, no le enseñan al pueblo la buena música, es como si los quisieran embrutecidos para que no piensen. No tenemos respuestas, eso solo las tienen los que dirigen los medios, los que tienen ese poder”, finalizó Fundichely.
Frasis resalta en la escena cubana por sus letras inteligentes, refinamiento, música fusión e imagen agradable de sus instrumentistas. Desde hace siete años pugna por abrirse paso en los medios. Sobre el asunto, Roxana Iglesias, directora de la banda, nos comentó: “Nuestro estilo va acorde al formato que utilizamos. Es un trabajo variado con respecto a combinaciones musicales y tímbricas, por lo que tenemos muy buena aceptación por el público, aunque nuestra presencia en la radio y televisión es bastante insuficiente.
Luchamos por mejorar el gusto del público, primeramente éramos un cuarteto instrumental, pero incorporamos el trabajo vocal para mandar un mensaje social al público. Aumentamos el repertorio con versiones de clásicos cubanos y en las presentaciones en vivo siempre hablamos de la obra de los compositores y de la letra de la canción.
Todo el mundo se va por la música extra comercial. La lucha es creatividad contra comercio. Tenemos varios audiovisuales realizados con nuestros recursos, los hemos presentado en la Televisión Cubana y no nos han hecho caso. Si no tenemos algún amigo que nos lo ponga en su programa, no salen. En Cuba se favorece otro tipo de agrupaciones, otros géneros musicales. Afrontamos el reto porque tenemos un formato que es muy difícil de colocar en nuestro país. Es muy espinoso romper con los esquemas ya establecidos de lo que puede tocar una agrupación. Es un desafío insertarnos en los eventos alternativos que escasean en la escena underground”.
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26 de febrero de 2018
La televisión cubana adolece de programas para educar a la población en el buen gusto musical. Según varios músicos entrevistados, cánones de censura y criterios basados en los gustos de los realizadores priman en la programación.
Orlando Cruzata, director del proyecto Lucas, dicta la política de trasmisión de audiovisuales, decide quién se pone y quién no, y provoca que su monopolio mediático alcance matices escandalosos. El Instituto Cubano de Radio y Televisión le entrega cuantiosos recursos para la producción de su programa y galas de premiación, que años tras año repiten esquemas, artistas y formas de hacer. Este programa crea estados de opinión y preferencia por parte del público hacia artistas determinados, por el mero hecho de ser nominados o premiados sus videos musicales, que deben ser de alta factura, por un jurado escogido por el mismo Cruzata. De esta manera, se discrimina a aquellos buenos músicos que no poseen los recursos, miles de CUC para grabar videos que cumplan las exigencias de Cruzata y su equipo de trabajo.
Según el músico José Antonio Silverio, existen injusticias, preferencias y corrupción en el Instituto Cubano de Radio y Televisión y si el equipo de trabajo de dicho programa no aprueba la difusión de tu video, nunca saldrá en emisión o canal alguno.
Al respecto conversamos con cultivadores de diversos géneros musicales:
Ángel Luis Fundichely, director de Challenger, expresó: “Siempre hemos sufrido la incomprensión de los medios de difusión masiva. Uno de nuestros integrantes es director de videos, tenemos varios ya terminados, pero si no pagamos, no nos ponen. El rock ha sufrido mucha censura en Cuba y solo a pocos programas en la radio y la televisión, muy espaciados y raros, les han dado promoción de forma libre. Yo tengo experiencia, he estado en los grupos Apaches 73, Ovni, Sputnik, Alta Tensión, Costa Norte, Los Tackson y Dimensión Vertical. Ninguna de esas bandas ha tenido una exposición real en los medios. No sé el por qué, pues en todos se ha hecho buena música. A mi entender es que como el género es norteamericano no les interesa promocionarlo, aunque muchos tocamos en español. En el único club que existe donde se programa rock, el Submarino Amarillo, está prohibido hacer temas propios, nosotros hacíamos un cover y después colábamos uno nuestro, sin anunciarlo, claro, pero tuvimos problemas y dejamos de hacerlo.
Nuestro grupo es retador en la cultura cubana, tenemos temas propios con letras que abordan lo social, pero con una terminación sonora de calidad. También interpretamos covers de los clásicos del rock, para que las nuevas generaciones conozcan la buena música de antaño. Actualmente me ayudan en el empeño de Challenger: Jesús Rojas en el bajo, Alain Daniel García en la guitarra líder y voz, Aramis Hernández en la batería, así como Sergio Equino como voz líder y piano.
Nuestros temas sociales son ‘Don’t Believe It’, ‘Amigos’, ‘El pequeño Joe’ , ‘Un sueño’ y ‘Más que ayer’¨, de Keko Fajardo, que habla sobre lo mucho que han sufrido los rockeros en nuestro país. En la banda todos componemos basados en nuestras vivencias, incluso, tenemos coautoría con el gran escritor Eduardo del Llano.
En los últimos años han existido varias bandas destacadas, con repertorio propio, no las han puesto en la TV ni en la radio, les han cerrado las puertas. Al no conocerse, no les brindan espacios y se disuelven, mira los casos de Tierra Santa, Rockablues Trío, Sociedad Havana Blues y AKDA 1.
En los festivales no nos dejan trabajar si no hacemos covers, y nosotros queremos tocar lo nuestro y transmitir el mensaje del músico cubano. Challenger no cae en chabacanerías ni en letras ofensivas. Yo hago soul, sufro doblemente porque a ese género lo ponen menos aún en los medios y eso que es la música de los negros norteamericanos y en Cuba ‘no hay racismo’. Nuestro demo lo repartí por todas las emisoras, al principio hicieron que nos iban a poner, pero nada de eso, desde hace mucho tiempo no nos radian. Eso es un problema delicado y se escapa de nuestras manos. Vas por la calle y solo escuchas reggaetón, eso sí tiene difusión y apoyo, no le enseñan al pueblo la buena música, es como si los quisieran embrutecidos para que no piensen. No tenemos respuestas, eso solo las tienen los que dirigen los medios, los que tienen ese poder”, finalizó Fundichely.
Frasis resalta en la escena cubana por sus letras inteligentes, refinamiento, música fusión e imagen agradable de sus instrumentistas. Desde hace siete años pugna por abrirse paso en los medios. Sobre el asunto, Roxana Iglesias, directora de la banda, nos comentó: “Nuestro estilo va acorde al formato que utilizamos. Es un trabajo variado con respecto a combinaciones musicales y tímbricas, por lo que tenemos muy buena aceptación por el público, aunque nuestra presencia en la radio y televisión es bastante insuficiente.
Luchamos por mejorar el gusto del público, primeramente éramos un cuarteto instrumental, pero incorporamos el trabajo vocal para mandar un mensaje social al público. Aumentamos el repertorio con versiones de clásicos cubanos y en las presentaciones en vivo siempre hablamos de la obra de los compositores y de la letra de la canción.
Todo el mundo se va por la música extra comercial. La lucha es creatividad contra comercio. Tenemos varios audiovisuales realizados con nuestros recursos, los hemos presentado en la Televisión Cubana y no nos han hecho caso. Si no tenemos algún amigo que nos lo ponga en su programa, no salen. En Cuba se favorece otro tipo de agrupaciones, otros géneros musicales. Afrontamos el reto porque tenemos un formato que es muy difícil de colocar en nuestro país. Es muy espinoso romper con los esquemas ya establecidos de lo que puede tocar una agrupación. Es un desafío insertarnos en los eventos alternativos que escasean en la escena underground”.
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