Richard Adelit y Jorge Marín
El preciso momento
29 de septiembre de 2014
Calificación: 4 / 5
Siempre he sido defensor de las expresiones artísticas genuinas, esas que no persiguen la popularidad, sino exteriorizar las inquietudes de sus creadores al coste que sea necesario. Ejemplos en el terreno musical hay muchísimos y en todas las épocas. El disco que les propongo se apega a este precepto, ya que se trata de la realización personal de dos veteranos del panorama rockero nacional: Richard Adelit y Jorge Marín.
El título es una variante para afirmar que es el instante adecuado, lo que sugiere una estrecha dependencia del disco con la madurez alcanzada por sus creadores. La experiencia no siempre se traduce en maestría, o sea, alcanzar una depurada técnica, pero en la mayoría de los casos garantiza un oficio que permite concebir productos con ostensible calidad. Este comentario no persigue demeritar a los debutantes porque algunos han conmovido a la crítica, pero son casos aislados.
Richard Adelit y Jorge Marín actualmente militan en Dimensión Vertical y a través de una invitación del primero, aunaron esfuerzos para grabar cuatro composiciones que no reparan en formulas preestablecidas. El rock, reggae, blues y el funk se entrelazan de tal manera que generan un sonido compacto, limpio y evocador. Adelit se encargó de las voces y el bajo, y Marín de las guitarras y la percusión secuenciada.
Reitero que la intención de estos músicos no es saltar al estrellato y colocar temas en los hit parades de la radio y la televisión nacional, sino realizarse personalmente. La sonoridad plasmada aquí no está de moda y por tanto sus consumidores serán sobre todo, fieles cultores de la música de los setentas y ochentas. Nadie dude que entre los que disfrutarán El preciso momento se hallarán jóvenes porque la edad no establece fronteras para la comprensión del arte.
De la producción se encargó Marín y aunque él tiene vasta experiencia en ese tipo de labor, mantiene ese gustillo a producción artesanal que es una especie de sello reconocible por los oyentes nacionales, e inclusive por no pocos turistas que se aventuran a copiar demos y discos independientes de rock y metal cubanos.
Todos los temas irradian gran energía, así que las emociones pondrán a palpitar el corazón de los oyentes a cada rato. Los nostálgicos de aquellos tiempos magníficos para el rock descubrirán ciertos asomos a distinguidas bandas, pero sin clonar nada. Destacar que las guitarras se llevan los mejores créditos, particularmente en “Mi huella”, donde el punteo es impresionante. El desempeño vocal de Adelit es meritorio, aunque uno o dos semitonos más altos en “Fe” le hubiesen imprimido mejor acabado.
No caben dudas que el dúo salió airoso y eso que el reto no era pan comido. Parece que sí era el preciso momento para hacer este disco que rinde tributo a una época inigualable de efervescencia musical que vivieron sus autores.
Temas:
1. No vale la pena
2. Mi huella
3. El preciso momento
4. Fe
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