Claim
Metalfire
05 de junio de 2017
Calificación: 4 / 5
En otras ocasiones he mencionado que la tierra holguinera es muy prolífica para el rock y el metal, y no me equivoco, pues la cantidad de artistas que cultivan esos géneros es impresionante. Hoy les traigo a Claim, banda que apuesta por cultivar géneros tan cercanos como el heavy metal y el thrash (azote) metal.
Sobre el significado de su nombre, Trastienda Musical señala en el artículo “Fuego de metal desde Holguín”: “es una palabra que encierra significados como reclamo, protesta y demanda. Justamente por eso sendero controversial intentan mover las letras de sus composiciones”.
Metalfire es una propuesta independiente con meridiana calidad, teniendo en cuenta las limitaciones que seguro enfrentó su producción. No creo que sea un secreto para nadie que es difícil acceder a un estudio que cumpla con parámetros de acústica (reverberación, absorción, aislamiento, difusores, etc.) y que tenga el equipamiento adecuado. Sin embargo, la banda consiguió un sonido aceptable, que en ningún momento reniega que se trata de un producto underground.
La portada exhibe lo que parece una fragua para metales. Las llamas ostentan poder calórico, pero quizás insuficiente para que el metal se vuelva resplandeciente y conseguir moldearlo a golpes con un martillo. Acompañan además unas descargas eléctricas que le otorgan cierto misticismo. Los rótulos son competentes en cuanto al tamaño y fuente, sin embargo, el color empleado lo creo desacertado. A mi juicio, el color de las llamas era el indicado para lograr una correcta composición. De todos modos, la portada no es mala y, sobre todo, es consecuente con el nombre del disco.
Acorde a su duración califica como un EP (Extended Play), pues no está por debajo de 10 minutos y no sobrepasa los 28, para ser exacto, tiene 17:57. Posee cuatro temas, con longitudes que rebasan en todos los casos los 4 minutos. Debe constar que la mayoría de los cubanos le llamamos demo a este tipo de producción, aunque se refiera mayormente a que tan solo se ha plasmado el concepto inicial de una o varias piezas musicales, o sea, no son definitivas.
A continuación, les describiré los temas uno por uno.
Inicia “Madness Unchained” con un destello guitarrístico muy evocador. Acto seguido despegan unos riffs típicos del thrash metal, que nos transportan a la época dorada para el género durante la segunda mitad de los años ochenta del pasado siglo. En todo momento las guitarras brillan dibujando fugaces melodías y, en otros casos, creando atmósferas verdaderamente cañeras. Una fuente de energía simplemente exuberante, la locura desencadenada.
Luego, “Metalfire” hace su entrada como si se tratara de una procesión triunfal después de la batalla más disputada del mundo. Un recibimiento digno de las hazañas de Alejandro Magno o Napoleón Bonaparte. Imagino la interminable fila de curtidos jinetes transitar altivos mientras les vitorea el pueblo. Los riffs son fascinantes y demoledores, y las voces dotadas de una sensibilidad épica altamente gratificante. Resulta imposible mostrarse indiferente ante este monumental despliegue de poder. Un tema que desborda entrega y se despide con unos gritos que congelan la sangre.
Después, “The Claimers” arranca enigmático, con riffs y percusión que bien pueden emular una orden para marchar o combatir, o el inicio de una ceremonia. Luego se suma una ambientación orquestal solemne que, aunque dura poco, le otorga un extra. Las voces son limpias y con el dramatismo necesario para contar una historia sobre los reclamantes, tal como propone su título. Es el tema más anclado en el heavy metal, aunque tiene sus azotes, pero nada acentuados.
Y para finalizar, “Don’t Fear the Fade” abre bien intenso y altanero. Se nota que la banda bebió de las mejores fuentes del metal ochentero y asimiló bastante. Un asalto de riffs impetuosos que me sugieren la vanguardia de un poderoso ejército. Estos implacables guerreros avanzan tomando por sorpresa al adversario y lo silencian con certeras flechas y afiladas espadas. Nadie está a salvo de la ira desatada por el omnipotente rey del norte, su orden es barrer completamente el sur, y sus guerreros cumplirán al pie de la letra el oscuro designio. ¡Se ha liberado el más puro terror sobre la tierra!
Resumiendo, es un disco que se nos hace largo al irradiar a partes iguales esplendor e intensidad. Sin lugar a dudas, es una propuesta bien interesante para los amantes del metal ochentero. Recomiendo escuchar atentamente a “Metalfire” y “Don’t Fear the Fade”.
Temas:
1. Madness Unchained
2. Metalfire
3. The Claimers
4. Don’t Fear the Fade
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