El Limba
Volví
10 de abril de 2017
Calificación: 3,5 / 5
En 2014, El Limba regresó con el pie derecho. Lo hizo casi una década después de su debut artístico y apenas dos tras el lanzamiento de Pa los que no me conocen, su primer CD. El rapero, originario de la barriada de Luyanó, en la capital cubana, presentó entonces su segunda producción discográfica bajo el título Volví.
Compuesto de quince temas y bajo la producción de Euro Drelo y la Malcolm Beybe, El Limba arremetió nuevamente contra la escena musical underground junto a un álbum lleno de brío y virtudes, pero también de algunos defectos.
Volví, como casi todo material de esta naturaleza, no escapa de las marcas características de su género, de ahí que encontremos tiraderas, abundante uso de jergas populares en las líricas, crítica social, mucho rapeo y poco canto. En sentido general, estas máximas funcionan bien, aunque muchas veces no se usen con la destreza y sagacidad que se quisiera.
El álbum destaca por el empeño y las ganas que se perciben de su creador y el equipo junto a él. De ello da cuenta la manera no muy convencional en que se acercan al tratamiento de determinados temas y coquetean con algunos ritmos de géneros populares. Sin embargo, en tal anhelo el artista pareció perderse. Reza un notorio refrán que quien mucho abarca, poco aprieta, y El Limba, presuntamente lleno de buena intención, no pudo concretar una producción redonda, ni tampoco coherente.
Pareciera que los autores desconocen que cada entrega, cada disco, debe ser más que una continuación inalterable del esfuerzo anterior. No basta con presentar un track list gigante cuando no hay un previo trabajo de mesa que encause la intención de cada pista, que conciba al álbum como un todo y ayude a engranar o dar significado a sus partes. No se trata de conceptualizar por el mero hecho de hacerlo, ni de redundar en esnobismos, sino de concientizar que cada producción debe ser un suceso premeditado que escape de analogías innecesarias, que acoja la experimentación y estimule la evolución de sus artistas.
En ese sentido, Volví peca por ser un poco más de lo mismo. En efecto, El Limba regresó, pero ¿qué trajo de nuevo? ¿Qué propuso esta vez? Ahí vamos.
En materia musical, el disco luce sonidos modernos, muy frescos para el oído del público, con buen uso de los recursos de la electrónica, sin dejar de ser eminentemente hip hop. Sin dudas, un gancho certero para conquistar a las más jóvenes generaciones, toda vez que se hace fácil empastar con la propuesta. En consecuencia, es válido resaltar el resultado de temas como “Adebastación”, “No resisto”, “No dejes” y “Si no fuera por ti”, productos que logran sobresalir en el conjunto, también por su concepción minimalista. Resulta pues que en Volví, los tracks más sencillos o menos pretenciosos, son también los mejores.
Quizás acá el mayor reclamo yace en el excesivo uso del auto tune o de herramientas similares en el estudio, famosos softwares utilizados para corregir las voces de los artistas. En este disco (como en muchos de los que hoy se producen en Cuba), esta se vuelve más que una costumbre, en un vicio. Realidad que alrededor del mundo es considerada como muestra de facilismo y poco virtuosismo por parte de sus autores.
En el apartado lírico, si bien El Limba no nos deja boquiabiertos con la genialidad de sus letras, sí que lo hace con la agudeza y la valentía con que aborda determinados temas. Lo que pierde al utilizar recursos expresivos un tanto pedestres, lo gana, por otro lado, con buenas rimas cuyo contenido más de una vez transmiten mensajes de bien público, rara vez encontrados en materiales de esta índole.
“No dejes que tu luz alguien la apague. Ilumínate de amor y verás que serás mejor persona”, asegura El Limba en los coros de “No dejes”. Asimismo, otras recomendaciones positivas hacen las delicias en “2 que se aman”, una pista testimonial sobre amor lésbico, que sirve de plataforma para hablar en favor de la diversidad sexual y la libertad individual. “El amor no tiene color, ni sexo, no tiene cara ni edad.”
En una nota negativa, sin embargo, cabe apuntar otros desaciertos de esta producción. El primero y tal vez más evidente es el Intro del disco, un tema sin penas ni glorias, de esos que no va a ningún lado. La misma situación atraviesa “Bunnnd”, segunda propuesta del álbum. Un intento poco original que persigue atrapar al oyente con un background electro-R&B, que no es otra cosa que un sample de “Break the Ice”, original de Britney Spears y lanzado en 2007 como parte de su disco Blackout. Amén del buen rap ofrecido, ahí queda el tema en un mero intento.
Lo cierto es que el tono de Volví es un poco turbio en los primeros momentos del álbum. No es hasta cerca de la mitad, cuando el artista presenta sus temas más personales e íntimos, que cambia esa vibra y El Limba comienza a brillar. Tras los tropiezos del inicio, de manera paulatina el recorrido comienza a disfrutarse cada vez más, por cuanto una vez que suena “Volví”, última pista del conjunto, se hace claro que más allá de las faltas, acabamos de escuchar un buen fonograma.
El Limba tiene maneras, potencial para el género, y la experiencia de Volví es accidentada, pero en resumen satisfactoria. Agradecerás las colaboraciones junto a El Cubano y Escobar, tanto como el buen flow. Si te fascina el hip hop y el rap cubano, en este álbum encontrarás seguidores con resultados positivos, aunque, eso sí, todavía no encontrarás maestros.
Temas:
1. Intro
2. Bunnnd
3. Adebastación
4. I Love You
5. Luyanó
6. No resisto
7. No dejes
8. Si no fuera por ti
9. 2 que se aman
10. Madagfaka
11. Me encanta hacer ruido
12. Nuestro comienzo
13. Quienes son
14. Yo sé
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