Hexed
At the River of the Souls
30 de enero de 2017
Calificación: 4 / 5
A veces se tiene el falso criterio de que el black metal es exclusivo de los fríos países nórdicos y, en particular, de Noruega, país donde se fraguó el sonido moderno del género. Sin embargo, en el caluroso trópico también se cultiva el género más radical de toda la música underground. Y precisamente, el disco que les sugiero fue concebido en la soleada ciudad de Puerto Padre (Las Tunas) por Hexed (embrujado en inglés), proyecto unipersonal del artista Germán Alvero Pérez, ampliamente conocido por Nebulah.
Para quienes no tienen referencias de Nebulah, les cuento que es un experimentado en estos ámbitos, pues es uno los orfebres de Blackult, banda de black metal que en estos momentos prepara nuevo material. Además, fue miembro de Mortuory, banda holguinera que se mueve entre las aguas del grindcore y el death metal. Por lo que reitero, se trata de un músico adiestrado en las malas artes, que sabe cómo angustiarnos, entusiasmarnos y enajenarnos a su antojo.
El disco lleva por nombre At the River of the Souls, que traducido al castellano o español es “en el río de las almas”. La producción del mismo corrió a cargo de su artífice, que demuestra tener considerable habilidad, pues la calidad del sonido es más que aceptable. En este sentido, debo aclarar que estoy hablando de black metal y que, por lo tanto, los estándares que aplican a otros géneros aquí no funcionan. De acuerdo con la duración, debo señalar que apenas supera los once minutos, por lo que se cataloga como un EP (extended play) promocional, también llamado demo.
La portada es bastante lúgubre y sencilla, pero cumple cabalmente con el concepto musical. Se trata de una fotografía manipulada en algún software especializado, quizás Photoshop o Pixelmator. En un primer plano se observa como discurren serenas las aguas a través de un paisaje donde solo crecen malas hierbas y algún arbusto esquelético. Llama la atención la verticalidad de las laderas, que parecen haber sido esculpidas con máquinas. A lo lejos, en un segundo plano, hay un sector arbolado que en la medida que el relieve se torna empinado se disemina. Además, el cielo está saturado de una nubosidad ciertamente perturbadora.
A continuación, les describiré los temas, que en ningún caso llegan a los cuatro minutos. Rompe el silencio “Marching to the Final Battle”, que a través de un sonido imperioso, feroz y resplandeciente, nos transporta a un trascendental combate donde sale victoriosa la orden negra. La letra no da margen a tergiversaciones y el siguiente fragmento lo ejemplifica: “At the end of times / our enemy die / the black order defeat the light / and our army rules this land”. Hay que reconocer que los riffs de guitarra son alucinantes, la percusión es competente y las voces bien robustas e infames. Un tema lleno de oscuridad y contundencia, pero con evidentes aires triunfales que le imprimen una belleza solemne y adictiva.
Prosigue “When the Sun Never Rises” con la ostensible marcialidad que le imprimen riffs monolíticos y percusión vigorosa. La voces son como narradas y mantienen la indómita maldad desplegada anteriormente. Cualquiera que lo escuche atentamente quedará a merced de caer en trance y experimentar como poco a poco la oscuridad despliega sus alas y avanza conquistándolo todo a su paso. Uno de los pasajes prominentes ocurre durante la segunda mitad, cuando Nebulah pronuncia un “Hail Narbeleeeeeeeeeeeth!” enérgico en grado superlativo, algo para recordar. Es, sin dudas, un tema logrado.
Y para cerrar, “Bizarre Spirituals Rituals” manifiesta, al igual que su título, una procesión ritual pertinaz y colérica que se extiende un poco más allá de la segunda mitad. Durante ese tiempo azotan riffs soporíferos, de esos que trasmiten abatimiento. Más tarde, toma un respiro la instrumentación y ocasionalmente emergen blast beats que le inyectan bastante contundencia. Este giro inesperado, ciertamente, rescata el tema y lo pone a competir de tú a tú con los demás. Un renacer desde las cenizas que dice suficiente de la capacidad creativa de este genuino intérprete del black metal underground.
Resumiendo, un disco demasiado breve, pero que se disfruta con creces por su irrefutable acierto. Muy recomendable para los amantes del true black metal, así que pónganse de acuerdo con Nebulah para conseguirlo.
Temas:
1. Marching to the Final Battle
2. When the Sun Never Rises
3. Bizarre Spirituals Rituals
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