Haborym Mastema
Burn in Ourselves
19 de junio de 2017
Calificación: 3,5 / 5
Una de las bandas pilares del movimiento de black metal, en el oriente del país, es, sin lugar a dudas, Haborym Mastema. Su nombre está inspirado en dos criaturas celestiales reconocidas por la tradición judeocristiana, como son: Haborym, demonio del fuego y del holocausto, y Mastema, ángel que sirve a Dios como tentador y príncipe del mal, de la injusticia y de la condenación. Como pueden notar, un nombre típico para el género.
Su música es un black metal aderezado con recursos melódicos provenientes del death metal. Sin embargo, para oídos no entrenados en las artes oscuras, se trata de música sórdida, rústica y blasfema. Es una cuestión de gustos, ideologías y conocimientos abrazar su causa o mantenerse al margen, pero les aseguro que Haborym Mastema es una digna exponente del metal undreground facturado en suelo cubano, y sobre eso no hay cuestionamiento.
Burn in Ourselves es un disco independiente, que traducido al castellano es algo así como “arder en nosotros mismos”. Les recuerdo que, según la literatura especializada, los condenados en el Infierno son sometidos a toda clase de castigos horribles, incluido arder, según los pecados cometidos en vida. Por su parte, la producción es ampliamente perfectible, ya que la calidad del sonido es apenas regular.
La portada es competente y consecuente con el nombre de la banda, ya que exhibe dos criaturas celestiales en posible alusión a Haborym y a Mastema. Al fondo, densas nubes ofrecen la impresión de ser la morada del omnipotente gobernante del universo. Además, los rótulos son muy competentes en cuanto a tamaño, diseño y color. Una portada meritoria que demuestra cuánto se puede conseguir teniendo suficiente criterio sobre lo que se quiere expresar gráficamente.
A continuación, les describiré cada uno de los temas.
Comienza “From the Flames” con mucho enigma, guitarras etéreas y voces no humanas que susurran desde las llamas. Acampamos en medio del bosque y nos acechan entes sobrenaturales, quieren influirnos para más adelante conducirnos por los senderos más alejados de la luz y la razón. Luego, los demás instrumentos se suman y surgen riffs afiladísimos, como las emblemáticas katanas de los samuráis japoneses. Y lo más impresionante de todo son esos gritos escalofriantes, que nos ponen a pensar en la existencia de una garganta insólita, porque es difícil creer que un ser humano se desgañite de un modo tan insuperable sin sufrir lesiones. Un nivel de entrega digno de reconocer, lo que le falta en cuanto a producción, le sobra de creatividad.
Después, irrumpe “Infernal Guide”, o Guía Infernal, que arremete desde el mismo comienzo como una fuerza imparable. Se apela a una velocidad tremenda y a una ruindad inquietante que raya la cordura. Empero, tiene un momento en que las revoluciones bajan para sorprendernos grandemente con una ambientación melancólica y soporífera. Todo el tema es un claro ejercicio del tormento que les espera a los condenados en el Infierno.
Y, para cerrar, “Suffering of the Flesh” despliega riffs certeros e increíblemente inspiradores. Su traducción es “sufrimiento de la carne”, y pese a su título, como mencioné anteriormente, es bastante triunfal e inspiradora. La percusión es galopante y acelerada durante buena parte. Y las voces son una maravilla, destilan odio en todo momento, pero no son coléricas siempre, sino que incluye gritos estremecedores y susurros tan macabros que son dignos de la recreación de una criatura celestial. Un tema con verdadero concepto y que, contrariamente a la letra, emana un triunfalismo exacerbado, es casi imposible no conmoverse ante su eminente empuje y garra.
Resumiendo, es un disco interesante para los amantes del metal extremo, una fusión que trasmite sensaciones diversas. Recomiendo escucharlo íntegramente, aunque quedé impresionado con “Suffering of the Flesh”, lo reconozco.
Temas:
1. From the Flames
2. Infernal Guide
3. Suffering of the Flesh
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