Celestino Esquerré

Celestino Esquerré y su grupo

29 de junio de 2015





Calificación: 4 / 5

Existe una máxima que reza: Confusión en comunicación, es pecado. Pero en la obra de este joven trovador no habita el desconcierto, más bien la certidumbre, el poder benéfico e irrestricto de la palabra. No exageramos al decir que Celestino Esquerré deviene signo de una dimensión tripartita. La primera: ser fiel heredero de una legión de aedos y juglares que fueron mitad héroes, mitad heréticos, cuya función originaria consistió en desarrollar un movimiento de nueva canción que ayudó a la refundación de nuestro país desde el punto de vista político, cultural y subjetivo. Para ello utilizaron elementos de la música estadounidense como el blues, jazz, country, así como la canción argentina y catalana. La segunda: su magia a la hora de compilar lo anteriormente dicho y traducirlo a golpe de son, bolero, guaracha y sonoridades diversas, abandonando un tanto el viejo cliché del cantor nómada con guitarra al hombro o espalda. La tercera: ser conciente de esgrimir un discurso muy suyo desde la trova, nueva trova, novísima trova, ¿importa acaso?, que pretende discurrir críticamente sobre la realidad cubana. En este sentido, la canción “¿¡Seguimos!?” constituye un ejemplo perfecto, palpable desde los primeros acordes: “Seguimos buscando el rastro que nos conduce a las estrellas tragándonos las mentiras, desmenuzando la verdad. Seguimos formando lío, somos adictos a la querella; derrumbando los caminos, no importa quien venga detrás. Seguimos luciendo brillos que encandilan a cualquiera, haciendo las olimpiadas de la gran banalidad. Seguimos barato adentro y muy lujosos por fuera. Seguimos adornando nuestra infelicidad”.

Muy recomendable el tema “Como la luna”. Si el poeta Charles Bukowski amó a sus prostitutas, quienes lo dejaban llorando en la lluvia y el cantautor Polito Ibáñez dedicó esa hermosa canción titulada “Piscis o máquina” a una “embajadora del sexo”, que coleccionaba toda su obra musical, entonces no resulta raro que Celestino evoque a una mujer álgida y nocturnal. Una mujer deseada, misteriosa y lejana, como la luna misma.

“Consejo sano” es un himno que conmina a enviar bien lejos a las personas que te agravian, que son felices con tu infelicidad. También es un homenaje al civismo que concreta la ética hogareña. “Amaneció” y “Me gusta” son bellas piezas de amor que se agradecen en estos tiempos donde el mito de Prometeo se desliga y avanza el de Narciso. La canción que lleva por título “Un bolero” es la confirmación de que el ADN musical isleño existe, en el cual giran espíritus sonoros como Olga Guillot, Orlando Contreras, Benny Moré, Vicentico Valdés y Fernando Álvarez, entre otros.

Con Celestino Esquerré y su grupo estamos en presencia de un fonograma que presagia un sismo de popularidad. Asistiremos en un futuro no muy lejano a una constelación “esquerrence”, nadie lo dude. Oscilando entre lo afectuoso y cáustico, la factura de este primer trabajo discográfico es independiente y el acompañamiento de los músicos Ofrey Febles (guitarra eléctrica, bajo, coros), Carlos J. Vaujín (Percusión, coros, arreglos) y José A. González (teclados, coros), le otorga una fuerza inusitada. Un verdadero oasis para románticos despiertos.

Temas:
1. Me gusta
2. Un bolero
3. Como la luna
4. Amaneció
5. ¿¡Seguimos!?

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