Morbo
Vampire’s Supremacy
06 de julio de 2015
Calificación: 4 / 5
Pocos imaginaron que en la ciudad de Baracoa germinara una banda de metal extremo y mucho menos que apostara por el controversial black metal. Su música bebe del legado de bandas europeas, pero con una producción extremadamente sucia que de un modo singular le otorga una dimensión de profusa maldad ancestral. Se trata de una genuina propuesta underground, con suficiente pegada para cautivar a los seguidores de la música más desoladora y mortífera.
Morbo lleva varios años como abanderada del metal guantanamero y ha expuesto su arte en los festivales Metal HG (Holguín), Rox (Contramaestre, Santiago de Cuba) y Sonidos de la Ciudad (Camagüey). Sin embargo, a estas alturas es una de las bandas menos conocidas del país, incluso dentro de la región oriental. Debo hacer énfasis en que jamás han tenido las cosas fáciles, ya que los prejuicios en torno a su música y el incipiente respaldo obstaculizan considerablemente.
Para esta entrega aportaron su ingenio el guitarrista líder Rubén Darío Matos Martin, el guitarrista rítmico y director Soelmer Bartutis Toirac, el bajista Joaquin Grimon Guilbeaux, el baterista Leuvis Barbon Gonzáles y el vocalista Yumar Guilbeaux Legra. Destacar que es Rubén quien se ocupa de la dirección musical por poseer una formación académica, los demás son autodidactas.
El disco lleva por título Vampire’s Supremacy, que se traduce como La Supremacía del Vampiro. Aquí nos encontramos nuevamente con la tradición europea, pues varias de las bandas pioneras del género y otras de gran aceptación, en años recientes han abordado el vampirismo. Un dato curioso en este sentido es que Mephisto, banda holguinera que cultivó por vez primera el black metal en Cuba, también se inspiró en el mito de los inmortales bebedores de sangre.
Musicalmente es un trabajo perfectible en muchos aspectos, pero la intensidad no decae en ningún momento. Se nota que sus creadores estaban inspirados y que dieron lo mejor de sí para conseguir un disco digno, pero sucedió que la tecnología y la ausencia de unas manos maestras se hicieron sentir en todos los temas. La grabación y la mezcla se realizaron en el artesanal Beyond The Mountain Studios con las limitantes que impone una producción independiente.
El empleo de exuberantes trémolos y voces salidas del mismísimo Averno son los condimentos más importantes. Particularmente encuentro las voces muy logradas, trasmiten un odio indescriptible. También hay solos de guitarra, y aunque fugaces, dejan claro que estos músicos baracoenses tienen concepto musical. La batería es machacona, pero sin ser uno de sus puntos álgidos, no desentona.
La portada es súper sencilla, pero convincente, como muchos dicen. Un diseño modesto con créditos para Aneli, pero que guarda estrecha relación con el título del disco. Representa un vampiro en medio de la oscuridad y con una expresión de ira o similar. Puede ser que este ser sobrenatural esté sediento de la sangre de cuanta persona arremeta contra los creadores y seguidores del black metal cubano.
Con sus virtudes y sus defectos, este es un disco que se disfruta de principio a fin. Recomiendo escuchar cada uno de los temas, pero a mi juicio, los mejores momentos están contenidos en el homónimo “Vampire’s Supremacy”.
Temas:
1. Blood
2. Trauma
3. Vampire’s Supremacy
4. The Queen of Damned Death
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