Hirden
The Mighty Warrior
08 de mayo de 2017
Calificación: 4 / 5
Un amigo se ocupó de enviarme este disco, pues, aunque conocía de la existencia de Hirden, no había escuchado su música previamente. La misma es un metal extremo con matices predominantes del black metal, sin embargo, el contenido de las letras marca una evidente sintonía con el viking metal, al narrarepisodios beligerantes y hazañas pretéritas.
Los artífices de The Mighty Warrior, o El poderoso guerrero, como se traduce al castellano, fueron el guitarrista Eugenio Bazán Guerra, el vocalista Carlos Álvarez Álvarez, el guitarrista Yoghenrry Bourricaudy Román y el bajista Julio Rodríguez Torres. De ellos, solo Eugenio tenía experiencia de proyectos anteriores, pues fue director y vocal de Konflikt. Y hago énfasis en este aspecto porque en reiteradas ocasiones influye grandemente en la calidad de una propuesta musical. No basta con muchas ideas, hay que saber materializarlas. La grabación y mezcla estuvo a cargo del propio Eugenio.
En cuanto a la calidad, debo decir que es aceptable para un disco de metal extremo independiente. Existen algunos aspectos sin pulir, pero quizás sería mucho pedir, pues estamos en presencia del genuino arte underground. Hirden logra la proeza de cautivarnos con atmósferas ominosas durante poco más de 41 minutos, y apenas sentir el transcurrir de la mitad de ese tiempo.
La portada es consonante con el título del disco, pues muestra a numerosos guerreros a caballo que empuñan lanzas y espadas. El resto de la composición no lo comprendo, pero evidencia que se tuvieron en cuenta las más elementales normas de diseño. Hubo buen desempeño manejando el tono de los colores, la saturación, la luminosidad y la sombra. Además, los rótulos son precisos y bien colocados. Indiscutiblemente, es una portada bien pensada y correctamente ejecutada.
A continuación, les describiré cada uno de los temas.
Comienza “The Leyend has Born \ Prophecy” con un intro a base de sonidos que emulan un cruento combate antes de la aparición de las armas de fuego. Se escucha la algarabía durante la carga, el choque violento de las espadas, el graznido de los cuervos comunicando que hay cadáveres para socavar, el zumbido de las moscas dándose un festín, el quejido entrecortado de una mujer que muy probable recibiera un afilado zarpazo y el inmediato sollozo de un bebé. Acto seguido, se desatan riffs que evocan ruindad, percusión sosegada, salvo algunos instantes, y una vocalización teatral y ceremonial que me tomó desprevenido. Todo funciona como una narración y hasta esperen berridos en ciertos desenlaces.
Luego, “The Threat Upon Us” irrumpe con aires fúnebres y letárgicos de consideración. Una densa bruma lo cubre todo a nuestro alrededor y respirar se torna muy difícil. Plegarias poco discernibles son lanzadas con una parsimonia insoportable. En la medida que transcurre el tiempo, la bruma absorbe los escasos destellos de luz que se filtran a través de resquicios en el denso follaje. La desesperanza que despliega es tal, que no lo recomiendo para personas que sufran episodios de depresión.
Después, “Enemys Retreat” despega con aires triunfales, de esos que inspiran a lo más indecisos, pero más tarde los vientos cambian bruscamente y la desolación se posiciona imperturbable. Prosigue “Betrayal Only is Paid with Death” con una elevada cuota depresiva. Lo expuesto aquí es una efectiva demostración del poderío que habita detrás de ritmos letárgicos y agónicos gritos.
Luego, “The Mighty Warrior” acelera inclemente, desatando una vorágine tan atrayente como estremecedora. El paso glorioso del poderoso guerrero es arrollador, ningún enemigo está a salvo de su mortífera espada. Su apetito de venganza no tiene límites. Llama la atención el empleo de una voz femenina que sugiere una alabanza al valiente. Un tema que desborda energía y velocidad.
Continúa “A Dark Omen” estremeciendo con su oscuridad y contundencia. Un recorrido por estrechos parajes intransitables, llenos de secretos y peligros inimaginables. El tiempo parece congelarse y la vocalización es, por instantes, ultra dramática, imprimiéndole un plus extra. Una especie de rito esotérico enormemente sobrecogedor.
Más tarde, “Taste My Vengeance” tiene como apertura unos tambores y riffs solemnes. Lo conseguido en el minuto inicial es digno de un elogio, porque te remonta a glorias pretéritas, a instantes grandiosos que la historia no recoge. Exhibe una marcialidad y ampulosidad que conmueve de inmediato. En lo adelante, desborda ímpetu e inspiración mediante una instrumentación sólida. Al cierre más tambores y el profuso retumbar de instrumentos de viento anunciando la victoria.
Y, por último, “The Cold Breath of Death” se abre paso sumamente misterioso e impresionante. La vocalización es impertinente y la instrumentación tan soporífera y pavorosa que sentimos la más arcana maldad acechándonos detrás de los arbustos. Cae la tarde y las sombras comienzan a proyectarse, en lo alto el sol se apaga lentamente.
Resumiendo, se trata de un disco bien interesante, dirigido sobre todo a los amantes del metal extremo más oscuro y perturbador.
Temas:
1. The Leyend has Born \ Prophecy
2. The Threat Upon Us
3. Enemys Retreat
4. Betrayal Only is Paid with Death
5. The Mighty Warrior
6. A Dark Omen
7. Taste My Vengeance
8. The Cold Breath of Death
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